Creció la inseguridad alimentaria entre los chicos de clase media durante el primer año de Milei
Un informe de la UCA reveló que casi 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes del país sufrieron alguna privación alimentaria durante 2024. La mitad de ellos, de forma severa.
El Observatorio de la Deuda Social de la UCA reveló que durante 2024, la alimentación fue una variable de ajuste en los hogares de unos 4,3 millones de niños, niñas y adolescentes de Argentina. Ello significa que casi 4 de cada 10 chicos del país padecieron inseguridad alimentaria durante el primer año de gobierno de Javier Milei.
La caída del poder adquisitivo, el aumento de los servicios y el encarecimiento del costo de vida en general hizo que muchas familias optaran por reducir las raciones, reemplazar alimentos por otros con menos nutrientes o incluso saltearse comidas.
El informe “Inseguridad alimentaria en la infancia argentina: un problema estructural observado en la coyuntura actual” sostiene que el fenómeno alcanzó al 35,5% de los chicos y chicas de hasta 17 años. De ese total, el 16,5% padeció formas de inseguridad alimentarias “severas” en las que el niño pasa hambre.
Se trata de uno de los peores indicadores desde 2010 hasta la actualidad, solo superado por los números de la pandemia en 2020 cuando la inseguridad alimentaria alcanzó a casi el 37% de los niños del país. Aunque en ese entonces, las formas severas fueron levemente menores (15%).
Ahora bien, en 2024 la inseguridad alimentaria no solo creció significativamente en los sectores más vulnerables sino también en la clase media argentina.
El documento señala que en 2024, la inseguridad alimentaria alcanzó al 59% de los niños, niñas y adolescentes que viven en los hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza. En tanto, en el sector “medio” las privaciones alimentarias alcanzaron al 36% de los chicos y chicas del segmento. Finalmente, en la denominada clase media-alta, la inseguridad alimentaria llegó a el 8% de los menores de 17 años con formas menos severas.
Diez años atrás, la cifra que reflejaba la inseguridad alimentaria entre chicos de clase media era del 17%. Desde entonces, el número fue aumentando hasta llegar a su pico máximo durante el primer año de gobierno de Javier Milei; incluso superando los indicadores de 2020. Según el Observatorio de la UCA, se trata de hogares de clase media empobrecita donde prima el trabajo precarizado, es decir con jornadas diarias de 8 o 9 horas pero sin derechos laborales.
"La inseguridad alimentaria es un fenómeno dinámico y fuertemente influido por condiciones
estructurales como el tipo de hogar, el nivel socioeconómico y la situación laboral. Aunque políticas como la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar ayudan a mitigar el riesgo
alimentario, su impacto es limitado frente a factores estructurales persistentes, especialmente la precariedad laboral de los adultos", señala el informe de la UCA.
En ese sentido, remarca que las privaciones alimentarias “afectan de modo particular a hogares pobres, con jefes/as con inserción laboral precaria, monoparentales y numerosos (5 o más miembros)”, pero sostiene que el empleo “es el factor más decisivo”.
Por ese motivo, el aumento de la inseguridad alimentaria en los hogares medios no es un dato menor y revela un empobrecimiento de la clase media argentina y una precarización del mercado laboral durante el primer año de gobierno libertario.
.