Los cuatro gremios docentes nacionales nucleados en la CGT (SADOP, AMET, CEA Y UDA) anunciaron ayer un paro en todo el país para el próximo lunes 4 de marzo tras el fracaso de las negociaciones en la Secretaría de Trabajo del Ministerio de Capital Humano. Tras la confirmación de la medida de fuerza, el Gobierno salió al cruce y atacó al sindicalismo. 

El Gobierno se niega a reconocer que las conversaciones que lleva adelante con los gremios son parte de la paritaria nacional, dado que sostiene que la negociación salarial del sector le corresponde a cada una de las provincias. Bajo ese argumento, se negaron a aumentar el salario mínimo docente que a nivel nacional sirve como un piso para el resto de las paritarias. 

Además, durante el encuentro que tuvieron ayer, autoridades de la Secretaría de Trabajo confirmaron la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente. Los líderes sindicales cuestionaron la decisión y aseguraron que sin esos recursos, las provincias no podrán pagar el salario de los educadores. 

Lejos de intentar bajar el tono de la discusión, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que el paro docente era una medida “aberrante, repudiable y cuestionable”. 

Además, eludió responsabilidades del Gobierno y, en cambio, apuntó contra el cosecretario general de la Central General de los Trabajadores (CGT), Pablo Moyano: “Es parte del pasado, de una dirigencia sindical que le hizo mucho daño a la Argentina”.

Parte del sindicalismo debe explicar por qué lograron que se cobren sueldos miserables, en la informalidad y que las empresas no quieran invertir. Lo que diga Pablo Moyano, en términos de si gobernamos o tuiteamos, a esta altura poco nos importa”, agregó en respuesta a las críticas del dirigente de Camioneros al tiempo que dedica el presidente Javier Milei a sus redes sociales y los “aprietes” a los gobernadores.