Carlos Rovira, su relación del “Carajo” con Milei y una provincia en la palma de su mano
El exgobernador de Misiones habría admitido que el pedido para cambiar el voto por el proyecto de Ficha Limpia de los dos senadores que le responden se lo hizo el propio Presidente. Rovira es el estratega de la política provincial desde hace décadas y es de los preferidos por la administración “libertaria” en los Aportes del Tesoro Nacional. De pasado ligado a Ramón Puerta a establecer la “autonomía” provincial, su ascenso al poder “eterno”.
Luego del impactante desenlace en el Senado, donde el PRO quedó en offside por no haber podido aprobar el proyecto de Ficha Limpia, que buscaba dejar afuera de la contienda electoral nacional a Cristina Fernández de Kirchner pero no incluía la prohibición de cargos para condenas en segunda instancia por crímenes de lesa humanidad, narcotráfico o abusos, todos los ojos se posaban en la responsabilidad de La Libertad Avanza (LLA) por el rechazo final de la iniciativa.
El propio Javier Milei señaló en el Latam Economic Forum 2025 que los votos “no estaban” y el Poder Ejecutivo nacional quedó en el blanco de las acusaciones de sus socios amarillos en este año y medio de gestión “libertaria”.
“Yo confié en usted y me defraudó”, disparó la diputada impulsora del PRO impulsora del proyecto Silvia Lospennato”, aludiendo que fue decisión del mandatario que no se llegara a los 37 votos para que saliera la iniciativa.
“Hoy es un día triste para la República. No solo por la caída de Ficha Limpia en el Senado de la Nación, sino por el comportamiento indigno de quienes dicen ser nuestros aliados, pero aprovechan cualquier oportunidad para intentar ensuciar al Gobierno”, señalaron desde el Gobierno en el comunicado oficial, apenas se conoció la derrota en el Senado.
La Casa Rosada hizo una jugada a dos bandas. Por un lado, debilita la figura de Lospennato que pujaba porque saliera el proyecto de ley a días de la contienda legislativa en la Ciudad de Buenos Aires, en donde compite mano a mano el segundo lugar contra el vocero presidencial Manuel Adorni.
Pero además Milei se asegura mantener a Cristina Kirchner como figura de la oposición a nivel nacional, en un hipotético escenario de disputa en el que confían llegar como favoritos si la candidata fuera la expresidenta.
Mucho menos se menciona el papel que jugó un actor fundamental para que los senadores misioneros renovadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, que habían expresado su apoyo a la norma de Ficha Limpia, se sumaran al rechazo junto al bloque de Unión por la Patria: el exgobernador y lider provincial Carlos Rovira.
UN INTOCABLE
Rovira tiene casi 70 años y es cultor de un perfil bajo y siempre sereno, pero se mantiene más vigente que nunca: desde hace más de dos décadas ordena la política local. El líder del Frente Renovador de la Concordia (FRC) y titular del Partido de la Concordia Social desde el 2003 digita a su antojo la estratagema de poder en Misiones.
Las denuncias hacia Rovira por autoritarismo, corrupción, clientelismo, control social, nepotismo y pérdida de la calidad institucional de la provincia, son frecuentemente deslizadas por lo bajo. El líder se asegura un blindaje mediático como pocos, lo que también aflora críticas por la baja libertad expresión que plantean sus detractores.
A pesar de mostrarse como un “caudillo” en su forma de conducción política, Rovira también siembra un perfil más encasillado con el emprendedurismo moderno, con un discurso más tecnocrático y centrado en el progreso.
Es ingeniero químico de formación por la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), y siempre se muestra interesado en impulsar las nuevas tecnologías y la innovación en una provincia que tiene como pilares económicos fundamentales la producción de yerba mate, el té, los cítricos, el tabaco y la industria forestal.
Además, realizó un posgrado en Ingeniería Sanitaria en la Universidad de Buenos Aires (UBA), desarrolló una carrera en la investigación académica, la docencia, y la consultoría ambiental. Se especializó en estudios sobre la calidad del agua y participó de proyectos de estudios para las represas de Yacyretá y Urugua-í. Complementó su formación con estudios en la Escuela J. F. Kennedy de Administración Pública de la Universidad de Harvard, asistiendo a cursos sobre planeamiento estratégico, liderazgo, gestión y desarrollo, e hizo lo propio con estudios sobre planificación estratégica de ciudades en la ciudad española de Bilbao.
Hijo de la “transversalidad” que impulsó Néstor Kirchner a nivel nacional con referentes provinciales en su llegada a la presidencia, Rovira fue gobernador durante dos mandatos consecutivos (de 1999 a 2003, y de 2003 a 2007). Desde 2007 hasta la última elección del 2023 estuvo de forma ininterrumpida al frente de la Cámara de Representantes misionera, y hoy es diputado provincial.
Para acceder a su puesto como titular del Ejecutivo de Misiones, Rovira se tuvo que abrir paso a la fuerza. Se deshizo de la histórica influencia de un “peso pesado” en la provincia: el fugaz presidente durante la debacle institucional del 2001, Ramón Puerta.
El vínculo entre ambos comenzó luego de la asunción de Puerta como diputado nacional por el PJ en 1987. Rovira tuvo su primera experiencia como secretario privado de quien fuera gobernador de Misiones en dos periodos consecutivos, entre 1991 y 1999. Durante la primera gestión de Puerta, en 1992, fue designado como titular de Vialidad provincial.
Con una relación fría y distante, la lejanía entre ambos dirigentes se transformó en oposición cuando Rovira se convirtió en 1995 en intendente de la ciudad de Posadas. Y sobre todo en 1999, cuando se hizo cargo de la provincia, por el PJ local, siendo figura antagónica de un Puerta que asumía como senador nacional.
Rovira fue por todo en 2003: impulsado por Kirchner, y socio del Frente para la Victoria, lanzó el Frente Renovador de la Concordia (FRC) misionero. Tal y como haría el propio expresidente con su mentor Eduardo Duhalde un par de años después, en Misiones Rovira triunfó en su primer round electoral durante las elecciones a gobernador. Destronó al justicialismo de Puerta con números contundentes: 47,8% a 32,9%.
Pesaba sobre el exgobernador el clamor antipolítica que hizo estallar no sólo al gobierno de la Alianza, sino también a todo funcionario que fuera relacionado con la “vieja política”. Comenzaba una nueva era en Misiones y Rovira supo capitalizarlo.
De la buena relación que supo tejer con Kirchner llegaron las aspiraciones de Rovira para un nuevo salto al vacío: ahora buscaba la rereelección. Para eso debía reformar el artículo 110 de la Constitución provincial, lo que le permitiría competir por un mandato más.
Pero ese intento se transformó en frustración cuando fue derrotado en 2006 por una compacta oposición “social” encabezada por un cura de la diócesis de Iguazú, el obispo emérito Joaquín Piña Batllevel, figura ligada al por entonces cardenal y futuro Papa, Jorge Mario Bergoglio. El “no” a la reforma había ganado con un fuerte 56,5%.
Muchos interpretan que este golpe del Frente Unidos por la Dignidad (FUD), que también incluía a exfuncionarios concordistas, no solo era para Rovira, sino que también se trataba de un mensaje directo de Bergoglio hacia Kirchner, con quien había una enemistad manifiesta.
Con esta posibilidad de mantener el cargo ya desterrada, Rovira comenzó su peregrinaje para buscar sucesor, mientras se hacía lugar como presidente de la Cámara de Representantes. Tomó nota de esa lección: al no poder seguir siendo la cara fuerte del Ejecutivo provincial pudo seguir controlando la agenda, influir en el presupuesto provincial y mantener la cohesión del partido desde su lugar de referencia en el ámbito legislativo.
Una vez terminado su mandato como gobernador, Rovira no le dejó paso a su vicegobernador Pablo Tschirsch, que reclamaba tomar la posta, En cambio fue elegido uno de los socios fundadores de la Renovación, el joven radical Maurice Closs, que gestionó el Ejecutivo provincial en dos periodos, de 2007 a 2011, y de 2011 hasta el 2015. Las tensiones entre Closs, aliado incondicional de Cristina Kirchner, y Rovira nunca estallaron, y fue el “caudillo” quien impuso su hegemonía en esa interna.
Fue durante ese gobierno que el suegro de Rovira y presidente de la constructora Spotorno S.A, el empresario Nelson Spotorno, se adjudicó numerosas obras con licitaciones muy cuestionadas. Closs, por su parte, pudo hacer crescer el negocio familiar, que incluye desde estaciones de servicio de su empresa Petrovalle S.A., hacia la diversificación en los rubros de hotelería y turismo.
En 2015, Rovira optó por el docente y exvicegobernador de Closs, Hugo Passalacqua para ir por la gobernación. Su fórmula de “lealtades” implicaba la cesión del cargo a los inmediatos exvicegobernadores para así evitar rebeliones de funcionarios, con un sistema de “recambio” cerrado y digitado hacia los intereses del líder, díscolos. Con esa misma lógica, en 2019 fue electo Oscar Herrera Ahuad, que había sido vice de Passalacqua, y el propio Passalacqua volvió a asumir como gobernador en 2023.
Ese año 2015, en el que Rovira fue a fondo con su apoyo a la fallida candidatura presidencial de Daniel Scioli, que perdería en el balotaje con Mauricio Macri, le dejó una enseñanza al caudillo: había que desenganchar a la política provincial de la nacional, y construir y mantener como referencia un gobierno local que no se “enroscara” en los debates nacionales. Una impronta “posideologica” sin simbologías, que respondiera a las administraciones nacionales de turno.
En esta línea, Rovira siempre consiguió lo que quiso. Durante el actual gobierno de la gestión de La Libertad Avanza, no fue la excepción. Dándole lugar central al pragmatismo, el líder provincial se aseguró una cuantiosa cantidad de recursos en tiempos donde las provincias que se plantan contra la Casa Rosada sufren el desfinanciamiento.
El voto de los legisladores misioneros se mueve al son de las transferencias del Estado nacional, y desde el 10 de diciembre de 2023, Milei y su tropa ve en ellos aliados de hierro. Y así les pagan: Misiones lidera el ránking del puñado de provincias que reciben Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Concentra el 15% del total de los fondos repartidos.
De acuerdo al informe que presentó la Jefatura de Gabinete a la Cámara de Diputados, en 2024 la provincia del noreste recibió $11.500 millones por emergencia hídrica y otros $1500 millones en concepto de emergencia alimentaria. En lo que va del 2025 el gobierno nacional le giró otros $3000 millones por emergencia ígnea, por lo que la suma total indica unos $16.000 millones en un año y medio.
"El Gobierno no mandó a voltear Ficha Limpia y Javier Milei no habló con Rovira", sostuvo enfáticamente el jefe de Gabinete Guillermo Francos. "El Presidente no tiene contacto con Rovira, ni siquiera tiene el teléfono", completó el funcionario, que se había reunido con Rovira el año pasado y se encargó de difundir la foto.
El Presidente dedicó más de seis horas a dar una entrevista en el canal de streaming “Carajo”, en el programa conducido por su propagandista Daniel Parisini “El Gordo Dan”. El hijo de Rovira, Ramiro, es amigo desde la infancia del dueño de “Carajo”, Agustin Marini, que está vinculado con el poder real de Misiones.
Si es cierto o no si Milei tiene el número telefónico de Rovira es anecdótico. Ambos sabían lo que había que hacer, la conexión hacia mucho que estaba más firme que nunca.