Apenas pasadas las 14 horas de este jueves comenzaron a sonar las estrofas del himno nacional argentino y se izó la bandera en el recinto del Senado. Cristina Fernández de Kirchner observaba entre sonrisas desde el estrado de la presidencia, dando la cara para el inicio de la sesión más envuelta en polémicas de los últimos años y despejando las especulaciones sobre su posible ausencia. Así se iniciaba la jornada en la que el acuerdo sería aprobado por por abrumadora mayoría, con 56 votos a favor y 13 en contra. Hubo además 3 abstenciones, que por reglamento del Senado se consideran votos negativos. Como sucedió en Diputados, el kirchnerismo duro votó en contra del proyecto.

Tras algunas mociones de preferencia y un homenaje a las víctimas del atentado contra la Embajada de Israel, del que se cumplían 30 años, CFK dio inicio a la sesión y llegó la primera sorpresa de la tarde. Cuando se leyó la lista de los oradores anotados para intervenir durante la sesión, llamó la atención la ausencia de los Senadores y Senadoras leales a la conducción de CFK. Minutos después, esa ausencia se confirmó cuando comenzó a circular en el periodismo la copia de la lista impresa, en la que el kirchnerismo no tiene ningún anotado.

SESIÓN ESPECIAL 17-03-22

Las ausencias más rutilantes son las de los camporistas Mariano Recalde y Anabel Fernández Sagasti, la ex presidenta del bloque oficialista en Diputados durante la presidencia de CFK, Juliana Di Tullio, y el ex Secretario General de la Presidencia y Director de la AFI, Oscar Parrilli. Como había sucedido en Diputados una semana antes, el kirchnerismo dejaba en claro que no participaría de un debate que ya consideraba cerrado desde la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de Diputados debido a su rechazo al proyecto. Más tarde, además, votaría en contra para reafirmar la posición adoptada la semana pasada.

Cristina no duró mucho en la sesión. Durante el primer discurso, del Senador oficialista riojano Ricardo Guerra, la vicepresidenta abandonó el recinto dejando en su reemplazo a Claudia Ledesma Abdala. En el transcurso de la tarde bajaría un rato alrededor de las 19, pero esa sería su última aparición de la jornada. Así como la oposición no tuvo dla foto de CFK entregándole la banda presidencial a Macri en 2015, la Presidenta del Senado volvió a evitar quedar estampada en la imagen de lo que, a su criterio, sería una derrota política. No hubo, en definitiva, foto de Cristina aprobando el acuerdo. 

En su reemplazo Ledesma Abdala presidió la mayor parte de la sesión, y hasta tuvo su momento la modelo y periodista Carolina Losada. Losada reemplazó dos veces a Ledesma Abdala, y tuvo así su debut en la presidencia de la Cámara baja, en una de las sesiones más importantes de la última década y con apenas unos meses de experiencia en la política y el Parlamento.

El debate en sí dejó bastante poco y nada nuevo a lo que ya se venía escuchando. El acuerdo sellado en Diputados entre una parte del Gobierno y la oposición de JxC aseguraba la aprobación, por lo que los discursos de ambos lados de la grieta se centraron en intentar marcar las posiciones que cada sector pretende instalar en la opinión pública. Una guerra de relatos alejada de las difíciles condiciones de vida de la población y que no aportó nada nuevo a las discusiones de fondo que siguen siendo una deuda del sistema político argentino.

En la oposición el eje estuvo puesto en remarcar la idea de que lo que se estaba discutiendo y se votaría en la sesión era un nuevo endeudamiento del Estado argentino, intentando equiparar la toma de deuda del macrismo con esta nueva operación del Frente de Todos.“Esto no es un refinanciamiento, es un nuevo crédito” afirmó el Senador radical chaqueño Zimerman, primer opositor en hacer uso de la palabra, y su línea fue seguida por la totalidad de la coalición. Uno de los más enfáticos en sus planteos fue Martín Lousteau, quien expresó que “estamos tratando la aprobación de un nuevo crédito con el FMI que refinancia el crédito del 2018 y aporta nuevos fondos al ejecutivo”. En la disputa por el relato de la deuda, para JxC resultó crucial resaltar un monto extra al de la refinanciación que la Argentina recibiría como fondos frescos por parte del FMI.

Con una guerra de relatos, voto negativo del kirchnerismo y sin la foto de CFK se aprobó el acuerdo con el FMI

Otra de las fuertes críticas opositoras estuvo ligada al rumbo de la economía del Gobierno. La oposición se despegó cada vez que pudo del programa económico que acompañará al nuevo acuerdo con el Fondo, y arremetió contra el déficit y la pérdida de valor de la moneda argentina que, en muchos de sus discursos, apareció como la gran causa de la salida de dólares del sistema bancario argentino. Uno de los momentos más picantes en ese sentido lo protagonizó el Senador Luis Naidenoff, quien llamó a Martín Guzmán “negociador de la deuda”, rebajándolo se su condición de Ministro, para luego disparar que “no tenemos un Ministro de Economía y el Gobierno tiene que hacerse cargo”.

Otro blanco de los discursos opositores fue, como era lógico esperar, lo que categorizaron como una falta de responsabilidad por parte del Gobierno en general y del kirchnerismo en particular. “Estamos tratando esto a contrarreloj y con mucha responsabilidad, porque ha habido una falta de responsabilidad del oficialismo porque trajo un mal proyecto a Diputados y hubo que trabajar a destajo para lograr otro” dijo Lousteau, quien también criticó la extensión del proceso de negociación entre el Gobierno y el organismo internacional.

Tweet de Fernanda Vallejos

Luis Juez se sumó a a esos cuestionamientos afirmando que “ante tamaño fracaso de este país no hay lugar para la especulación, la especulación no es un camino”. Justificó su voto expresando que “estamos viviendo un momento complejo con un presidente extremadamente débil, por errores ajenos pero muchos propios que degradan la palabra presidencial” y agregó  “nunca pensé que mi primer voto en esta nuevo paso por el Congreso iba a ser para acompañar al Gobierno”. Por último, disparó contra CFK y La Cámpora: “no hay margen por más fanatismo que se tenga para fanatismos personales, la gente la está pasando muy mal para que nosotros con la calculadora estemos especulando”.

El oficialismo, por su parte, se centró remarcar el calamitoso estado en que la gestión Macri dejó la economía del país, lo irregular del crédito otorgado por el FMI en 2018 y su salida por la fuga de capitales, e insistió en que debe continuar la investigación judicial sobre esa deuda. 

“Al fondo se llega cuando hiciste tan mal las cosas que nadie más te presta” afirmó el ex gobernador y Senador Misionero Maurice Closs, quien comparó al FMI con un centro de rehabilitación y dijo que la Argentina llegó ahí porque “el campeón del liberalismo” Mauricio Macri dilapidó la confianza. “Debo creerle al equipo económico que fue fue lo mejor que pudieron lograr; lo que no se puede negar es que va a haber ajuste” dijo para justificar su voto positivo, y chicaneó a la oposición: “no hay que ofenderse” por la investigación de la deuda.

La oriunda de San Luis, Eugenia Catalfamo, calificó al crédito macrista como “la mayor estafa que haya sufrido nuestro país en la larga historia con el FMI”. Afirmó después que “toda deuda odiosa tiene perjudicados”, y que esos perjudicados en este caso son los argentinos por la pérdida de “independencia económica y soberanía política”. Catalfamo pidió por la continuación de la investigación de la deuda y a la hora de la votación fue una de las Senadoras en votar en contra.

Otro duro discurso en ese sentido fue el del Senador Weretilnek, quien luego de comparar la votación de esta noche con la del aborto, expresó que en vez de afrontar la deuda con los acreedores privados que dejaron de refinanciarlo en 2018, el gobierno de cambiemos decidió pagar al contado esa deuda con el crédito del FMI. “a decisión fue equivocada, la pregunta es si fue para devolver gentilezas por los 70 mil millones recibidos en los dos años anteriores” disparó. “Los que vinieron con el dinero se lo llevaron, y no hubo ningún intento por defender el interés nacional en ese momento” prosiguió el oriundo de Río Negro, y concluyó “en términos políticos y económicos este acuerdo con el fondo forma parte de las peores malas praxis de la historia de la deuda pública argentina. Ni los argumentos, ni los efectos ni las consecuencias son los deseables”.

El cierre de la sesión estuvo a cargo del titular del bloque del Frente de Todos, José Mayans, quien se despachó durante unos cuarenta minutos detallando la catástrofe económica que el macrismo dejó tras sus cuatro años de gestión, luego de haber recibido una economía en mucho mejores condiciones que la que entregó en 2019. “Nosotros dijimos que volvíamos para ser mejores, hasta ahora no lo logramos, pero si ustedes vuelven para hacer lo mismo más rápido ,como dice Macri, eso no lo supera nadie” concluyó.

Al finalizar su discurso, apenas pasadas las 23 horas y tras unas 11 de sesión, se procedió a la votación sin la presencia de CFK, quien hacía un rato había dejado trascender que no se presentaría para ese momento. Parrilli, Di Tullio, Fernández Sagasti y Recalde, entre otros senadores fieles a la vicepresidenta, fueron algunos de los que votaron en contra, con algunas sorpresas como la de Adolfo Rodríguez Saá.

Así quedó finalmente aprobado el nuevo acuerdo con el FMI, tras una sesión que resultó una versión bastante devaluada de la que se vivió la semana pasada en Diputados. Con la oposición intentando construir la idea de que el Gobierno se está endeudando tal como hiciera la administración Macri y reivindicando lo que fueron los cuatro años de cambiemos, en los que afirmaron que la deuda contraída fue para saldar deudas anteriores, y el oficialismo atacando con los argumentos ya conocidos de la ilegitimidad de la deuda macrista y su salida vía fuga de capitales. Así transcurrió, con cierta intrascendencia y lejana al interés de la población, una de las sesiones más importantes de las últimas décadas.