A casi una semana de ocurrido el atentado contra la vida de Cristina Fernández de Kirchner, las manifestaciones públicas en su defensa vuelven a las calles poco a poco. Durante la jornada de ayer, un grupo de jubilados marchó en el centro porteño contra el “lawfare” y, para este miércoles, se espera otra demostración de defensa por parte de trabajadores de Vialidad.

Se trata de una medida general de trabajadores de Vialidad Nacional que planean realizar un “banderazo” en todas las sedes del organismo bajo la consigna “Basta de lawfare y en defensa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner”.

Vamos a estar realizando un banderazo en todo el país en todas las sedes de Vialidad Nacional con epicentro en la casa central en la ciudad de Buenos Aires, bajo la consigna de "Basta de lawfare en Vialidad Nacional”, anunció el secretario general del Sindicato de Empleados Viales (Sevina), Fabián Cattanzaro, en declaraciones a Télam, donde subrayó que “Vialidad Nacional, es una de las últimas empresas estatales con el presupuesto más grande de obra pública de la Argentina”.

En tanto, ayer se movilizó un grupo de jubilados y jubiladas hacia la zona del Congerso, en rechazo a las expresiones de odio mediáticas y políticas que se enmarcaron en el intento de magnicidio. “Salimos a las calles en apoyo a Cristina pero también en defensa de la democracia que tanto esfuerzo y sangre nos costó”, indicaron desde el colectivo, donde confluyeron sectores de adultos mayores alineados al kirchnerismo.

Cabe remarcar que, al día siguiente del propio atentado, medio millón de personas se dirigieron a la Plaza de Mayo a repudiar el hecho y enviar un mensaje tanto de apoyo a CFK como de alerta por el clima de beligerancia y persecución política que representa, como consagración final, el intento de de asesinato de la Vicepresidenta.

En ese sentido, las demostraciones públicas de apoyo a Fernández de Kirchner venían en un ritmo permanente en las últimas semanas, con las mentadas vigilias y concentraciones en los alrededores de Uruguay y Juncal, en el barrio de Recoleta. Allí, la permanente intervención policial por parte del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta generó una escalada de tensión que terminó por derivar en operativos represivos.

En tanto, el intento de magnicidio generó una conmoción general que frenó todas las intervenciones públicas frente al conflicto por el “lawfare” e impuso un estado general de alerta y llamado a terminar con la “radicalización” de posiciones. Ahora, las expresiones públicas vuelven a la calle de manera paulatina.