En medio del escándalo desatado por la filtración de chats entre Marcelo D' Alessandro y Silvio Robles, asesor del presidente de la Corte Suprema Horacio Rosatti, Elisa Carrió salió a defender al ministro de Seguridad porteño, quien aseguró es “acosado” por el kichnerismo. 

Para la titular de la Coalición Cívica, el funcionario de la ciudad de Buenos Aires son “las mismas mafias que asesinaron a Nisman” las que hoy “acosan” a D'Alessandro “con escuchas falsas e ilegales”. 

Pero el mensaje de Carrió no estaba destinado sólo a defender al ministro de CABA, sino también a cuestionar al resto de los dirigentes del PRO y a Horacio Rodríguez Larreta por no defender a su funcionario luego de que se conociera que el ministro de Seguridad porteño fue obligado a tomarse una licencia en medio del escándalo. 

No habla muy bien del gobernante que no sostiene al funcionario, ni enfrenta a las mafias”, cuestionó Lilita. Y agregó: "Ya se ha hecho la denuncia penal correspondiente”.

La denuncia a la que hace referencia es la que presentaron este mismo martes los diputados de su partido, Paula Oliveto y Juan Manuel López. En ella, la Coalición Cívica señala a los ministerios de Seguridad, de Defensa y a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) como los responsables de llevar adelante esas “escuchas falsas e ilegales” sobre D'Alessandro. 

Pero además de apuntar contra Aníbal Fernández, Jorge Taiana y Agustín Rossi, los legisladores de la oposición también nombran a César Milani en su denuncia. Los diputados aseguran que la secretaría de Estrategia y Asuntos Militares (Min. Seguridad), cuyo titular es Sergio Rossi, primo del ahora titular de la AFI, contrató a un hombre de confianza de Milani, Marcelo Granitto, y que éste estaría involucrado en las presuntas tareas de espionaje.

Para los denunciantes “se habría generado una estructura dentro del organismo de inteligencia que, naturalmente, habría promovido las condiciones y los medios para que se haya desplegado esta ‘tarea ilegal’ que venimos a poner en su conocimiento”. 

"Cuando el espionaje es realizado desde el Estado, particularmente, desde la coordinación de los organismos dependientes del Ministerio de Seguridad, del Ministerio de Defensa y de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), su gravedad institucional aumenta considerablemente", consideraron.