Por iniciativa de la oposición, avanza en Diputados una reforma del sistema electoral basado en reemplazar la boleta partidaria actual por una boleta única en papel, que de aprobarse se aplicaría en el próximo turno a nivel nacional. Con más de una decena de proyectos sobre la mesa, este martes arrancó el debate en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto y Hacienda. Desde Florencio Randazzo a Rogelio Frigerio, pasando por Graciela Ocaña y Carolina Píparo, varios diputados opositores presentaron el suyo propio. 

Según fuentes parlamentarias, la oposición estaría afinando los detalles de un dictamen unificado, y cree tener los números para imponer la reforma en el recinto en el corto plazo. El modelo a seguir, a priori, sería el cordobés: a modo de una planilla de Excel, la boleta única para las elecciones locales en esa provincia muestra a las agrupaciones políticas en el plano vertical y a las categorías a votar (desde gobernador a concejal) en el horizontal. 

Durante la primera jornada de debate, los argumentos a favor abundaron en los supuestos beneficios que traería el nuevo sistema, relacionados con la “transparencia” del resultado, la facilidad a la hora de fiscalizar y la “nivelación” o “equidad” que garantizaría a priori dentro del cuarto oscuro entre las distintas fuerzas políticas.

Pero también hubo voces, las más serias, que refutaron esas bondades aparentes. Diagonales reunió las cinco principales ideas vertidas por especialistas y dirigentes dentro y fuera de la Cámara baja que desaconsejan esa modificación:  

1- LA BOLETA ÚNICA CONTIENE MENOS INFORMACIÓN QUE LA PARTIDARIA.

“La forma en la que se resuelva el diseño de la boleta puede producir un sesgo de posición de los candidatos y partidos”, sostuvo el politólogo y docente de la carrera de Ciencias Políticas de la UBA, Sebastián Galmarini. Según Galmarini, el orden de presentación de los candidatos en la boleta “puede provocar efectos de selección en favor de unos y en contra de otros”, por lo que el diseño de la misma pasa a tener un peso fundamental y puede ser un método de manipulación política o, en todo caso, de debates interminables entre las fuerzas respecto de quién aparece en qué lugar del papel y por qué. Se puede llegar “al punto de lograr confundir a los ciudadanos y esconder candidatos. Exactamente lo contrario al objetivo declamado de la reforma”, afirmó Galmarini, quien además es director del Banco Provincia. 

Cinco argumentos para desechar la idea de la Boleta Única

En el mismo sentido opinó la presidenta del bloque de FdT en el Senado Bonaerense, María Teresa García: “No es cierto que con la boleta única el elector disponga de más información para votar, todo lo contrario. Este tipo de boleta, por su diseño, oculta información al elector, pues solo los 3 primeros candidatos de la categoría son visibles. En este sentido, el elector cuenta con menos información que con el sistema actual. Esto no solo favorece una mayor personalización (y en ocasiones farandulización) de la política, sino que debilita a las agrupaciones partidarias. En la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, que elige cada dos años 35 diputados nacionales, 32 quedarían fuera de la vista del elector”. 

2- GENERARÍA NUEVOS PROBLEMAS A LA HORA DE FISCALIZAR.

“Todos los partidos políticos están presentes en el escrutinio provisorio, una gran herramienta para tener datos rápidamente el día de la elección. Para eso, los partidos políticos necesitan fiscales. La Boleta Única no va a reducir la cantidad de fiscales, sino que es posible que se reasignen sus funciones. Nada elimina la necesidad de que los partidos políticos no cuenten con fiscales. Un sistema que está a una cruz hecha con birome de anular un voto tampoco puede darse el lujo de no tener fiscales”, aseguró durante el debate en comisiones el periodista, consultor y politólogo Facundo Cruz. 

“Garantizar la oferta, pero sin fiscales, nos puede estar metiendo en un problema que no está generado todavía”, agregó. 

“El Estado le otorga a los partidos políticos una serie de derechos para el funcionamiento democrático. Como contraparte, le exige ciertas obligaciones. Y una de ellas es presentar avales por el 0,4 por ciento del padrón, para ser reconocido como partido de distrito. Esas firmas son fiscales potenciales. Y la coincidencia es homogénea y constante en todo el país: por cada mesa se le está pidiendo a cada partido político que tenga al menos un fiscal”, describió. 

“Decir entonces, que la boleta única es una solución al problema de los fiscales, es desentenderse de las responsabilidades que le exige el Estado a cada partido político”, concluyó. 

3- LA REFORMA ES POCO PRÁCTICA, REQUIERE DE UNA AMPLIA CAPACITACIÓN Y FACILITA EL "TA-TE-TÍ". 

“En algunos casos podría haber boletas de un metro cuadrado, con todos los candidatos para todas las categorías de todas las listas. No sería una exageración poner lupas en el cuarto oscuro, para que quienes tienen problemas de visión logren ver con claridad dónde está el pequeño casillero con los candidatos que deseen votar”, graficó el senador del Frente de Todos Eduardo Valdés, en referencia también a la imagen de una boleta que emulaba cómo sería en un distrito como San Isidro, en la Provincia de Buenos Aires. 

Cinco argumentos para desechar la idea de la Boleta Única

“En distritos populosos, como la Provincia de Buenos Aires, la conjunción de boleta única y elecciones primarias puede ser extremadamente problemática en términos operativos”, dijo al respecto Teresa García, que precisó que en la boleta de San Isidro habría “un total de 2001 precandidatos y precandidatas” de los cuales “solo se muestran los primeros 3”.  

Al respecto, la Directora del Observatorio Electoral de la Conferencia Permanente de América Latina y el Caribe (Coppal), Dolores Gandolfo, consideró que debería realizarse “amplio proceso de capacitación electoral” y que, muchas veces, debatir sin un piso concreto de evidencia de falencias graves un nuevo sistema electoral “trae más problemas que soluciones".

“El principal problema reside en el incremento sustancial del voto cruzado. Al romper los vínculos partidarios que establecen las boletas múltiples partidaria de papel que utilizamos en la actualidad, aumenta el incentivo para gobierno dividido”, dijo por su parte Galmarini. “Existen innumerables investigaciones que aseveran las dificultades resultantes del aumento de la oferta electoral, en contextos de sobre abundancia de información. Ampliar al infinito las opciones podría inducir al voto TA-TE-TI”, concluyó. 

4- PRESENTA UNA POTENCIAL PROFUNDIZACIÓN DEL SESGO DE GÉNERO. 

 "El proyecto titulado boleta única desconoce la ley de paridad y nos retrotrae al 30% de representación para las mujeres, esto sin dudas es importante advertirlo porque pone en evidencia el tratamiento exprés de este tipo de normativas", argumentó Gandolfo.

“Un elemento como la Boleta Única, en combinación con otras estructuras, como desigualdad evidente en materia de género en el sistema político, puede afectar la representación política de las mujeres y los liderazgos femeninos”, aseguraron por su parte las politólogas Malena González Meñasco y Laura Levy Hara. “La boleta única de papel puede implicar una situación de desigualdad que puede dejar afuera a personas por su género”, resumieron. 

5- EL SISTEMA ELECTORAL ARGENTINO ES CONFIABLE.

"Las reformas políticas se suelen implementar cuando algo está saliendo mal o cuando se quiere mejorar algo. Actualmente no hay evidencia sistemática de que algo esté saliendo mal", advirtió Cruz, y agregó que en ese marco, discutir únicamente un “instrumento” como la boleta no resuelve las supuestas falencias del sistema en su conjunto. 

“En Argentina no hay problemas de fraude electoral. Las fuerzas políticas reconocen que el sistema funciona. Claro que todo sistema es perfectible, pero nunca el resultado de las elecciones se ha puesto en cuestión”, sostuvo Teresa García. 

El propio presidente Alberto Fernández, consultado sobre el tema, aseguró que el sistema electoral actual “es una de las pocas cosas que anda bien en la Argentina” y que “nunca hubo cuestionamientos de fraude”. “¿Para qué cambiar?”, se preguntó.

Valdés fue más allá, y se preguntó si la iniciativa opositora no tiene más que ver con contener el “fenómeno Milei”. “Puede haber falencias, pero los resultados son siempre indiscutibles y los traspasos de mando son ordenados y pacíficos, entre sectores políticos que están en las antípodas e incluso disputan los gobiernos con gran intensidad de adversarios. Pero nunca hay denuncias de fraude. Sinceramente, en este tema veo más miedo al surgimiento de otro Javier Milei que a la aparición de un sistema electoral superador”, dijo.