El calor de la media mañana arreciaba en el perdió ribereño de Costa Salguero mientras la militancia radical iba copando de a poco el escenario predilecto del PRO. El acto por la conmemoración de los 39 años de la vuelta de la democracia prometía ser una plantada de bandera: en medio de las polémicas con el ala dura del macrismo, que radicaliza su discurso y tensa la coalición de JxC, el partido de Raúl Alfonsín eligió una fecha icónica para afirmarse en sus valores históricos de cara a la disputa por el país que se viene.

El 30 de octubre de 1983 Alfonsín se imponía en los primeros comicios tras la dictadura cívico militar y comenzaba el ininterrumpido recorrido de la actual democracia Argentina. Con ese hecho como plataforma, la UCR se juntó este sábado en Costa Salguero para dejar claros mensajes hacia afuera, pero sobre todo hacia adentro de su alianza con el PRO.

Los micros afueras, las cientos de banderas dentro del predio y la militancia enardecida rememoraban un radicalismo vigoroso de otros tiempos que el actual partido quiere volver a ser, luego de un desdibujado paso por la gestión de Cambiemos entre 2015 y 2019. El primer canto que se escuchaba al entrar dejaba claras las aspiraciones “si no va Gerardo, que quilombo se va a armar”. Las banderas, las remeras y las gargantas compartían una consigna: Morales 2023.

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DETRÁS DE ESCENA

El Gobernador de Jujuy y Presidente del partido se mostró como el claro conductor del radicalismo, logrando la presencia de las mayores referencias partidarias e incluso el apoyo de parte de JxC. Atrás parece haber quedado la fuerte pelea del 2021 con Martín Lousteau, Vicepresidente de la UCR y la otra gran estrella de la jornada. La alianza entre el sector de Morales y Evolución parece sellada definitivamente para frenar el fenómeno Facundo Manes. Con él neurocientífico lanzado a la presidencia, el apoyo entre Morales y Losteau para sus sendas candidaturas a Presidente y Jefe de Gobierno porteño es quizá el principal dato que arrojó el acto de Costa Salguero.

Los dos protagonistas principales del encuentro se mantuvieron durante la previa detrás de unos telones negros que dividían el “vip” donde estaban del resto de los referentes radicales, aliados y periodistas que poblaban el detrás de escena del escenario. Entre medias lunas y cafés, dirigentes de la talla de Mario Negri, Luis Naidenoff, Emiliano Yacobitti se mezclaban con nuevos emergentes radicales como Martín Tetaz o Carolina Losada. La Senadora nacional y posible candidata en Santa Fe le dijo a Diagonales que “la propuesta del partido para el 2023 tiene que ser estar unidos, consolidarnos y expresar los valores del radicalismo que son los pide la sociedad, las banderas del radicalismo de siempre que hoy muchos se quisieron robar. Hoy es un día muy especial porque el radicalismo está de pie, está unido y está muy fuerte”.

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La pareja de Losada y también Senador nacional, el formoseño Luis Naidenoff, insistió en la misma línea. “Para el 2023 el radicalismo debe ofrecer proyecto de desarrollo, futuro y fundamentalmente la construcción de valores. La Argentina tiene un problema político central, que se lo resolvió en el 83 y hoy está bacante: recuperar la cultura de la convivencia democrática civilizada entre argentinos y la tolerancia democrática”. Naidenoff se metió en una de las principales polémicas de los últimos días, planteada a partir de los dichos de Macri alrededor del progresismo. “La UCR es un partido progresista por naturaleza, entendiendo el progresismo como un estado de desarrollo, de progreso en base a la cultura del trabajo de los argentinos”.

Los aires acondicionados no daban a basto pero la dirigencia radical se paseaba orgullosa saludándose entre sí en el backstage del acto. Uno de los más requeridos para fotos y saludos era el Presidente del Bloque de Diputados del radicalismo, Mario Negri. Entre fotos y fotos, el cordobés se tomó unos minutos para responder a Diagonales. “La propuesta para el 23 tiene que ser sacar a la democracia del acceso en que está entre la pobreza, la violación de las instituciones, tener un programa, fortalecer la coalición, recrear la esperanza y recrear valores. Y encontrar un camino que nos reencuentre con una sociedad que está agobiada, fatigada”. Para Negri, el “asecho a la democracia” que denunció viene por el lado de “tanto un populismo de izquierda como un populismo de derecha, sabiendo que allí solo hay presente y no hay futuro. Depende de nosotros”.

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El Diputado consideró que la UCR “siempre fue un partido progresista, humanista, que hay que redefinir las relaciones entre el Estado y el mercado pero que hay que apostar a la producción, al empleo, no ponerle la pata encima a los que trabajan”. Sin embargo, Negri evitó la polémica con Macri en relación a sus declaraciones sobre el progresismo “yo no discuto personas, tenemos que discutir ideas. A la coalición hay que ponerla en una senda, en un programa, que es la garantía”. Finalmente, Negri opinó que “seguramente” haya un candidato presidencial radical, uno de los ejes de la rosca interna en JxC hoy por hoy.

El radicalismo porteño estuvo presente con fuerza en Costa Salguero. Uno de sus principales dirigentes, el líder de la Franja morada y Diputado nacional, Emiliano Yacobitti, le expresó a este medio que en 2023 la  UCR intentará “liderar un frente progresista dentro de JxC, que integre todas las fuerzas políticas, tanto el radicalismo como el PRO, la CC, el GEN y ampliarlo hacia algunos sectores del peronismo”. El ladero de Martín Lousteau le bajó el precio a la radicalización de Mauricio Macri, y dijo que “tenemos matices pero lo importante es la unidad y la gente lo va a definir en las PASO”.

LAS PALOMAS PRESENTES

Otro de los grandes datos políticos de la jornada fue el apoyo del larretismo a la movida de Morales y Lousteau. Antes de que los principales referentes radicales salieran al escenario, pudo verse algunos de los principales referentes afines al Jefe de Gobierno porteño paseándose por el backstage y repartiendo saludos. Rogelio Frigerio y Felipe Miguel fueron dos de los principales.

El Jefe de Gabinete porteño señaló a este medio que la presencia del PRO en la jornada radical significó "un respaldo a una fecha histórica, un motivo para celebrar y festejar todos los días los valores que representa la vuelta de la democracia”. Consultado por la posibilidad que el radicalismo presente candidatos propios para la presidencia y la jefatura de gobierno porteño, Felipe Miguel afirmó “para mí eso es secundario a lo que se está celebrando hoy, al armado de propuestas concretas, eso que le podamos ofrecer a los argentinos es mucho más importante que los candidatos”. La unidad, por ahora, no se ve afectada por las definiciones que serán inevitables en pocos meses.

En un momento de la previa todo el detrás de escena se revolucionó. La seguridad comenzó a armar una especie de cordón y los dos protagonistas de la jornada salieron de su guarida para dirigirse  a la entrada trasera del predio. Lousteau y Morales se detuvieron frente a las puertas abiertas y ninguno de los presentes entendía qué estaba sucediendo. Pronto se reveló el enigma. Desde las vallas colocadas afuera, ingresaron el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el Diputado bonaerense Diego Santilli, para brindar un apoyo explícito del ala moderada del PRO a la jornada radical.

El cruce duró apenas unos minutos y algunas fotos. No hubo declaraciones conjuntas, solo abrazos y conversaciones entre los dirigentes y candidatos. ¿Estaban en esas fotos los candidatos presidenciales, porteño y bonaerense de una de las propuestas que presentará JxC? Posiblemente sí, y quizás haya que guardar las imágenes de hoy como una de las primeras muestras de unidad completa de un bloque político que se proyecta dentro de la coalición opositora. Como apoyo de esta hipótesis, ninguna referencia del macrismo o el ala dura del PRO pudo verse en la jornada.

Luego de las fotos de rigor, Larreta se retiró sin dar declaraciones. Santilli, algo más amable con los micrófonos que lo perseguían, le dijo a Diagonales que el acompañamiento del PRO al acto radical “significa Juntos por el Cambio, la unidad para ganarle al kirchnerismo”.

EL RADICALISMO QUE SE PLANTA

Luego de la previa, los referentes radicales comenzaron a ser anunciados uno por uno, provincia por provincia, para copar unas pequeñas gradas que coronaban el escenario del predio de Costa salguero. La intencionalidad estaba clara, mostrar estructura, mostrar volumen político y despliegue en todo el país para demostrar que la UCR es el partido más grande de la oposición y que está dispuesto a hacer valer ese lugar. Los slogans que se alternaban en la pantalla led roja al final del escenario lo expresaban con claridad y contundencia: “Hay líderes”, “Hay gestión”, "Hay partido, hay futuro” y finalmente el slogan del evento, “unidos ganamos”.

Uno por uno los dirigentes fueron subiendo al estrado al calor de los aplausos del público enardecido. Detrás de Martín Lousteau y Gerardo Morales, los más aplaudidos resultaron el recientemente lanzado candidato cordobés, Rodrigo De Loredo, y el porteño Martín Tetaz. Cuando llegó el turno del Gobernador jujeño para subir al escenario, se escuchó con fuerza el otro hit de la jornada: “volveremos volveremos, volveremos otra vez, volveremos con Gerardo, en el 2023”. Por si a alguien le quedaban dudas de cuáles son las aspiraciones del partido centenario para el año que viene y dónde está su conducción.

En su turno en el uso de la palabra, Morales consolidó la línea que sus correligionarios expresaron durante toda la jornada. El Gobernador jujeño habló de la experiencia de gestión, el despliegue territorial y la cantidad de referentes con los que cuenta el radicalismo para aspirar a conducir la coalición opositora, saliendo del lugar de furgón de cola al que los sometió y parece volver a querer someterlos Mauricio Macri.

Las preguntas que se abren tienen que ver ver con cuánta capacidad tendrá el radicalismo para imponer esto en JxC, el alcance de la alianza con Larreta y cómo se plasmará eso en candidaturas. ¿Resignará el actual Jefe de Gobierno la CABA para entregarla a una candidatura de Lousteau como prenda de negociación para cerrar su propia candidatura presidencial? ¿Madura una fórmula Larreta-Morales? ¿Apoyará este sector del radicalismo una candidatura bonaerense de Santilli también como parte de la negociación incluso si significa pisar la figura de Facundo Manes? ¿Son viables estos escenarios dentro de la misma coalición opositora si no hay PASO y sobreviene la necesidad de negociar los lugares en las listas con el ala dura del PRO?

Muchos interrogantes de cara a los meses que se vienen, pero fundamentalmente una certeza del acto de este sábado del radicalismo: se consolida en la oposición un bloque entre el ala mayoritaria de la UCR y el larretismo, en oposición a los sectores duros del PRO y también a los nuevos emergentes radicales como Facundo Manes. Hasta dónde llegará esta alianza es por ahora impredecible, pero habrá que poner en ella un ojo porque resultará un actor protagónico en el 2023. 

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