La Argentina recibe este lunes del Fondo Monetario Internacional unos US$ 4.355 millones en concepto de derechos especiales de giro (DEG). En total, el organismo repartirá entre todos sus países miembro alrededor de US$ 650.000 millones. 

Según informaron desde el Gobierno, con ese dinero, el país incrementará sus reservas y contará eventualmente con los fondos necesarios para cumplir con el pago de compromisos en dólares con los organismos internacionales para lo que resta del año en curso, en el caso de que no alcanzara antes un acuerdo con el FMI para reprogramar los vencimientos del préstamo por 44.000 millones de dólares contraídos durante la administración de Mauricio Macri.

Esta distribución histórica de DEGs entrará en vigor el lunes 23 de agosto y se distribuirá según el valor de la cuota de cada una de las naciones o Estados que lo integran.

A pesar de la ayuda que puede significar, lo que queda claro es que el mecanismo vigente determina que el reparto de fondos sea desigual, en detrimento de los países que más recursos necesitan.

Apenas unos 275.000 millones de dólares (unos 193.000 millones de DEG) de la nueva asignación se destinarán a los mercados emergentes y a países en desarrollo, incluidos los bajos ingresos, que son los más afectados por la pandemia de coronavirus. En este marco, a la Argentina, le corresponde el 0,76% de la cuota.