Con la llegada de Javier Milei al poder, la obra pública quedó completamente paralizada y si a eso le sumamos la devaluciación, una alta inflación que lleva acumulado un 65% hasta abril, una brutal caída del consumo y un notorio descenso de la actividad económica, la crisis se profundiza especialmente en la construcción. 

Entre cálculos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), se estima que durante los últimos seis meses se perdieron más de 100.000 puestos de trabajo formales en el sector.  

Según datos del Indec, en noviembre de 2023 habían 444.024 puestos en la actividad de la construcción, pero en marzo de este año, el número bajó a 391.637 empleos; 52.387 puestos de trabajo menos. 

Por su parte, la Cámara Argentina de la Construcción reveló que entre marzo y junio se perdieron otros 50.000 empleos formales del sector. 

Es decir que en los seis meses de gobierno de Javier Milei, ya se perdieron más 102.000 puestos de trabajo formales en la construcción, más de 430 por día. Aunque en la realidad, ese número es aún mayor porque en el sector hay un gran porcentaje de trabajo informal que también se ve afectado. 

Es que la caída de la actividad continúa y en abril de este año, según un informe del Indec, la construcción se contrajo 37,2%, luego de haberse desplomado un 42,2% en el tercer mes del año.

El organismo de estadísicas y censos desarrolló una encuesta entre grandes empresas del sector que reveló que "el 59,8% de las empresas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará durante los próximos tres meses, mientras que 32,7% estima que disminuirá y 7,5% que aumentará”. 

El presidente de Camarco, Gustavo Weiss, explicó que “el grueso de los puestos de trabajo que se perdieron se explica por el parate de la obra pública" y señaló que "también hay una caída muy grande de la industria vinculada a la construcción y refacción de viviendas unifamiliares, pero eso abarca todo lo que es el empleo informal”.