Luego de llegar a un acuerdo de fondos con el Gobierno por más de 300 millones de pesos, Cáritas Argentina puso distancia y se pronunció en defensa de la labor de las organizaciones sociales, hoy en pleno escenario de batalla con la gestión de Javier Milei. A pesar de haber llegado a un entendimiento con Sandra Pettovello luego de la intervención de la Iglesia, la entidad benéfica lanzó un comunicado donde reivindicó el rol de las agrupaciones que encabezaron piquetes en las últimas semanas.

Luego del acuerdo logrado por Cáritas con la titular del ministerio de Capital Humano, la entidad emitió un comunicado donde remarcó que ello no implicaba desentenderse del rol de las organizaciones populares en el trabajo comunitario en los sectores más vulnerables.

“Se ha malinterpretado dicho compromiso entendiéndolo como un acuerdo exclusivo entre la Iglesia y el Estado para ser los interlocutores únicos o principales validados en la ayuda a los sectores más vulnerables”, señalaron en el documento oficial.

“También expresamos que en el transcurso de los últimos años y a medida que los niveles de pobreza han crecido en la Argentina, hemos aprendido a trabajar con un gran número de movimientos, asociaciones, centros vecinales, sindicatos, etc.”, aclararon.

Hoy nadie puede asumir la cantidad y complejidad del trabajo social de manera individual, y es por eso que insistimos en integrar a todos aquellos que con enorme sensibilidad atienden a los más pobres y en que también se les dé la ayuda necesaria para que puedan seguir haciéndolo. Ciertamente todos podemos crecer en transparencia, y un instrumento preciso son las auditorías”, expresaron desde Cáritas, en busca de una posición intermedia entre la integración de las organizaciones y la cruzada que Pettovello inició contra las dirigencias de las mismas.

Cabe destacar que en las últimas semanas, la cartera conducida por Pettovello quedó en el centro de todas las críticas por su intención de modificar la dinámica de trabajo con las organizaciones sociales, de las que pretende eliminar las mediaciones de dirigentes y coordinadores, para asistir “cara a cara” a las personas beneficiarias. Esto quedó expuesto en la actitud de Pettovello al empecinarse en medio de un reclamo de organizaciones, donde dijo que no recibiría a referentes sino a los que “tienen hambre”.

En este punto, el accionar de la ministra fue repudiado por varios sectores, y tuvo como respuesta al día siguiente una “gran fila” a modo de protesta, para que la funcionaria reciba una por una a las miles de personas que pertenecen a las organizaciones.