El ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Patricia Bullrich presentó este viernes su más reciente adquisición para nutrir el arsenal de las fuerzas nacionales: unas pistolas de aire comprimido capaces de disparar postas de goma cargadas con gas pimienta para inmovilizar e irritar a las víctimas a un rango de distancia corto y medio. Las armas están catalogadas como “no letales” y serán utilizadas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

A partir de la flamante adquisición de “1.000 armas no letales” por parte de la cartera de Seguridad, los efectivos presentes en las zonas aledañas a los aeropuertos nacionales de todo el territorio tendrán en su poder las flamantes pistolas Byrna de aire comprimido, que lanzan postas de goma rellenas de sustancias como, en este caso, gas pimienta. Las armas serán usadas para reducir con métodos “no letales” a personas en un rango de 20 metros aproximadamente del tirador.

“Desde hace mucho tiempo venimos hablando de la urgente necesidad de contar con armas no letales para situaciones en las que es necesario desarticular alguna amenaza que pone en riesgo la integridad física de los ciudadanos o de los agentes de las fuerzas que están en acción. Hoy, la PSA ha incorporado el sistema de armas no letales Byrna”, mencionó Bullrich al anunciar la compra, que representa una nueva adición a los duros protocolos de seguridad implementados por el ministerio sin perjuicio del conocido lema del gobierno de Javier Milei sobre el ajuste económico – “no hay plata”.

Las Byrna no figuran como armas de fuego, y resultan, con todo, menos dañinas que las Taser, las pistolas eléctricas cuyo uso fue discutido durante varios años en las fuerzas hasta su eventual inclusión al repertorio, también por decisión de Bullrich. Sin embargo, el efecto de las nuevas armas no debe ser subestimado: están diseñadas para causar dolor con el impacto de la bala de goma y, luego, irritar y alterar la capacidad respiratoria de la víctima para reducirla por un lapso aproximado de media hora.

Para ello se valen de un mecanismo de tiro con aire comprimido similar al que presentan las famosas pistolas de Paintball, si bien aquí los proyectiles desprenden gas pimienta en vez de pintura. Sin embargo, al igual que en el conocido deporte recreativo, un disparo certero o malintencionado de las Byrna podría causar serias lesiones en la víctima, tanto por el golpe como por los efectos nocivos que provoca el contacto con su contenido.