Como parte de su plan de ajuste y desfinanciamiento, el presidente Javier Milei finalmente ordenó el cierre del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).

 A partir de esta decisión, todos los empleados del organismo recibirán una licencia obligatoria hasta que finalice la reorganización de la entidad. En los próximos días, el personal suspendido será reubicado y sus tareas, reasignadas.  

Mientras el oficialismo aumenta los salarios de sus funcionarios por millones, por otro lado realiza auditorías sobre organismos, áreas del Estado Nacional y universidades públicas para recortar su presupuesto. En el caso del INCAA se revisarán las contrataciones de los empleados para reducir el "costo presupuestario" de la institución. 

Luego de que Milei anunciara frente a empresarios en el Foro Llao Llao que Argentina logró el superávit fiscal en marzo, el Gobierno justificó la decisión de cerrar y achicar el INCAA por la "crisis económica general e importante déficit fiscal" que atraviesa el país y la necesidad de establecer "mecanismos y procesos más ágiles, además de un menor costo presupuestario".

La decisión fue publicada este lunes en la Resolución 62/2024 del Boletín Oficial y lleva la firma del titular del instituto de cine, Carlos Pirovano. 

En el texto se ordena "la supresión de Unidades Operativas de primero, segundo, tercero y cuarto nivel operativo" y de "las Funciones Ejecutivas y de Jefatura correspondientes", además de "una readecuación general de acciones y una posterior revisión de la dotación del personal afectado al Instituto".

"La presente medida implica una reducción de las erogaciones presupuestarias del Organismo", dicta la Resolución. 

De esta manera, solo se mantendrán las gerencias General, de Asuntos Legales, de Administración y Finanzas, y de Políticas Públicad. En tanto, las gerencias de Fomento, Asuntos Institucionales, Exhibición y Audiencias, y Fiscalización a la Actividad Audiovisual serán eliminadas.