El cortocircuito generado en el Frente de Todos en torno a la situación de Venezuela vuelve a generar repercusiones. Es que la condena del Gobierno a la gestión de Nicolás Maduro –que contradijo la defensa del propio representante argentino en la OEA, Carlos Raimundi- ahora propició la renuncia de la embajadora argentina en Rusia, Alicia Castro.

“Quiero presentar mi renuncia como embajadora porque no estoy de acuerdo con la actual política de Relaciones Exteriores”, fue la dura declaración de Castro en un comunicado que se hizo viral en los últimos instantes, y apuntó de manera directa al dilema generado frente a la cuestión Venezuela.

“El voto de Argentina acompañando la Resolución del Grupo de Lima constituye un dramático giro en nuestra política exterior y no difiere en absoluto de lo que hubiera votado el gobierno de (Mauricio) Macri”, disparó Castro. La diplomática hizo referencia a las denuncias internacionales que apuntan violaciones a los derechos humanos bajo el gobierno de Maduro, acusaciones sostenidas desde el mentado Grupo de Lima conducido por la chilena Michelle Bachelet y que la administración de Alberto Fernández decidió acompañar.

La gota que derramó el vaso fue la posición de Carlos Raimundi, quien decidió desestimar el informe del Grupo de Lima y hacer una defensa del gobierno venezolano. Las declaraciones de Raimundi hicieron mella en el oficialismo y el canciller Felipe Solá salió a ratificar la posición oficial de Casa Rosada.

Ahora, la “grieta” frente a Venezuela comienza a mostrar sus consecuencias. “Tenemos en consideración que, en un Frente, no todos pensamos igual. Sabemos que hay entre nosotros dirigentes que siempre estuvieron opuestos al socialismo venezolano -sin haber pisado nunca Venezuela- y hasta alguno que celebró la proclamación de Guaidó”, sostuvo Castro en su comunicado y agregó: “Pero confiamos en que, independientemente de las preferencias, el gobierno del Frente de Todos iba a respetar los principios rectores de No intervención en los asuntos internos de otros estados, Resolución Pacífica de las Controversias, y el principio consagrado de Igualdad Jurídica de los Estados”.