En medio de una interna que se ha vuelto feroz, el presidente Alberto Fernández abandonó su tono conciliador y salió al cruce del kirchnerismo con un sugestivo mensaje que parece dirigido a la mismísima vicepresidenta. En un acto organizado por el sindicalista Héctor Daer, este lunes el jefe de Estado aseguró que su gobierno "nunca ha ocultado la pobreza".

"En mi gobierno no he ocultado los problemas de la Argentina, nunca me hice el distraído: ni frente a la pobreza, ni frente a la desigualdad, ni frente a la falta de trabajo. Soy peronista y cuando me entero de un problema le pongo el pecho”, aseguró en lo que puede leerse como una alusión al segundo mandato de Cristina Fernández cuando el INDEC dejó de medir los índices de pobreza.

Durante su discurso, el mandatario insistió en la noción de que no oculta los problemas y señaló que sabe que "la economía crece" y "el trabajo aumenta", pero reconoció que "la distribución está teniendo problemas por los índices de inflación que tenemos”. 

 Alberto Fernández explicó que tiene "dos obsesiones: recuperar el trabajo, que sé que se está cumpliendo, y recuperar el salario”.

Pero las críticas no fueron sólo para Cristina Fernández, en cambio, recordó que durante la presidencia de Mauricio Macri el salario real cayó 20 puntos y les pidió a los “poderosos” que “distribuyan la riqueza”. “Además de ganar ellos, tienen que ganar los que trabajan”, remarcó.

"Yo les hablo con esta franqueza porque antes de Presidente soy un militante político y la política no es otra cosa que administrar la desigualdad”, indicó. Y agregó: “Vamos a poner todo nuestro empeño para que la igualdad la recuperemos en la Argentina; voy a trabajar incansablemente para que cada vez haya más dinero en el bolsillo de los que trabajan”.

A pesar de las menciones al macrismo, el discurso del presidente estuvo dirigido a los propios. y no es casual dado que, antes que el jefe de Estado, los ministros Matías Kulfas y Martín Guzmán ya habían dado respuestas a las críticas del kirchnerismo. Parece que, finalmente, luego de varios cuestionamientos, el albertismo decidió salir al cruce.