Sin pedir permiso ni esperar autorizaciones de nadie, Axel Kicillof se lanzó definitivamente a la construcción de una alternativa política a Javier Milei. El proceso implica no sólo el armado de un polo propio en la PBA, que tendrá su piedra fundacional este sábado en el plenario abierto “La Patria no se Vende”, en Florencio Varela, sino que ya comienza a trascender las fronteras bonaerenses y se proyecta al resto del país. Ante un Gobierno nacional que se borra de sus responsabilidades para con las administraciones y las poblaciones de las provincias, Kicillof lleva la marca de la gestión bonaerense a una gira nacional, que empieza a sembrar las bases de lo que puedan ser alianzas para enfrentar políticamente a Milei.

Este miércoles, la visita de Kicillof a la provincia de Chubut dejó una imagen de mucha potencia política en la foto junto al gobernador Ignacio Torres. El joven mandatario del PRO saltó con fuerza a la escena nacional hace unos meses en la disputa pública que mantuvo con Milei por los recortes de los fondos coparticipables a su provincia, y cobra además relevancia en un núcleo patagónico que, por caso, puede convertirse en verdugo de la Ley Bases con sus votos en el Senado.

Kicillof apoyó a Torres frente a los ataques que recibió por parte de Milei y en la discusión por los fondos para Chubut, pero ese no fue el primer gesto para con la provincia patagónica. En enero y ante los dramáticos incendios en el Parque Nacional Los Alerces, el gobernador bonaerense envió helicópteros, camionetas forestales y brigadistas en asistencia a la emergencia. Mientras el presidente y el Gobierno nacional libraban la provincia a su suerte, Kicillof prestaba ayuda en un gesto que comenzaría a sembrar una relación con su par chubutense.

X de Axel Kicillof

“Esa es nuestra manera de entender el federalismo”, explican desde la mesa chica del gobernador, y recuerdan una serie de acciones en la misma línea, incluso anteriores al tiempo de Milei: los equipos de intensivistas que en plena pandemia prestaron ayuda en distintas provincias, los bomberos y recursos destinados a combatir los incendios en Corrientes en 2022, los recursos abocados a la lucha contra el narcotráfico en Santa Fe, y la reciente entrega en comodato de 15 ambulancias a Chubut. “Ante la deserción del Gobierno nacional vamos ocupando espacios” sostienen en la Gobernación para describir el proceso de articulaciones que se viene gestando entre las provincias.

Este viernes Kicillof continuará con esa agenda en una nueva visita a Rosario, en la que mantendrá una reunión con Maximiliano Pullaro y firmará un nuevo convenio. Luego, se reunirá con militantes para explicar ese acuerdo y la articulación entre las provincias, para que las bases del peronismo puedan difundirlo y defenderlo. Invitaciones a otras provincias llegan a la Gobernación bonaerense, en una muestra de la vocación por articular que hoy por hoy sienten distintos mandatarios provinciales y que encuentra en Kicillof receptividad y un referente de ese proceso.

Pullaro y Torres comparten con Kicillof una cuestión generacional. Ante la crisis de representatividad de buena parte de la dirigencia política nacional, los tres son gobernadores jóvenes, de distintos espacios políticos y con una buena imagen entre sus representados. Los diálogos y las articulaciones que empiezan a darse en este sentido, y que incluyen a otras provincias y otros mandatarios, configuran un escenario político novedoso en el que las provincias se conectan y se apoyan frente a la retracción del Estado nacional de sus responsabilidades básicas.

Arquitecto nacional

En ese proceso, el gobernador sale a armar políticamente y mostrar su capacidad de gestión. “Esa es nuestra marca más potente”, dicen desde su entorno. En ese sentido, responden también a las críticas que surgieron desde el PRO bonaerense, que apuntaron a Kicillof por llevar recursos de la PBA a otras provincias. “Tienen que volver a leer la Constitución para entender el federalismo. En ningún caso son recursos que se le quitan a los bonaerenses”, explican a Diagonales.

En concreto, la gestión provincial lleva entregadas 320 ambulancias entre los municipios bonaerenses y proyecta la entrega de otras 50 en las próximas semanas. “Toda una planificación establecida que nos permite tener una reserva de vehículos, y ante una crisis sanitaria como la que vive Chubut poder auxiliarla”, describen desde el Gobierno de la PBA, y responden a las críticas del PRO: “Si tuviéramos la desgracia que mañana explotaran esas 320 ambulancias más las 50 próximas a entregarse, las que entregamos en comodato a Chubut volverían inmediatamente”.

Arquitecto nacional

Además de la gestión, Kicillof lleva su política a las provincias. Este viernes, por caso, su ministro de Gobierno y mano derecha, Carlos Bianco, participará de un seminario interprovincial sobre procesos de integración socio urbana en Rosario, junto referentes de Ciudad Futura y el Movimiento Evita: el concejal y ex candidato a intendente de Rosario, Juan Monteverde; el diputado nacional Eduardo Toniolli; el Decano de la Facultad de Arquitectura de la UNR, Pedro Ferrazini; el presidente de Ciudad Futura, Antonio Salinas. Junto a Bianco estarán la directora del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana bonaerense, Romina Barrios, y el director de Abordaje Territorial del organismo, Aníbal Portillo.

En su visita a Chubut, el gobernador bonaerense también compartió un encuentro en la ciudad de Trelew junto a la CGT local, militantes sociales, sindicales y estudiantiles. Algo similar sucederá el viernes en Rosario tras el encuentro con Pullaro, cuando Kicillof se encuentre con la militancia y continúe desplegando su perfil nacional.

Arquitecto nacional

Frente a un Gobierno nacional que reniega abiertamente de sus responsabilidades para con las provincias, insulta y destrata a gobernadores y legisladores provinciales, y se retira de sus funciones en el interior del país, una serie de mandatarios provinciales comienzan a tejer lazos ante ese nuevo mapa político. Kicillof lleva a ese proceso su mirada sobre un proyecto nacional, en el cual su principal carta de presentación es la gestión en la PBA y la solidaridad para auxiliar con recursos a provincias con necesidades más profundas y menores posibilidades.

Junto a su gestión, el gobernador porta su visión política y la expande. Se reúne con las bases y articula con sus pares de otros colores políticos, sin distinción ni limitaciones. La grieta está trazada con Milei de un lado, y todos aquellos que pretendan construir un país más federal, inclusivo, solidario y justo del otro. El arquitecto nacional construye y sienta las bases de una alternativa política.