El peronismo se juega todo en las próximas elecciones y su principal referente nacional, Cristina Fernández de Kirchner, deberá sumar todos los apoyos posibles para romper el techo electoral que mantiene. Por eso, en medio de la fuerte debacle social y económica del país, el kirchnerismo va en busca de limar asperezas con sectores de fuerte confrontación, con tal de ganarle a Cambiemos.

Así lo demuestra la intención de CFK de articular al “peronismo celeste”, que incluya en sus filas al evangelismo argentino, que mostró su peso político durante debates como el aborto, cuya ley de IVE estuvo a punto de ser aprobada el año pasado.

En ese marco, Cristina apostará a cerrar la grieta con la convocatoria a sectores del peronismo ligados a las iglesias evangélicas, que ven con expectativas una inminente reunión con la ex presidenta. Según trascendió, las reuniones comenzarán la semana próxima en el Instituto Patria.

En esta misma sintonía fue observada la visita del diputado Axel Kicillof a la Sociedad Rural de Bragado, donde se reunió con productores de la zona para conocer las inquietudes y demandas del sector. Es que “el campo” es uno de los actores que más desencanto generó con el kirchnerismo  durante sus años de gestión, y ahora ha generado fuertes cruces también con las políticas económicas de Cambiemos.

La reunión fue observada con cautela por distintas entidades agrarias de la zona, que aun observan con recelo cualquier intento de acercamiento del kirchernismo.

Mientras los sectores más vinculados al camporismo duro guardan silencio, CFK digita las condiciones para reunir tanto al PJ todavía disperso, como a religiosos y rurales, en busca de una unidad lo más sólida y plural posible para ganar las urnas.