En los tiempos que corren, el internet ha modificado distintos hábitos de la vida cotidiana. Así como ha traído mejoras, avances y ha facilitado muchas cuestiones a millones de personas en el mundo, también ha venido acompañado por la mutación de los delitos tradicionales a la web. 

Argentina es un país que no está ajeno a la denominada "ciberdelincuencia", es por eso que para conocer más de la temática, Diagonales conversó con el abogado Horacio Azzolin, que está a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia y quien explicó que se trata de "un fenómeno que abarca los delitos cometidos contra los sistemas informáticos, por ejemplo, los ataques para robar información o cuando se interrumpen comunicaciones, que son los llamados 'computer crimes' y después los que se denominan 'computer related crimes', que son los delitos tradicionales cometidos a través de internet y ahí entran las amenazas, las estafas y la distribución de pornografía infantil a través de internet". 

Azzolin aclaró que "no intervenimos en todos los casos de ciberdelincuencia sino en los que los fiscales nos piden ayuda y tenemos un equipo interdisciplinario, del cual la mayoría somos abogados pero aparte tenemos técnicos, informáticos y personas de otras profesiones que nos ayudan a diseñar las investigaciones y ver los temas técnicos de las investigaciones cuando es necesario". Agregó que también trabajan "mucho en colaboración con autoridades extranjeras, porque a veces hay que pedir información afuera". 

Respecto a la realidad que se vive en el país con el tema de la ciberdelincuencia, el Fiscal señaló que "lo que nosotros vemos es que hay dos cosas que han crecido mucho. Por un lado, todo lo que es distribución de pornografía infantil y otro tipo de captación de niños por internet en general", a pesar de que aclaró que desde su fiscalía no trabajan "pornografía infantil específicamente", y por otro lado, "está el tema de los fraudes por internet. Todo lo que es las compras en la web con datos de nuestra tarjeta de crédito que nos sacaron, o todo lo que son operaciones bancarias".

"Son las dos cosas que más están creciendo", dijo en referencia a la distribución de la pornografía infantil y a las estafas o fraudes por internet. En este último caso, informó que por lo general es la persona perjudicada la que realiza la denuncia "acá o en otras fiscalías" o a veces también son "los bancos los que hacen la denuncia". 

Horacio Azzolin explicó que trabajan "los delitos cometidos a través de internet o contra un sistema informático, colaborando con los fiscales que lo tocan" y  que "nuestra función principal es investigar el caso y después llevarlo a la Justicia, presentarlo a un Juez e intentar identificar a los responsables". 

Amenazas a través de las redes sociales

"Las amenazas están dentro de nuestra competencia", dijo el Fiscal y agregó que "las redes sociales, han sido una plataforma que permitió la expansión y la proliferación de este tipo de delitos"

En cuanto al trabajo de "rastreo" para dar con la persona que cometió el delito, Azzolin expresó que "toda conexión a internet implica que vos tengas que tener asignada una dirección IP. Esa dirección IP es con la que se empieza a trabajar para intentar rastrear a la persona que estamos investigando. Por ejemplo, alguien envía un correo con una amenaza, nosotros vamos a ver desde qué dirección IP se envió ese correo".

Asimismo aclaró que "eso es lo básico" y que "después empiezan los problemas" porque "las direcciones IP pueden estar enmascaradas. Pueden haber usado algún sistema para ocultar su dirección IP o para que aparezca una dirección IP de otro país cuando se conecta desde Argentina". Destacó que "esos sistemas no son ilegales en sí mismos, sino que permiten el anónimato y es usado por periodistas y disidentes, pero también por personas que cometen delitos". 

Es ahí cuando comienzan a "trabajar con otros indicadores o con otros elementos para tratar de rastrear a la persona" y graficó que "no hay mucha diferencia entre una persona que usa un sistema de conexión a internet anónimo que encontrarnos con un cuerpo y no saber quién lo mató". 

Además resaltó que "cada vez más cosas se hacen por la web y se dejan de hacer fisicamente, entonces el delito lleva también su modelo de negocios a internet" y que "hay cosas que coexisten y cosas que se hacen solamente por internet. Es mucho más fácil, por ejemplo, amenazar por una red social ahora que amenazar personalmente". 

En cuanto a las exigencias y presiones en su labor una vez que toman estado mediático, Azzolin fue tajante "Presión no. Nosotros hemos colaborado en casos. En realidad nuestra mejor publicidad es que no se sepa que estuvimos trabajando. La diferencia es que nuestro trabajo es muy de hormiga y silencioso, con lo cual, por lo general nuestro trabajo no se conoce. Sí hemos prestado colaboración en casos conocidos como la fiesta electrónica, en algún momento, pero es un caso más que tiene un componente mediático". 

En referencia a la trágica fiesta electrónica en Costa Salguero contó que "el fiscal del caso nos pidió colaboración para trabajar en el perfil de las redes sociales de las víctimas, no solamente los chicos que habían fallecido sino también de los que estaban internados y en realidad lo que hicimos fue trabajar con esos perfiles para tratar de determinar si los chicos habían tomado algún tipo de sustancia, qué tipo de sustancia habían tomado y quién se las había proporcionado, en caso de tratarse de una sustancia ilegítima. Esa información se trabajó y se puso a disposición del Juez". 

Luego, cuando se le preguntó si han sufrido cambios en su trabajo diario a partir del cambio de gobierno, Azzolin afirmó que "nuestro trabajo no se modifica. Los casos siguen. La gente sigue teniendo problemas y no le importa quién está en el gobierno".