A pesar de que la crisis política del oficialismo los eclipse, la economía argentina sigue arrojando datos positivos que en otro contexto serían difundidos y festejados con mucha más efusividad. Contrapesando la balanza de la altísima inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, al crecimiento de más del 10% en 2021, la leve reducción de la pobreza y la caída del desempleo a los niveles más bajos desde 2015, ahora puede sumarse una notable expansión de la economía del conocimiento durante el año pasado. Un sector estratégico para el Ministerio de Producción, que dio en estos días números de respaldo a Matías Kulfas, uno de los funcionarios del equipo económico que siempre está en la mira del kirchnerismo.

En la disputa por la orientación económica del Gobierno hay dos posiciones muy marcadas. El equipo económico de Alberto Fernández, del cual Martín Guzmán y Matías Kulfas son dos piezas principales, apuesta a sostener niveles de crecimiento y actividad económica que, tras el parate de la pandemia, vienen marcando registros por encima de lo esperado. Ese crecimiento, para este sector del oficialismo, debe alinear los indicadores de la macroeconomía con la micro para ser sostenible. Desde el kirchnerismo la crítica es que la apropiación de ese crecimiento queda en manos de pocos y no se siente en los bolsillos de las mayorías argentinas, con el peligro electoral que eso representa. Ambos sectores tienen números para respaldar sus lecturas, y de estas diferencias surgen discusiones como la que se viene dando hace un año en torno a las tarifas y la energía.

EXPORTACIONES

En ese contexto, la semana pasada se conocieron números sobre la evolución de la economía del conocimiento como sector de la economía que pueden llevar algo de agua para el molino de Kulfas. Argencon, la entidad que nuclea a empresas prestadoras de servicios de todas las ramas de la economía del conocimiento difundió un informe que mostró que el empleo en el sector durante segundo semestre de 2021 alcanzó niveles récord. Además, se informó que las exportaciones del sector crecieron hasta los 6.442 millones de dólares ese año, quebrando una tendencia de tres años seguidos de caída en ese rubro y llegando al 87% del mejor registro histórico entre los primeros trimestres del 2017 y 2018. Asé, 2021 representó el tercer mejor año de la historia para las exportaciones del sector.

Pero la mejor noticia para el Ministerio de Producción en este sentido es que la tendencia es al alza, tal como informó Argencon: “Considerando el valor exportado por trimestre, la tendencia de año 2021 es muy elocuente: los valores del 2do, 3er y 4to trimestres muestran un sostenido crecimiento –en millones: U$S1.428, U$S 1644 y U$S 1.867, respectivamente-. El valor del 4to trimestre es el segundo mayor histórico, solo superado por el 4to trimestre de 2017”.

Desde Producción destacaron que estos niveles de exportación representaron un crecimiento del 14,2% interanual,  casi cuatro puntos por encima del crecimiento promedio de la economía del 10,3%, posicionando a los Servicios Basados en el Conocimiento (SBC) como el cuarto sector exportador del país. Sólo lo superan el complejo sojero, que exportó USD 28.841 millones, el maicero con USD 9.295 millones y el automotriz con USD 7.100 millones.

La economía del conocimiento podría incluso quedar como el tercer sector exportador del país si se considera un elemento destacado por Argencon. La entidad plateó que unos USD 1.800 millones habrían quedado por fuera del registro por tratarse de empleo informal de freelancers en relación directa con empresas del exterior. Si se sumara ese monto a los USD 6.442 millones registrados, la cifra total llegaría a unos 8.242 millones de dólares y 2021 pasaría a ser el mejor año de la historia en cuanto al volumen económico del sector.

El Ministerio de Desarrollo Productivo destinó más de $12 mil millones en 2021 para promover empresas y proyectos del sector. Ese aporte benefició a unas 1.000 entidades y se dividió en unos $4.000 millones en aportes no reembolsables y $8.600 millones en beneficios fiscales para empresas. Se presentaron durante el año unas 730 empresas de todos los tamaños para acceder al Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento, de las cuales unas 360 ya reciben esos beneficios en la financiación de unos 620 proyectos.

MÁS EMPLEO Y DE CALIDAD

El informe de la entidad expresó que la economía del conocimiento alcanzó en el tercer trimestre de 2021 su máximo histórico en términos de cantidad de puestos de trabajo, empleando a 454.000 trabajadores y trabajadoras. Estos valores representan un crecimiento interanual del 7,9%, más del doble de la suba promedio de la tasa de empleo que fue del 3,5%, y ubican al sector un 3,2% por encima de los niveles de 2019. “El total de trabajadores del sector en relación al total de la economía llegó a 7,27%, su mejor marca desde 1996” informaron desde Producción. El subsector con mejor desempeño en este sentido fue Software y Servicios Informáticos (SSI), en el que se crearon 15.200 puestos de trabajo.

Pero la economía del conocimiento no sólo tiró para arriba el nivel general de empleo, sino que representó la creación de puestos de trabajo de los mejores remunerados en el país. La cartera que conduce Kulfas afirmó en este sentido que “remuneración anual promedio de los asalariados registrados en empresas SBC manifestó un incremento interanual de 13,4% y se instaló alrededor de los USD 15.100 durante el año 2021, 27,5% mayor al promedio del país. Nuevamente, el subsector de SSI aparece como el mejor pago de los SBC y, con una retribución anual promedio cercana a los USD 23.500, alcanzó una brecha de 87,5% en relación a la media de la economía (+12,3 puntos porcentuales en relación a 2020)”.

FEDERALIZACIÓN DE LA POLÍTICA PÚBLICA

Otro eje importante del despliegue del sector es el impulso que viene recibiendo para desarrollar polos productivos en todas las provincias del país. En agosto del año pasado, el Ministro Kulfas lanzó el Programa Nodos, una de las 14 iniciativas de la Subsecretaría de Economía del Conocimiento, cuyo objetivo fue la financiación de al menos un emprendimiento del sector en cada provincia. Podían acceder a este financiamiento tanto entidades estatales como provincias o municipios como clousters privados del sector y universidades. La intención era generar polos y parques tecnológicos a los largo del país.

La inversión inicial anunciada en agosto era de unos $600 millones, pero a febrero del 2020 se llevaban otorgados unos $950 millones en 68 proyectos, 30 de gobiernos municipales ($407 millones), 19 de gobiernos e instituciones provinciales ($302 millones) y 19 de personas jurídicas del sector privado ($237 millones).

La distribución geográfica fue de 15 proyectos para la provincia de Buenos aires; 5 para Córdoba, Entre Ríos y Mendoza;  4 para Misiones; 3 para San Juan, Santa Fe, Tierra del Fuego y la CABA; 2 para Chubut, Corrientes, Río Negro, Formosa, Santa Cruz, Tucumán, Jujuy y Chaco; y 1 para Salta, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, San Luis y La Pampa. Actualmente se encuentra abierta nueva convocatoria para una segunda edición de este programa.

SEGMENTACIÓN EN LOS BENEFICIOS

La Ley de Economía del Conocimiento vigente fue sancionada en octubre del 2020 y reglamentada en diciembre de ese año. Representó una actualización de la Ley de Software que impulsara Néstor Kirchner en 2004, reconvertida en Ley de Economía del Conocimiento durante el gobierno de Macri en 2019. Algunas modificaciones implementadas en 2020 a la ley del macrismo explican la nueva dinámica del sector, donde no sólo crecen las empresas multinacionales sino que se verifica una expansión de las PyMES.

Las críticas que se le hacían a la legislación del 2019 argumentaban que estaba hecha a la medida de los gigantes del sector, como Mercado Libre o Globant. Las exenciones impositivas que planteaba no tenían segmentación alguna, y de esa manera recibían los mismos beneficios una PyME que la multinacional de Marcos Galperín.

En la Ley actual se mantuvieron las exenciones impositivas, pero se pusieron topes para las grandes empresas para beneficiar con mayores descuentos a las pequeñas y medianas. El tope tiene que ver con la cantidad de empleados sobre los que se descuentan el 70% de los aportes patronales, que se estableció en un máximo de 3.745. En cuanto a las reducciones impositivas, las grandes empresas reciben una baja del 20% en impuesto a las ganancias, las medianas un 40% y las pequeñas un 60%.

En un contexto nacional donde la entrada de dólares genuinos significa un oxígeno macroeconómico más que necesario, y la creación de empleo genuino y de calidad un oxígeno social para empezar a dar una sensación de salida de la crisis, el sector de la economía del conocimiento se transforma en una buena noticia para el Gobierno. Y en el contexto de la interna con el kirchnerismo, estos números podrán ser una de las cartas que Matías Kulfas pueda tirar sobre la mesa si las tensiones escalan.

Lo cierto es que, tal como sucedió con el crecimiento y la caída del desempleo, la puja interna dentro del oficialismo no le termina permitiendo construir un relato potente y unificado para consolidar este tipo de informaciones en la sociedad. Restará ver si el equipo económico de Alberto Fernández puede seguir generando buenas noticias y traccionar al kirchnerismo hacia una postura más optimista donde se unifique el relato oficialista. De eso dependerá, en buena medida, cuán competitivo pueda llegar el Frente de Todos al 2023, que cada vez queda más cerca.