Frente de Todos llevado al paroxismo. La definición le cabe a una imagen pocas veces o quizás nunca antes vista, que legó para la historia el oficialismo: Presidente y Vicepresidenta hablando casi en paralelo, a pantalla partida, compitiendo por la centralidad y cada uno con su agenda propia. La foto de las transmisiones en simultáneo podrán quedar tal vez como una de las representaciones más acabadas de lo que pudo el experimento todista, al menos en lo que va del mandato y sin muchas perspectivas de que la cosa vaya a cambiar.

Por lo excepcional de sus apariciones públicas, por la envergadura de su figura como una de las principales líderes de la historia del peronismo, y por el operativo clamor que arde frente a su indefinición en relación a una candidatura, la de CFK aparecía ayer como la intervención estrella de la jornada. Pautada originalmente para las 19, en el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos y de la mano del Grupo de Puebla, quizás nadie reparó en que podría superponerse con la inauguración de la Travesía Urbana de la Ruta Nacional 11 que un rato más tarde haría Alberto Fernández desde Chaco. Suspicacias aparte sobre la intencionalidad o la casualidad del caso, lo concreto las palabras de la Vice llegaron pasadas las 21, minutos después de que el Presidente terminara las suyas. ¿Habrán estado pendientes sobre qué decía el otro, especulando para responderse? Los discursos que finalmente brindaron no parecen abonar esa posibilidad, pero a esta altura del FdT nada puede descartarse.

PRESIDENTE Y VICEPRESIDENTA HABLANDO CASI EN PARALELO, A PANTALLA PARTIDA, COMPITIENDO POR LA CENTRALIDAD Y CADA UNO CON SU AGENDA PROPIA. 

CFK cerró ayer una jornada de exposiciones sobre la relación entre democracia y Poder Judicial en el salón Ballena Azul del CCK. “Voluntad Popular y Democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia” fue el título que el Grupo de Puebla dispuso para el evento, en el que también se presentó el libro “Objetivo: Cristina. El lawfare contra la democracia en Argentina”, con artículos de importantes juristas y abogados en torno al caso de la persecución judicial contra CFK. Lo curioso fue que el encuentro, que fue fomentado por el propio Alberto Fernández, uno de los principales referentes del Grupo de Puebla y que apareció recurrentemente en las menciones de los expositores, terminó sirviendo como una nueva tribuna para el operativo clamor por una candidatura de CFK.

Cada uno en la suya, a pantalla partida

Tras una larga espera, la Vicepresidenta ingresó a la Ballena Azul rodeada de los ex presidentes Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mugica, José Luis Rodríguez Zapatero, el jurista internacional Baltazar Garzón, Ernesto Samper y el diputado Eduardo Valdés, al calor del ya clásico “Cristina presidenta” que bajaba de las tribunas. Valdés dio inicio al panel recordando que “Cristina nunca faltó a una audiencia, siempre estuvo a derecho, nunca se profugó como el armador judicial del macrismo” y sentenció que a la Vice le aplican “la doctrina del derecho penal del enemigo, por eso estamos acá para gritar: injusticia”. Nuevamente estalló el público, que esta vez sostuvo el cántico por un par de minutos y hasta que la propia CFK, visiblemente emocionada, tuvo que pedirles que lo cortaran para que pudieran empezar las disertaciones.

“CRISTINA PRESIDENTA” QUE BAJABA DE LAS TRIBUNAS. 

Hubo varias referencias, directas e indirectas, al Presidente en los discursos precedentes al de CFK, frente a las cuales la Vice se mostró inmutable. “La política es contención, tenemos que ser contenidos, moderados, tener coraje pacífico y democrático” dijo el ex presidente español, quizás sin estar al tanto que el kirchnerismo afirmó en su último plenario que “la moderación no  es nuestro idioma”. “Uno de los fundadores del Grupo de Puebla es el Presidente Alberto Fernández, clave para este encuentro y que siempre nos ha pedido apoyarte con fuerza” dijo a su turno Rafael Correa, que minutos antes lanzó que CFK era una “alquimia entre San Martín y Evita”. La Vicepresidenta respondió con sonrisas a la comparación y con indiferencia a la mención al Presidente. Misma reacción que cuando Evo Morales agradeció a Alberto Fernández por haberle “salvado la vida”.

Tweet de Diagonales

CFK no se extendió mucho esta vez en su discurso, en el cual volvió a esquivar las ansias de todo el peronismo por alguna pista sobre cuál será su estrategia política en este 2023. La Vice apuntó contra el lawfer, sobre el cual expresó “es la criminalización de la política, pero no de toda la política, sino de la justicia social ascendente”, e insistió en el vínculo entre el Poder Judicial y los medios: “el lawfer no se explica sin los medios de comunicación, las sentencias se escriben en los medios y después un juez suscribe esa sentencia”.

Una vez más, CFK volvió resaltar la “reconstrucción del Estado democrático constitucional” que Néstor Kirchner inició en 2003 tras la debacle neoliberal y el estallido del 2001. La líder del kirchnerismo lanzó un tiro por elevación a la Corte Suprema, recordando cómo Kirchner tuvo que enfrentar la amenaza de la dolarización por parte de “la Corte de la mayoría automática”, en una de sus constantes referencias a los 12 años del kirchnerismo para compararlos con la actualidad. En esa línea también disparó contra la oposición, a la que le sacó a relucir frases de ayer y hoy en las que reconocían el estado del país en 2015. Para luego sentenciar: “si 2015 no había deudas, no estaba el FMI, había reservas en el Banco Central, los salarios no estaban rezagados sino que en dólares eran los más altos de América Latina. Entonces, ¿me quieren decir qué hicieron en 4 años que entregaron el país hecho percha en el 2019?”.

Para completar el recorrido de su agenda, CFK pidió “recuperar un Poder Judicial no solo por lo que nos puede pasar a nuestros dirigentes populares, sino para enfrentar estos dramas sociales”, en referencia al narcotráfico y la necesidad de desarmar las estructuras de lavado de activos, y luego dejó la frase de tapa: “no me interesa en definitiva si me van a condenar, si me van a meter presa, no me importa, lo que me importa realmente es si vamos a reconstruir un Estado democrático y constitucional en el cual las garantías que establece la constitución no sean cartón pintado”. Una CFK al 100%, ovacionada con pedidos para que sea candidata a presidenta en una actividad que llevaba el sello de Alberto Fernández.

"¿ME QUIEREN DECIR QUÉ HICIERON EN 4 AÑOS QUE ENTREGARON EL PAÍS HECHO PERCHA EN 2019?" 

El Presidente, por su parte, participó el día anterior en el mismo foro y ayer viajó hasta el Chaco de Jorge Capitanich, con su ladero Gabriel Katopodis, para una nueva inauguración. En lo que viene siendo el tono habitual de sus intervenciones, Alberto Fernández habló de las adversidades que le tocó enfrentar como Presidente, los logros que se alcanzaron a pesar de ellas y el futuro de la utopía en el que pidió que “no me dejen soñando solo”.

Cada uno en la suya, a pantalla partida

 “En 2019 le pedí a cada gobernador que me dijera cuáles eran las cinco obras centrales que necesitaba su provincia para poder avanzar. Hoy tengo la tranquilidad de que esos compromisos se han cumplido en todo el país” recordó el presidente anotándose un poroto. “Cuando veo esta ruta construida, uno siente que no hay adversidad que pueda detenernos si existe la voluntad de seguir adelante” insistió, remarcando en el lugar en el que está decidido a pararse de aquí al final de su mandato.

Recordando una vez más la pandemia, la guerra y el estado del país luego del paso del macrismo, el Presidente afirmó haber trabajado incansablemente para que el Norte Grande se integre a la Argentina y se desarrolle, en un mensaje que también puede ser leído como un intento de acercamiento con los gobernadores del peronismo que hoy por hoy parecen haberle soltado la mano en su intención reeleccionista.

Cada uno en la suya, a pantalla partida

Fernández, que al igual que CFK tampoco dio señales concretas en torno a su definición para este año, sí terminó su discurso con una proclama similar a la de la última apertura de sesiones, que dentro de la rosca interna del FdT puede haber caído como un indicio más de que no piensa bajarse de su candidatura en lo inmediato: “No somos todos lo mismo, esa Argentina de la igualdad debemos construirla, y yo esa utopía la tengo más viva que nunca. Lo que les pido es que no me dejen soñándola solo” soltó, y remató “yo les pido que sueñen conmigo, sueñen conmigo esa Argentina igualitaria, federal, industrial, productiva”. ¿Candidato en campaña?

FERNÁNDEZ Y CFK NO DIERON SEÑALES CONCRETAS EN TORNO A SUS DEFINICIONES PARA ESTE AÑO. 

Cada uno con su agenda, con sus fórmulas que ya se vuelven reiterativas, sin hablarse entre sí y sin tomar definiciones que permitan ordenar al FdT. Así pasó un capítulo más del discurrir oficialista, en el que apenas por minutos no se dio la peculiar situación del Presidente y la Vice hablando en simultáneo, a pantalla partida, y cada uno en la suya. CFK recordando los 12 años del kirchnerismo como el paraíso perdido al que se puede y se debe volver, y para lo que es necesario enfrentar al Poder Judicial que juega para los poderosos. Alberto Fernández revolcándose en las tragedias que debió atravesar como Presidente, subiéndole el precio a lo que sí se pudo hacer mientras la inflación supera el 100%, y soñando utopías de igualdad hacia adelante mientras los salarios caen y la pobreza crece. El peronismo estancado en la indefinición de sus dos principales referencias políticas e institucionales de hoy en día. Paroxismo frentetodista.