Dos semanas pasaron desde que en la Cámara de Diputados de la Nación se aprobara la ley que retrotrae a los valores de noviembre las tarifas de los servicios públicos, proyecto impulsado por la oposición y cuestionado duramente desde la plana mayor del Ejecutivo que lamentó tener que recurrir a un veto presidencial en caso de aprobarse. Un acuerdo entre fuerzas del bloque peronista que conduce Miguel Ángel Pichetto y el kirchnerismo le darían los votos necesarios para poner en jaque al Gobierno en un clima social complejo y donde se especula con el costo político que podría traer aparejado el veto de Macri.

La oposición tiene entre ceja y ceja el proyecto y no quiere sorpresas a la hora de conseguir el número de 37 senadores, número mínimo para lograr el quórum, luego de que se especulara con que el oficialismo intentaría hacer caer la sesión. Con la mayoría absoluta, y con un peronismo unido en la Cámara Alta el peronismo lograría aprobar la ley tan cuestionada por Marcos Peña y el mismo presidente Macri.

La estrategia de Cambiemos fracasó al momento de que se diera dictamen hace menos de una semana en  el último plenario de las comisiones de Derechos y Garantías, Presupuesto y Hacienda y Minería, Energía y Combustibles, ya que no logró el suficiente apoyo de los gobernadores, a pesar de que tanto el cordobés Juan Schiaretti como el salteño Juan Manuel Urtubey se inclinaran por rechazar la iniciativa opositora.

El miércoles no sólo se definirá la suerte del proyecto, sino que se pondrá en evidencia la actitud del Gobierno en caso de que se firme el veto. Antes de recurrir a eso, intentará promover una rebaja en el IVA para usuarios residenciales de servicios de electricidad, gas y agua. 

"Si quieren que bajen las tarifas deben votar el proyecto del oficialismo, porque el otro será vetado por el Presidente", aseguró el presidente provicional del Senado, Federico Pinedo al finalizar el plenario de comisiones de la semana pasada.