Conferencias de prensa: un espacio desaprovechado
Cuando más necesitamos diálogo prevalece el mensaje unidireccional
La situación de crisis desatada por la pandemia de COVID 19 ha permitido replantear las prácticas de comunicación de gobierno en diversas partes del mundo. Un contexto de alta demanda de información ciudadana exige de los gobiernos una comunicación transparente, que permita generar lazos de confianza. Todos esperamos escuchar las medidas que se están tomando día a día, las recomendaciones sanitarias y los datos epidemiológicos.
La conferencia de prensa es una herramienta de comunicación que permite a los ciudadanos ser testigos directos del intercambio entre funcionarios y periodistas. A diferencias de otros espacios de comunicación, como pueden ser las entrevistas, por ejemplo, en las conferencias de prensa asistimos a todas las preguntas y a todas las respuestas.
El acto mismo de brindar una conferencia es sinónimo de transparencia y de apertura al diálogo para el gobierno. Del intercambio público de preguntas y respuestas la ciudadanía sale fortalecida: se enriquece el debate público, siempre que se pregunte con respeto y se responda con información completa y veraz.
Los argentinos tenemos una deuda con respecto a las conferencias de prensa, en especial con las presidenciales. Desde la recuperación democrática en 1983, se han sucedido administraciones de diverso signo político, pero con un rasgo en común: nunca lograron que las conferencias fueran instancias de comunicación institucionalizadas y regulares. Luego de la crisis de 2001, y justamente cuando la política necesitaba recuperar los lazos de confianza con la ciudadanía, se eligió el camino de la comunicación sin intermediaciones: las cadenas nacionales, los spots publicitarios, las entrevistas exclusivas.
En el contexto actual, signado por las incertidumbres, deberíamos preguntarnos por qué no aprovechamos las ventajas de esta herramienta de comunicación. Para el periodismo, implica igualdad de acceso para todos los medios y contacto directo con la fuente informativa. Para el poder político, permite una convocatoria simultánea a diferentes medios y garantiza la transmisión de transparencia. Las ventajas que genera en la ciudadanía en su conjunto ya han sido enumeradas.
El presidente Alberto Fernández eligió a la conferencia de prensa como herramienta para comunicar las primeras decisiones del gobierno nacional frente a la pandemia. El 15 de marzo de 2020 se realizó la primera conferencia de prensa conjunta entre el presidente Fernández, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Allí se comunicaron los resultados de una reunión de seguimiento sobre el avance del coronavirus en el país. A partir de esa fecha, se alternaron las conferencias de prensa con los mensajes grabados, que excluyen la posibilidad de realizar preguntas. Tampoco el Jefe de Gabinete de Ministros ofrece conferencias de forma regular. Así, cuando más necesitamos diálogo prevalece el mensaje unidireccional. Esta práctica, que no es nueva en nuestro país, constituye lamentablemente, hasta ahora, una oportunidad perdida para mejorar la calidad de la deliberación pública. Debemos ejercitar, hoy más que nunca, el diálogo entre periodistas y funcionarios, después de años de ausencia de estos espacios de intercambio abierto. Es un desafío de todos: reaprender a preguntar y a responder. Vale la pena intentarlo, si queremos una comunicación de gobierno que vuelva a intentar recuperar la confianza perdida, en momentos en que es urgente.
*Magíster en Gestión Política (UCC). Investigador en comunicación (Infociudadana). Twitter: @nicorotelli