En una jornada que primero comenzó gris y lluviosa, el sol del conurbano apareció en el momento justo. Para el reconforte de quienes se asomaron a recibir al equipo de Patricia Bullrich que comenzó su caminata pasadas por el centro comercial de Adrogué a las 11 de la mañana, ya el mediodía traía un clima ideal.

Incluso algunos se sacaban sus camperas impermeables, pero mantenían la sonrisa de ver a su candidata, que buscó empatizar con los comerciantes de la zona. Los reclamos, los que ya son un canto repetido, la triple I: inseguridad, inflación, incertidumbre. Todos se escuchaban al unísono en una recorrida que empezó en Mitre y Somellera, en la llamada “esquina de la unidad nacional”, y luego continuó por la coqueta zona de Esteban Adrogué.

En “modo rosckstar”, Bullrich cautiva a sus seguidores con una predica simple y al pie. Sus intercambios con los y las adroguenses giraba sobre cuestiones como “poner orden”, “acabar con las mafias”, “terminar con la inflación”, “destruir el narcotráfico y la delincuencia”, e incluso, muchas veces se repetía un eslogan que no pasa desapercibido: “acabar con el kirchnerismo”. La exfuncionaria de la Alianza es muy ágil, deja que sus interlocutores digan por ella lo que ellos saben que piensa (y que luego también dice en el momento oportuno como un disparo y sin tapujos). Muchas veces se reiteraba una expresión de deseo lisa y llana: “Fuerza Patricia, que Dios te bendiga”.

Bullrich presentó a su tropa en Almirante Brown y aplicó “munición gruesa”

A diferencia de lo que ocurrió a comienzos de semana en Quilmes, donde militantes camporistas le gritaban y la esperaban con pancartas con la leyenda “Bullrich= represión”, la cancha donde jugaba la referente de los “halcones” del PRO era más de local en esta ocasión. Muchos ciudadanos de una visible clase media trabajadora y con un promedio de edad, que está más cerca de la denominada “tercera edad” que de los sectores juveniles, le estrechaba su mano tanto a ella como a Petri, Grindetti y Retamoso, y las charlas en los locales se pasaban del tiempo estipulado en el cronograma, donde abudnaban los relatos de historias de vidas complciadas y de “remarla para salir adelante”. “Patricia suele tardar porque se queda hablando de más con la gente cuando hace las recorridas”, se quejó con una cálida e inmaculada sonrisa ante este cronista una de las organizadoras a cargo de que todo se haga en tiempo y forma.

Las formas se mantuvieron pero no los tiempos. Media hora después de la hora pautada, a Bullrich y compañía los esperaban centenares de vecinos en la sede de la Sociedad Italiana de la calle Leonardo Rosales. Muchos también habían estado durante la primera aparición de la precandidata al sillón de Rivadavia y se movieron velozmente al lugar ubicado en la hermosa zona de Brown, plagada de casas chalets de lujo, calles empedradas y sofisticadas edificaciones tradicionalistas. “La mejor ayuda es que se organicen en el salón”, señaló ofuscada otra de las organizadoras de la visita de Bullrich al municipio, con un tono nervioso ante un simpatizante que se mostraba voluntarioso pero errático.

Fue a las 12 y media que el lugar explotó de algarabía cuando los precandidatos por los “halcones” de JxC aparecieron y desfilaron al escenario envueltos entre la muchedumbre que coreaba “Patricia presidenta”. Quien tomó la voz primero fue la anfitriona y precandidata a intendenta de Brown, Florencia Retamoso.

Bullrich presentó a su tropa en Almirante Brown y aplicó “munición gruesa”

El crédito local de Bullrich no la tendrá fácil en las elecciones comunales: habrá tres listas en las internas de la coalición cambiemista, dos que encabezarán la representación del espacio que lidera a nivel nacional Horacio Rodríguez Larreta y la restante, la de la propia Retamoso. “Vamos a cambiar Almirante Brown de manera profunda, tenemos como sendero el camino recorrido por Néstor en Lanús, y tenemos la fuerza y el coraje, pero sobre todo, el apoyo de Patricia Bullrich”, expresó.

Le llegó el turno a Grindetti que no escatimó elogios para su socia: “Es un viento pampero que sopla para traer frescura a la política en Argentina, en la provincia y también en Almirante Brown. Y ese viento lo empuja Patricia Bullrich. Patricia tiene empatía con la gente, es capaz de abrazarse, de escuchar y de llevar soluciones. Pero no son soluciones solo desde la teoría, sino que tiene las convicciones para llevarlas adelante y sabe cómo ejecutarlas, señaló el expresidente del club Independiente, que destacó que cuando Bullrich fue ministra de Seguridad mejoró la seguridad en los distritos del conurbano “porque metía en cana a los chorros y defendía a la gente”.  

Y el climax en la sala llegó cuando Bullrich tomó el micrófono. “Hay muchos que nos dicen que no vamos a poder, que nos dicen que la Argentina no tiene destino, que no puede seguir. Nosotros les decimos a los que nos amenazan que estamos dispuestos a luchar por la Argentina”, planteó desafiante, mientras reforzaba que la Argentina “debe salir del desorden en el que vivimos”. “Hay desorden en la economía, desorden en la seguridad, desorden en todos y cada uno de los aspectos de la vida, completó.

Bullrich presentó a su tropa en Almirante Brown y aplicó “munición gruesa”

Los simpatizantes de la líder gritaban inmediatamente pegado a cada dardo que Bullrich lanzaba contra el kirchnerismo, con mensajes “contra la casta” en los que se posicionó a favor de una vida austera para los políticos (sintonizando con las predicas de Javier Milei). También destacó la necesidad de tener un Estado “chico”. “Vamos a ser el gobierno más austero de la Argentina”, anunció, ante el frenesí de los concurrentes. Arremetió contra el gran problema de la inflación: “Cada día entra ese ministro, ese Estado, y les dice lo que vos tenés hoy ya sale la mitad. Te roban la plata con la inflación”.

Otro de los pasajes fuertes fue cuando se expidió sobre la inseguridad: “Trabajar por la seguridad implica tener las cosas claras y ordenadas en la cabeza. ¿A quien cuidamos? Al pueblo, y ¿a quien protegemos? A las fuerzas de seguridad, que tienen que trabajar con agresividad y con un gobierno que las comprenda. Pero tenemos un principio claro, la ley que nos va a regir es la Constitución, siempre”, enfatizó mientras indicaba que si ella resulta electa intervendrá en Rosario “con todas las fuerzas necesarias para liberar a los rosarinos del flagelo que están viviendo”.

La referente dejó un mensaje final que echa por la borda cualquier acercamiento con las posiciones de centro dentro su coalición, principalmente con las ideas de Larreta sobre ampliar las bases de acuerdo político con expresiones no kirchneristas: “Estamos en un camino en el que muchos nos dicen que tenemos que encontrar un diálogo con los que han destruido la Argentina y nosotros estamos dispuestos a dialogar con los que quieran ir al futuro por una Argentina mejor. Pero no estamos disputas someternos por los que quieren una Argentina que siga en la decadencia. No nos sometemos”, sintetizó.

Los vecinos deliraban y se volvían a acercar a una Bullrich que finalizó de forma exultante una nueva aparición en las calles del conurbano, lugar clave donde se definirá si, como dice, habrá “un cambio profundo”.