El presidente Alberto Fernández participó de la apertura del Encuentro Internacional por la Vivienda, el Ambiente y el Hábitat Popular que se celebró este lunes en el Centro Cultural Kirchner (CCK) de Buenos Aires. Allí el mandatario afirmó que al país "no le basta con crecer", y que para que el crecimiento sea desarrollo "tiene que llegar al último hombre, a la última mujer, en el último rincón del país".

"La demanda de 'paz, pan y trabajo' todavía está vigente en la Argentina", admitió el jefe de Estado, quien estuvo acompañado por el referente Luis D'Elia, días después de que el dirigente social saliera a respaldar al ministro Martín Guzmán en medio de la interna del Frente de Todos, al mismo Alberto Fernández y a criticar a La Cámpora por "intentar desestabilizar al gobierno". 

En esta oportunidad, el dirigente volvió a expresar su apoyo al jefe de Estado. "Nosotros no anunciamos ningún estallido y si hay algún estallido será de alegría. ¡Será de justicia social! Por eso y como reconocimiento, queremos que el Presidente Alberto Fernández sea el presidente de la Economía Popular.", escribió en sus redes sociales. 

Tweet de Luis D'Elia

Durante el acto, Fernández recordó al exsecretario general de la CGT Saul Ubaldini y evocó la histórica marcha realizada en 1982 contra la dictadura militar. "En ese 30 de marzo salimos miles y miles de argentinos a decirle 'basta' a la dictadura con una consigna 'Paz, pan y trabajo'. Fue el primer movimiento fuerte contra la dictadura, muchos dirigentes terminaron presos. Dos días después, la dictadura militar empezó su aventura en Malvinas que terminó como todos saben. Pasaron 40 años de esa fecha, sin embargo, la demanda de ´pan, paz y trabajo´ todavía está vigente en Argentina", señaló.

En ese sentido, explicó que "en estos 40 años de democracia se han filtrado políticas neoliberales, que lo único que hacen es postergar a millones para que unos pocos se lleven la ganancia".

El Presidente también sostuvo que durante la pandemia de coronavirus se evidenció la desigualdad dentro de los países y en el mundo. "El 10 por ciento de los países centrales se quedaron con el 90% de las vacunas", indicó. 

"Después de tanta injusticia, tenemos el deber ético y moral de cambiar esta realidad para hacer una sociedad más justa", concluyó.