En medio de los fuertes debates de cara a 2023, Alberto Fernández busca ganar respaldo en el conurbano bonaerense, acaso el territorio de mayor densidad de voto peronista. Para afianzar sus lazos dentro de las internas del oficialismo, el Presidente se reunió con tres históricos mandatarios del AMBA.

Fue en Casa Rosada donde el jefe de Estado mantuvo un encuentro con Juan José Mussi (intendente de Berazategui), Julio Pereyra (actual titular del PJ de Florencio Varela y ex intendente de ese distrito) y Alberto Descalzo (Ituzaingó), con quienes conversó de diversos temas e inquietudes de gestión en lo que respecta a cada territorio.

Tarjeta alimentar, aumentos de salarios, obra pública, entre otros tópicos, fueron los ejes del encuentro que dejó una foto que envió un fuerte mensaje al oficialismo. Es que, ante la disputa con el ala camporista del Frente de Todos, Alberto Fernández apuesta a ganar fuerza entre los intendentes fuertes que han mantenido sus distritos “alambrados” del aparato militante ultrakirchnerista.

Cabe destacar que los citados Pereyra, Descalzo y Mussi son figuras de cercanía y diálogo también con el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, quien se presenta como el funcionario “del conurbano” dentro del equipo de Axel Kicillof,  uno de los cuadros posibles del cristinismo para pelear por retener la Provincia.

En ese marco, Fernández intenta ganar confianza entre los actores políticos que históricamente han garantizado la llegada de votos a Nación desde los barrios, en especial en la tercera sección electoral, quizás el bastión peronista por excelencia.

Ahora, los propios intendentes deberán contemplar de qué modo “jugarán” en las elecciones del año próximo, donde se proyecta un clima de fuerte polarización entre el espectro de Alberto Fernández y el cristinismo duro.