En medio de la tensión que atraviesa el oficialismo por los comentarios cruzados en los últimos días entre el ala kirchnerista y albertista del Gobierno, el propio presidente Alberto Fernández inició la semana con un encuentro con un importante intendente K. La actividad oficial de agenda presidencial incluyó este lunes una escala en Ensenada donde encabezó el acto de inauguración de las obras de expansión de la Central Térmica Ensenada Barragán, junto al jefe comunal Mario Secco; la secretaria de Energía, Flavia Royon; el CEO de Pampa Energía, Marcos Marcelo Mindlin; y el presidente de YPF, Pablo González.

Allí, el jefe de Estado comenzó su discurso con un guiño al intendente cristinista: "Estoy viniendo seguido a Ensenada, vamos a mudar la Casa de Gobierno en cualquier momento", bromeó. 

En un clima de tensión hacia adentro del Frente de Todos provocado este vez por el choque iniciado por el camporista Eduardo “Wado” De Pedro y la contestación de figuras del albertismo como Victoria Tolosa Paz y Aníbal Fernández, el Presidente decidió enviar un mensaje de apaciguamiento. 

Durante su discurso, el jefe de Estado destacó la importancia de la soberanía energética y resaltó logros de la gestión de Cristina Fernández. “Tuvimos la suerte en los años de Cristina presidenta de que YPF pudiera detectar la existencia de Vaca Muerta. De garantizar ese gas”, expresó. 

“De nada servía tener ese gas si no impulsabamos que alguien lo extraiga y si no mejorábamos el transporte de ese gas a otras regiones”, añadió. "A la producción primaria le agregábamos muy poca manufactura. Eso determinó que la Argentina tenga un sistema de desarrollo con un centro muy rico y dos periferias al norte y al sur que deben ser desarolladas porque la Argentina es una. No hay argentinos periféricos y argentinos centrales. Hay argentinos y todos deben tener las mismas posibilidades de desarrollo", afirmó.

Alberto Fernández aseguró que la planta de Ensenada “es útil para que nos ayude a reflexionar sobre el momento que estamos viviendo y la importancia de la energía en el presente”. Y detalló: “La energía no sobra, la energía falta. Y encima una guerra ha puesto más en crisis la cantidad energética y los precios. Solo el año pasado tuvimos que pagar 5 mil millones de dólares más en energía que teníamos que importar para no parar el ciclo productivo de la Argentina”. }

“Gran parte de esta producción va a movilizar la industria, va a producir bienes que los argentinos consumimos y exportamos. Va a producir insumos. La energía tiene un valor significativo. Nadie puede producir sin energía suficiente y la energía está faltando y es muy cara”, insisitó. 

Por eso subrayó la importancia de la obra en la Central Térmica, “que con la misma cantidad de gas, produce 280 megabytes más que la Argentina necesita, en condiciones ambientales mucho mejores” y celebró el trabajo conjunto entre Estado y sector privado. 

“Esto demuestra que se puede romper dogmas: no es verdad que al sector no le preocupe el ambiente, y que no es verdad que todo lo tenga que hacer el Estado, porque muchas veces el Estado todo no lo puede. Es verdad que la nave insignia de Estado que se llama YPF, puede unirse al sector privado y generar estas obras. En estas obras se cayeron todos los dogmas. Aparecieron las necesidades”, concluyó.