Bendito tú eres entre todas las mujeres

El escenario político argentino quedó copado por un actor principalísimo tras la sorpresa de las PASO del 13 de agosto: la Libertad Avanza se convirtió en el frente más votado a nivel nacional y ganó en 14 provincias del país. Si bien la cara visible y principal representante de ese fenómeno es el economista Javier Milei, lo cierto es que el libertario no está solo en la construcción del espacio que parece haber quebrado definitivamente la polarización entre el peronismo y JxC que ordenó la última década de la política argentina. Más aún, a pesar de que su prédica en contra de muchos postulados del feminismo, contra derechos y sentidos conquistados por el movimiento de mujeres es una de la raíces sobre las que brotó como fenómeno, en los hechos, Milei se rodeó de un importante número de mujeres que están lejos de ser actoras de reparto en la emergencia de la sorpresa libertaria.

Desde la principal armadora política del espacio hasta la candidata a vicepresidenta y superministra; desde la lugarteniente para “la madre de todas las batallas” hasta una de las principales cabezas económicas del espacio; desde las listas hasta importantes lugares de asesoría, las mujeres parecen tender una preponderancia en el armado de La Libertad Avanza que podría hasta ser la envidia de otros espacios políticos muchos más proclives a una perspectiva de género centrada en la igualdad. Aquí, un breve repaso por algunas de esas referencias que en octubre buscarán un salto definitivo al centro de la escena política nacional.

EL JEFE

El cerebro tras la organización del fenómeno Milei durante los últimos dos años no es otro que el de su hermana, Karina Elizabeth Milei. Apenas dos años y medio menor que su hermano, Karina tomó por asalto el centro de las decisiones alrededor de la principal figura de La Libertad Avanza entre las PASO y las generales del 2021, desplazando a otros actores que orbitaban alrededor del libertario. Desde ese entonces, todos y hasta el propio Milei la reconocen como la última voz en la toma de decisiones, al punto de apodarla “el jefe”, paradójicamente utilizando el masculino con el objetivo de darle mayor fuerza a su rol.

Karina Milei nació en CABA y se crió en Villa Devoto, junto a su hermano, su madre ama de casa y su padre colectivero. Es licenciada en Relaciones Públicas de la UADE y artista: pinta cuadros con un estilo bricolaje de soles, lunas y siluetas de madera. Elije el negro para vestirse y actualmente vive en Vicente López, cerca de sus padres, con quienes fue el puente para que Milei se reconciliara durante la pandemia luego de una década sin diálogo entre ellos. Al igual que su hermano, no está casada, no tiene hijos pero comparte su amor por los perros. Su pastor suizo se llama Aarón.

Antes de convertirse en “el jefe” de la comunicación, la campaña y el armado nacional de Milei, Karina manejaba los bienes de su hermano y su carrera como consultor económico. Siempre cercana a la imagen y la carrera del referente libertario, a ella se le atribuyen ciertos cambios en la dinámica del líder de LLA, como el hecho de comenzar a aparecer sólo en los escenarios de sus actos y en modo rockstar, el logo del león negro sobre una bandera amarilla y prácticamente todas las decisiones sobre lo que Milei hace o deja de hacer. Aunque en LLA todos reconocen que nada se hace sin el ok de Karina, la hermana del candidato a presidente más votado en las últimas PASO cultiva el perfil bajo, no brinda entrevistas ni habla en público, y en  esas condiciones llegaría a ser la primera dama si su hermano se impone en octubre o noviembre.

A LEONA PROCESISTA

Si Karina Milei es la gran mujer armadora de LLA, Victoria Villarruel es quizás la principal referencia política femenina del espacio. Algo así como el lugar que María Eugenia Vidal ocupó para Cambiemos en 2015 y por el que fue apodada “la leona”, referencia transferible a la compañera de fórmula de Milei no sólo por la simbología animal con la que el libertario se presenta a sí mismo, sino por una larga trayectoria militante que la llevó donde está y la diferencia del caso de “el jefe”.

Villarruel nació en 1975 en una familia militar. Su padre, Eduardo Villarruel, integró el Ejército Argentino y participó activamente del combate a las organizaciones revolucionarias antes y durante la última dictadura cívico-militar. El Operativo Independencia de 1975 en Tucumán y operaciones contra la guerrilla urbana lo contaron en sus filas. Su abuelo materno, Lauro Destéfani, fue miembro de la armada,  y su tío, Ernesto Guillermo Villarruel, fue Capitan en el Regimiento III de La Tablada, que tuvo a su cargo el centro clandestino de detención “El Vesubio”. Desde ese entorno, Victoria se convirtió rápidamente en una activista que por momentos reivindicó abiertamente el “proceso de reorganización nacional” y la “guerra contra la subversión”.

Pero su gran acierto político en ese sentido fue el tomar el discurso de los Derechos Humanos para aplicarlo a víctimas civiles de hechos cometidos por las organizaciones revolucionarias en los 70. Esa disputa de la categoría de “víctima”, la abogada Villarruel la llevó a fondo en 2006 cuando, frente al impulso kirchnerista de los juicios a los genocidas creó el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv). En 2016, esa sería la primera organización que reivindica la violencia estatal recibida en la Ex Esma por el secretario de Derechos Humanos del macrismo, Claudio Avruj. Dos años antes, Villarruel había coescrito Los otros muertos: Las víctimas civiles del terrorismo guerrillero de los 70, libro en el que la atribuye a la guerrilla unos 1010 muertos civiles a partir de datos publicados en diarios de la época y con serias inconsistencias, como el hecho de que muchos de ellos eran efectivamente militares y otros aparecen en los registros como NN.

Villarruel llegó al Congreso como diputada junto a Milei en la elección del 2021, y le aportó de entrada al frente libertario una buena cuota de su línea ideológica y política. En un acto de la campaña de ese año, vociferó ante miles de personas: “si robarse todo en nombre de los pobres es ser de izquierda, soy de derecha. Si usurpar tierras al Estado y a la gente es de izquierda, soy de derecha. Si defender la impunidad del terrorismo es de izquierda, señores, soy de derecha. Si votar leyes como la ley de alquileres, la ley Micaela, la ley Yolanda, la ley que mete el lenguaje inclusivo en los medios es de izquierda: yo soy de derecha”.

Ese empuje, esa trayectoria militante y sus definiciones, le hicieron ganarse el lugar de candidata a vicepresidenta de la nación. A su vez, Milei ya expresó que de consagrarse presidente, le otorgaría a Villarruel el manejo de uno de sus 8 superministerios, el que unificaría Defensa y Seguridad. Sería el primer caso de una persona que al mismo tiempo reuniera las responsabilidades institucionales de esas dos carteras y la titularidad del Senado de la Nación, a la vez que sería la primera en la línea de sucesión presidencial.

LA LUGARTENIENTE BONAERENSE

Otro de los lugares clave ocupados por mujeres en LLA es la candidatura a la gobernación bonaerense. Y la protagonista en ese caso es Carolina Píparo, la diputada nacional que en pocos años de actividad ya cuenta con una basta experiencia en distintas fuerzas políticas, a la que ahora suma la organización liderada por Milei.

Píparo se hizo conocida por el trágico asalto que sufrió en 2010, en el que dos hombres en moto la interceptaron luego de que retirara dinero de un banco en La Plata para escriturar una casa y terminaron disparándole un tiro que entró por su rostro y dejó alojada la bala en uno de sus pulmones. Estaba embarazada de 8 meses en ese momento, y la intervención quirúrgica tras el asalto implicó una cesárea de urgencia que hizo nacer en forma prematura a Isidro, su hijo, que fallecería a los pocos días. Píparo permaneció 45 días en grave estado hasta que finalmente comenzó a recuperarse.

Luego de ese episodio, la actual diputada abrazó la causa de la lucha contra la inseguridad. Licenciada en trabajo social de la Universidad del Salvador y ex trabajadora del Ministerio de Justicia y Seguridad de la PBA, en 2014 Píparo se unió a la Fundación Pensar, un thintak del PRO que elabora estrategias electorales y en torno a políticas públicas. En 2017, ya afiliada al partido de Macri, Píparo fue promovida como candidata a diputada provincial por la Octava Sección electoral por María Eugenia Vidal, y accedió a una banca logrando el 39,6% de los votos. Luego, en 2019, el intendente platense Julio Garro la designó al frente de la Secretaría de Asistencia a las Víctimas y Políticas de Género del municipio.

En 2021 Píparo volvió al centro de la escena por otro caso, de características muy distintas a la tragedia que sufrió en 2010. Su ahora ex marido, Juan Ignacio Buzali, atropelló en La Plata a dos motociclistas a los que acusó de haber intentado robarles, los arrastró por la calle con el auto y luego se dio a la fuga. Píparo lo acompañaba en ese momento, y la postura de la pareja cuando se comprobó que los motociclistas eran inocentes fue plantear que los confundieron con ladrones. Buzali fue imputado por tentativa de homicidio.

Ese mismo año, mientras aún era diputada provincial, Píparo expuso diferencias con JxC y dio su primer salto entre fuerzas, recalando en el armado libertario de José Luis Espert, Avanza Libertad. En las elecciones fue electa diputada nacional, cargo que aún ostenta, pero en marzo de este 2023 rompió con Espert y conformó el monobloque “Buenos Aires Libre”. Antes de eso, Píparo ya se mostraba en actos públicos con Milei y Villarruel, a quienes incluso acompañó durante el verano a la costa para sus actividades de campaña. Cuando se cayó el primer nombre señalado para la gobernación por el LLA, el del intendente de Chivilcoy, Guillermo Brito, Píparo terminó de concretar su segundo salto político, que hoy la ubica como la cabeza del armado de Milei en el territorio más determinante a nivel electoral y político del país.

MINISTRAS Y CANDIDATAS

Milei ya anunció que, como parte de su “plan motosierra”, sólo dejará en pie 8 Ministerios del Estado en caso de llegar a la presidencia. Al frente de ellos habría al menos tres mujeres. Al ya mencionado caso de Villarruel se sumarían Diana Mondino como titular de Relaciones Exteriores, y Sandra Pettovello al frente de Capital Humano, el superministerio que unificaría Desarrollo Social, Educación y Salud.

Mondino es cordobesa, tiene 65 años y además de eventual ministra es la primera candidata a diputada nacional por la CABA. Es Licenciada en Economía e la Universidad Nacional de Córdoba y tiene un MBA de IESCE, España. Mondino es Directora de Relaciones Institucionales y profesora de Finanzas en los Master en Dirección de Empresas y Master en Finanzas de la Universidad CEMA. Además, fue directora en importantes empresas argentinas como Pampa Energía, Banco Supervielle y Loma Negra. Su fuerte defensa de la dolarización la llevó a ser quizás la principal vocera económica de las propuestas de Milei, rol que viene ejerciendo tanto en el plano local como el internacional. En los últimos días, por ejemplo, circuló la noticia de que será una de las emisarias del libertario para mantener reuniones con inversores de Wall Street a principios de septiembre.

Sandra Pettovello, por su parte, es la tercera candidata a diputada nacional por la CABA y sería la persona que quedaría al frente de la asistencia social, el trabajo, la salud y la educación de los argentinos. Es licenciada en ciencias de la Familia por la Universidad Austral, una carrera de dos años de duración, y se presenta a sí misma como “profesional en desarrollo personal; gestión emocional; en vínculos, familia y pareja; en crisis vitales y duelo; en orientación y reorientación vocacional; en planificación de carrera; en psicología del deporte, y en mindfulness”. Se la señala como una de las mujeres más influyentes del equipo de Milei, y fue una de las que lo acompañó en la presentación de su plan de gobierno a través de las redes sociales.

El armado de LLA tiene, además, mujeres en varias cabezas de listas para las bancas de diputados en algunos de los principales distritos del país. En la PBA, la periodista Marcela Pagano, que dio el salto recientemente a la política, quedó segunda tras la candidatura de Alberto Benegas Lynch. En Santa Fe la lista la encabeza la economista Romina Diez. En Córdoba, encabeza la fundadora de Pumas Libertarios, María Celeste Ponce. En Mendoza, Milei cerró como primera candidata para la Cámara Baja a la actual diputada provincial del Partido Demócrata, Mercedes Llano. Otro caso interesante es el de Lilia Lemoine, artista y amiga personal de Karina y Javier Milei, que va en el octavo lugar de la lista bonaerense pero cuenta con el rol distinguido de se la asesora personal de imagen del candidato libertario, que según contó, ella es “la única que le puede arreglar el pelo”.

Independientemente de sus posturas contrarias a muchos planteos del feminismo, a derechos conquistados por las mujeres como el del aborto legal, seguro y gratuito, a la Educación Sexual Integral y a la perspectiva de género como eje transversal de las políticas públicas y la discusión social, en lo concreto, Javier Milei aparece rodeado de mujeres en muchos de los lugares más preponderantes de su estructura política. Sin ir más lejos, su principal armadora es una mujer, así como su candidata a vicepresidenta y manejar la defensa y la seguridad nacional, su candidata para disputar el principal distrito electoral del país, y las cabezas de listas legislativas en las provincias más importantes. Sin que esto corra un centímetro sus posiciones muchas veces misóginas y anti derechos, de seguro esta cuestión será utilizada como una fortaleza en la campaña que se viene de cara a octubre, para la cual el libertario ya comenzó a moderar su discurso viendo de cerca la chance de ser presidente y entendiendo que debe hablarle a un público aún más amplio que el 30% que ya lo votó en agosto.