Luego de anunciar que pediría el juicio político contra el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, Alberto Fernández convocó a un acto en Casa Rosada a los gobernadores peronistas y aliados para realizar una demostración de fuerza y unidad frente al Poder Judicial y la disputa por la coparticipación con la ciudad de Buenos Aires. 

El 1 de enero, el Presidente compartió una carta en la que anunció que impulsaría un jury contra Rosatti y que había instruído al ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, que se investigue también a funcionarios porteños tras el escándalo desatado por la filtraciones de chats del titular de Seguridad de CABA, Marcelo D'Alessandro. 

El Presidente quiere que se investigue a Rosatti y "su conducta en el desempeño de sus funciones", luego de la difusión de las conversaciones entre D'Alessandro y un asesor del magistrado "jamás contradichas" que dejan al descubierto “el vínculo escandaloso entre parte de la política y la justicia”, en el marco de lo que consideró "un avance inadmisible del Poder Judicial de la Nación sobre los otros poderes de la República".

“Las conductas, los diálogos entre funcionarios judiciales y políticos de la oposición en los que se anticipan decisiones y recomiendan fundamentos políticos para ser usados a la hora de decidir judicialmente casos con trascendencia institucional indudable, han quedado impúdicamente expuestos ante el asombro generalizado”, manifestó el Presidente. 

Tras ello, el mandatario convocó a los gobernadores peronistas y aliados para enviar una foto de unidad y avanzar en el juicio político contra el presidente de la Corte Suprema. A su vez, desde Casa Rosada también intentan sumar a los peronistas disidentes como Omar Perotti (Santa Fe) y Juan Schiaretti (Córdona) para reforzar su postura frente al máximo tribunal y demostrar que no es un reclamo sólo del Frente de Todos, sino del interior del país. 

Por estas horas, el Presidente evalúa la conformación de la una comisión redactora del juicio político contra Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, de la que participen los mandatarios provinciales. 

La jugada es política. Fernández sabe de antemano que el jury no prosperará porque el Frente de Todos no cuenta con los votos necesarios en la Cámara de Diputados para avanzar con la iniciativa. Sin embargo, busca hacer una desmotración de fuerza, y más que nada, mostrar que tiene el respaldo de los gobernadores que le exigen una postura firme contra la Corte y la ciudad de Buenos Aires en la disputa por la coparticipación.

Si bien aún no está confirmada oficialmente la asistencia de todos los gobernadores convocados, algunos que anunciaron públicamente que asistirán con es el caso de Axel Kicillof. El mandatario bonaerense confirmó que el encuentro se llevará a cabo en Casa Rosada y adelantó que irá al encuentro. 

“Estamos citados los gobernadores. Conoceremos la presentación pero todo indica que hay una serie de elementos que se vienen acumulando y que generan cada vez más indicios de lo que preveíamos: hay una absoluta colaboración entre los sectores políticos y al Corte con fallos que han sido escandalosos, antijurídicos y de invasión de los otros poderes del estado", remarcó.

Kicillof se refirió a las conversaciones filtradas entre el ministro Marcelo D'Alessandro y Silvio Robles, hombre de confianza de Horacio Rosatti  y aseguró que “la verosimilitud de los chat fue como con lo de Lago Escondido,  lo negaron y lo negaron pero no pueden negar la realidad de los hechos". 

"D'Alessandro salió solo a decir que era un hackeo pero que no eran suyos ¿Pero qué le hackeraon? Muy floja la respuesta pero la verosimilitud lo dan los hechos mismos porque lo que apareció en los mensajes fue lo que fue sucediendo”, sostuvo durante una entrevista en Radio 10. “Los fallos de la Corte son un tiro a la cabeza de la democracia”, concluyó.