Tras oficializarse el nombre de Daniel Arroyo como precandidato a Diputado por el Frente de Todos, comienzan ya a debatirse los posibles nombres que ocuparán su lugar en el ministerio de Desarrollo Social. Si bien el propio funcionario de Nación informó que seguirá en su puesto durante la campaña, los diferentes sectores del oficialismo ya evalúan figuras para hacerse cargo de una de las áreas más importantes en pleno escenario de pandemia.

Arroyo ocupará el puesto número 12 en la nómina que terminó de conocerse durante el fin de semana, y se convierte en uno de los actuales ministros que dejaría su cargo para trasladarse al Congreso, como también es el caso de Daniel Gollan, actual titular de Salud bonaerense. En el caso de Arroyo, su retirada abre incertidumbre y fuertes disputas de poder hacia adentro del Frente de Todos.

Es que la cartera de Desarrollo Social de la Nación supo ubicarse como uno de los espacios clave del Gobierno. A su monumental caja presupuestaria y su rol como interlocutor de las organizaciones sociales, se suma el actual escenario de emergencia por pandemia, que puso a ese Ministerio en una tarea crucial. La necesidad de políticas de auxilio y contención social generó que la cartera conducida por Arroyo se convierta casi en un termómetro de gestión del oficialismo frente a la emergencia social.

En tanto, ese lugar ahora es visto con fuerte interés por varios sectores que gravitan alrededor del oficialismo, como una oportunidad para incrementar la influencia en el rumbo del Gobierno. Tal es el caso de La Cámpora, donde se habla del posible remplazo de Arroyo por parte de su par de Provincia, Andrés "Cuervo" Larroque. Desde su lugar como ministro de Desarrollo Comunitario bonaerense, Larroque supo hacerse un nombre en importantes negociaciones como fue el caso de la toma de tierras de Guernica.

Por otro lado, los nombres de los intendentes Juan Zabaleta (Hurlingham) y Mariano Cascallares (Almirante Brown) también comenzaron a circular como posibles figuras para Desarrollo Social, maniobra que serviría para no dejarle vía libre a La Cámpora. Ambos son intendentes cercanos a Casa Rosada y de buena relación con Presidencia.

En tanto, el sustituto de Arroyo también representaría un desafío al tratarse de un funcionario llegado a su cargo bajo la tutela de Alberto Fernández y el ala peronista vinculada a Sergio Massa. Su salida expone al Presidente a perder a uno de sus alfiles, tras  un año donde las disputas entre el "albertismo" y los sectores leales a Cristina Fernández de Kirchner supieron tener sus fricciones.

Cabe recordar que el kirchnerismo ya viene de ubicarle dos fichas en el Gabinete de Alberto Fernández, como lo demostró el nombramiento  de Jorge Ferraresi como ministro de Hábitat, o el traslado de ANSES a manos de Fernanda Raverta.

Mientras tanto, desde Balcarce 50 mantienen un silencia prudente sobre la sucesión del cargo de Arroyo, para evitar un conflicto interno en el corto plazo, al mismo tiempo que la campaña ya se pone en marcha con la "unidad" como principal lema.