Este miércoles, el Congreso de la Nación amaneció vallado y rodeado de cientos de efectivos de las fuerzas de seguridad federales. En la previa a la sesión de la Cámara de Diputados que tratará los vetos de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario y a la Emergencia Pediátrica, Patricia Bullrich desplegó un amplio operativo policial para esperar la Tercera Marcha Federal. 

Estudiantes, docentes, no docentes y autoridades movilizarán a partir del mediodía al Congreso, acompañados por jubilados, trabajadores del Hospital Garrahan, sindicatos, movimientos sociales y partidos políticos para exigir que los diputados rechacen los vetos presidenciales. 

Se espera que la marcha sea realmente masiva. Por ese motivo y por miedo a las repercusiones en la opinión pública, el Gobierno adelantó que no aplicará el protocolo antipiquetes. Sin embargo, el Ministerio de Seguridad dispuso un megaoperativo con 1100 efectivos de las diferentes fuerzas federales.

Según la agencia NA, habrá 700 policías federales, 280 miembros de Gendarmería Nacional, 90 de Prefectura Naval y cerca de 30 agentes de la policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Según trascendió, el Ejecutivo no les ordenará reprimir ante cortes de calle pues saben que será una movilización multitudinaria, pero advirtieron que sí actuarán en caso de que los manifestantes intenten derribar las vallas.