En medio de una creciente tensión con el Gobierno de Javier Milei, gobernadores de distintos partidos políticos volvieron a reunirse este lunes en las oficinas del  Consejo Federal de Inversiones (CFI) en la ciudad de Buenos Aires para profundizar los reclamos al Ejecutivo nacional por más fondos para sus provincias. Sin embargo, lejos de buscar una actitud conciliadora, Casa Rosada ya salió al cruce y advirtió -una vez más- que no hay plata. 

Pasadas las 11 de la mañana los gobernadores , Axel Kicillof (Buenos Aires) Sergio Ziliotto (La Pampa), Alberto Weretilneck (Río Negro), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Jorge Macri (ciudad de Buenos Aires), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Hugo Passalacqua (Misiones), Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), y Gustavo Sáenz (Salta) se reunieron en el barrio porteño de Retiro para renovar sus demandas por una mayor coparticipación, la situación fiscal de sus provincias, la caída en el consumo y la recesión que afecta también a las actividades comerciales e industriales.

La reunión aún no había terminado, cuando llegó una primera respuesta del Gobierno nacional: un pedido de “mayor compromiso fiscal”.  El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aseguró que algunas provincias "hicieron mucho esfuerzo, pero nunca lo necesario”.

“Hay gobernadores que dicen que han hecho ajustes y otros que no dicen nada”, exclamó. “En la Nación hemos hecho ajustes y bajado muchos impuestos (…) Esperamos que la actitud sea recíproca porque la situación económica del Estado Nacional y de los provinciales deben ser motivo de preocupación de todos los líderes”, añadió. 

"Nosotros siempre tenemos una actitud positiva, trataremos de ver cómo llegamos", completó aunque advirtió que a veces "lo que no dan a veces son los números".