El candidato presidencial ingresó al auditorio del subsuelo de la universidad metropolitana UMET pasado el mediodía acompañado del dirigente justicialista capitalino Víctor Santamaría, anfitrión del lugar y hombre de confianza de Alberto Fernández. La nave estaba repleta pese al clima lluvioso. La enorme audiencia convocada por los centros de estudios, debate e investigación que conforman Agenda Argentina -Grupo Callao, Espacio Atahualpa, Grupo Fragata, Centro de Formación Génera, Ueplas, entre otros-  esperaban sentados y en orden la palabra del ex Jefe de Gabinete durante el gobierno de Néstor Kirchner.

El objetivo del Foro de Agenda Argentina, que se desarrolló durante la mañana con el trabajo de seis comisiones temáticas, fue comenzar a hilar una plataforma de gobierno en caso de una victoria peronista en octubre. En la primera fila del salón también aguardaban la intervención de Fernández los diputados nacionales Daniel Filmus, Leonardo Grosso, Gabriela Cerruti, Victoria Donda y Cristina Álvarez Rodríguez; las legisladoras porteñas Andrea Conde y Paula Penacca; los economistas Alejandro Vanoli y Paula Español; la investigadora del CONICET Dora Barrancos; el escritor Martín Rodríguez; y los periodistas Darío Gannio y Javier Romero.

Pero, Alberto Fernández sorprendió con el inicio de su alocución, que no dedicó a realzar la necesidad de elaborar un pensamiento estratégico, si no a compartir los infortunios de una mañana ajetreada en la que atendió por sobremanera, dijo, con mimos y baño a su perro Dylan. Esa anécdota dio paso a un discurso de unos quince minutos donde el candidato presidencial elogió el intento de generar una usina de ideas plural, democrática y popular que pueda asistir de insumos técnicos a un nuevo gobierno de mayorías.

“Los intelectuales pueden hacer más rica a la Argentina. ¿Cómo vamos a tener miedo de pensar? Los ejércitos no piensan. Pero, la política sí puede pensar. Ustedes investigan, estudian, generan conocimiento. Entonces, saben que se viene una Argentina difícil. Y para levantar al país vamos a seguir el ejemplo de los países desarrollados que son los que más invierten en ciencia, tecnología e inteligencia”, convocó Fernández.

Ya sobre el cierre del Foro “Hablemos de Ideas” Alberto Fernández elevó más el tono de su voz y, sin perder la perspectiva de tender puentes como la comunidad científica y académica, unió sus conceptos con un claro mensaje de campaña electoral: “No quieren que discutamos que  uno de cada dos pibes es pobre. Y no quiero vivir en un país donde la mitad de los nenes no tiene para comer. Para la Argentina del futuro debemos darle estudio al que no lo tiene. Ustedes, los intelectuales, tienen mucho que dar y hacer en ese sentido. Se terminó el tiempo de las falsas divisiones. Vamos a poner de pie la Argentina, como lo hicimos en el 2003, para que vuelva a ser digno habitar el suelo argentino”.

Diagonales habló con dos de los referentes de la plataforma Agenda Argentina, la socióloga Sol Prieto y el politólogo Nicolás Tereschuk. Prieto, especialista en religión y política, nos dijo que: “Agenda Argentina es un ámbito para poder dar forma al futuro y así evitar una posición defensiva en la que busca situarnos el gobierno al campo popular. Nuestro objetivo está de alguna manera explicitada en nuestro nombre: buscamos generar una agenda de desafíos a tener en cuenta en un gobierno popular. Y esa labor hay que hacerla desde una unidad plural, amplia, una convocatoria que debe ir más allá del peronismo. Y, a su vez, debemos como Agenda Argentina, creo, no sólo centrarnos en resaltar la labor de las universidades, la ciencia y la tecnología, también debemos ponernos el horizonte de pensar políticas para un mejor desarrollo económico y para fortalecer las políticas públicas del Estado”.

Por su parte, Nicolás Tereschuk enfatizó a Diagonales que: “Lo que venimos planteando en Agenda Argentina es, en principio, la necesidad de intervenir en la campaña defendiendo los valores de solidaridad y comunidad que hacen a nuestro frente político. Nos parece importante recalcar eso porque es una instancia clave para, precisamente, contrarrestar el marco de valores que promulga Cambiemos, que pasa por enraizar la meritocracia y las escalas jerárquicas en nuestra sociedad. También nos parece estratégico que nuestra plataforma y nuestra conversación pública incorpore las nuevas demandas de la sociedad que han surgido en los últimos años. Por último, proponemos que, en caso de ganar en octubre, construyamos un Estado que gobierne de forma novedosa. Y eso lo digo porque el fracaso de Macri es de tal envergadura que nos va a forzar a generar medidas y acciones nuevas, innovadoras, acordes para dar respuesta a una crisis social muy honda. Entonces, Agenda Argentina desde su composición amplia, ya que hay gente tanto de la universidad pública como privada, y de identidad peronista pero también de otras tradiciones, busca conectar con una etapa política que reclama heterogeneidad”.

Por último, Agenda Argentina prometió generar instancias parecidas a futuro en el interior del país. El norte del emergente grupo de intelectuales parece buscar otros caminos al transitado por experiencias organizativas similares durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Si Carta Abierta proponía esgrimir un debate de ideas más filoso contra el macrismo, Agenda Argentina tiene su atención puesta en oír al tercer sector, la franja poblacional no identificada con el peronismo ni con Cambiemos y que, en palabras de los organizadores del Foro, constituyen una para nada desatendible porción de “votos blando o lábiles”.

Santiago Cafiero, del Grupo Callao, y mano derecha de Alberto Fernández, fue el último de los oradores que precedieron en la palabra al candidato del Frente de Todxs. Cafiero, precisamente, rescató ese interés del Foro “Hablemos de ideas” por conectar con los indecisos y el electorado independiente. “Debemos salir de nuestra zona de confort. Está convocatoria parte de esa idea. En diciembre, cuando arrancamos y confluimos, no hubiera pensado que unos meses después íbamos a hacer una convocatoria tan grande. Alberto, toda esta gente acá reunida quiere ayudarte en tu próximo gobierno”, prologó Cafiero a Fernández y un aplauso cerrado del auditorio correspondió el acercamiento ofrecido.