Con algunas demoras típicas por tardanza o falta de autoridades de mesa en algunos pocos casos, este domingo 19 de noviembre a las 8 de la mañana comenzaron los comicios que definirán al próximo presidente argentino. Pero no se trata de una elección más, sino que es el segundo balotaje presidencial en la Argentina en el que además se juegan dos modelos de país muy distintos.

La primera vez que Argentina fue a una segunda fue en 2015, cuando Mauricio Macri y Daniel Scioli se enfrentaron mano a mano. Ya en ese momento se dirimian proyectos diferentes pero en esta oportunidad, elementos fundacionales del país, como la educación pública y gratuita para todos los habitantes del país, están en discusión. 

Con una previa caliente tanto en la arena política como social y con un clima de mucha incertidumbre, los pronosticos vatician una segunda vuelta pareja y peleada. Tras una elección general de tercios muy marcados, los ciudadanos argentinos deberán definir entre el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, o el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei

A 40 años de la recuperación de la democracia, las encuestan pronostican un resultado parejo y ajustado para el ganador. Con diferencias muy chicas y dentro del margen de error, se trata de la elección con mayor incertidumbre de las últimas cuatro décadas.

Este domingo, 35.844.334 personas están habilitadas para votar en 104.879 meses repartidas en 17.087 escuelas de todo el país.

Arrancaron los comicios en una jornada electoral histórica para la Democracia argentina

LA HISTORIA DEL BALOTAJE EN ARGENTINA

Con la Reforma Constitucional de 1994, se suprimió el Colegio Electoral que hasta entonces había en Argentina y se establece el sistema de segunda vuelta, con elección directa. El artículo 97 de la neuva Carta Magna plantea que "cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus integrantes serán proclamados como Presidente y vicepresidente de la Nación". 

En tanto, el artículo 98 señala que "cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el cuarenta por ciento por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como Presidente y vicepresidente de la Nación". 

En otras palabras: Para ganar en primera vuelva el candidato o candidata necesita más del 45% de los votos o el 40% o más, con 10 puntos de diferencia sobre el segundo. Caso contrario, hay balotaje.

El primer balotaje bajo la nueva constitución tendría que haber ocurrido en 2003. En ese entonces, la crisis y estallido social de 2001 había dejado una fragmentación y descontento político muy fuerte en la sociedad. Eso hizo que ningún candidato se acercara, ni por asomo, al 40%. Carlos Menem alcanzó el 25 por ciento y Néstor Kirchner, el 22. 

El balotaje estaba estipulado para el 18 de mayo, pero Menem se bajó cuatro días antes ante las encuestas negativas.

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En 2015, se dio el único antecedente de segunda vuelta, luego de que Daniel Scioli obtuviera el 37 por ciento en primera vuelta y Mauricio Macri, 34. Luego, en la segunda vuelta, ganó el candidato de Juntos por el Cambio. 

Hubo otro antecedente de balotaje en 1973, cuando la salida electoral al gobierno de facto de 1966, se votó en base a una reforma del Código Electoral en la que se impuso un sistema de balotage. Ese año, Héctor Cámpora alcanzó el 49,5 por ciento y Ricardo Balbín, el 21. Ante lo que hubiera sido una derrota segura y estrepitosa, el candidato de la UCR desistió de competir.