Hay diferencias en Cambiemos en torno a las posturas sobre el aborto. En las últimas horas el funcionario de María Eugenia Vidal, Joaquín de la Torre, salió a criticar duramente al titular de la Cartera de Salud de Mauricio Macri por defender el aborto. "Debería atender mejor sus obligaciones", lanzó el ministro de Gobierno bonaerense. 

De la Torre fue uno de los impulsores de las marchas "pro vida" e incluso llevó micros de su municipio San Miguel para que los vecinos acompañaran el reclamo contra la legalización del aborto. Ahora, luego del cierre del debate en comisiones, el funcionario vidalista cruzó a su par de Salud de Nación, Adolfo Rubinstein, por calificar el proyecto que propone aborto legal, seguro y gratuito como "histórico". 

El intendente de San Miguel en uso de licencia sostiene que el 60% de los argentinos piensa como él. Al referirse a las palabras de Rubinstein lanzó: "Me llenó de tristeza" y lo acusó de tener una postura "tendenciosa". 

"Creo que el núcleo de la discusión, si queremos plantearla en serio, pasa por reconocer el momento en que la vida comienza. Y ninguno de los oradores que se manifestó a favor de la despenalización ha podido defender científicamente que la vida no comienza en el momento de la concepción", afirmó el funcionario provincial que no viene ocupando un lugar de importancia en el esquema de María Eugenia Vidal. 

Además expresó que "en particular me llenó de tristeza la exposición del ministro de Salud. Lejos de echar luz y aportar datos relevantes para enriquecer el debate como había pedido el Presidente, su discurso quedó perdido en un laberinto de estadísticas usadas tendenciosamente, cifras que no pueden ser comprobadas y ausencia de datos científicos. Incluso llegó a confundir a la audiencia igualando un embarazo no planificado con uno no deseado."

Para de la Torre, Rubinstein "generó desconcierto, haciendo creer que su postura era la postura oficial. Quienes lo escuchaban no tenían claro si estaba hablando como médico o como ministro."

Cabe señalar que previo a que el proyecto se debata en el recinto, el ministro vidalista le había reclamado a su par de Salud de Nación que "en vez de preocuparse tanto por lograr aplicar las excepciones del protocolo no punible, debería atender mejor sus obligaciones: programas que funcionan hace años para acompañar a las mujeres y a los niños en la primera infancia hoy se encuentran desfinanciados".

"De diciembre de 2015 a enero de 2016, se redujo drásticamente el monto que se paga por las distintas prestaciones del plan SUMAR, por ejemplo, el control de niño sano, pasó de los $ 120 a $ 60, cifra que hoy se mantiene. Por un parto en 2014 se recibían $ 600, hoy $ 300. A esto se suma la ineficiencia en el reparto de vacunas. Municipios que llevaban a cabo importantes campañas, hoy no pueden hacerlas porque faltan los insumos. Algo parecido está pasando también con el Programa REMEDIAR, que abastece de medicamentos los Centros de Atención Primaria: antibióticos comunes, remedios para la bronquiolitis o drogas que utilizan pacientes crónicos como hipertensos o con problemas de tiroides, están en falta", reclamó y agregó: "Éste es un verdadero problema de salud pública, ésta es su responsabilidad".

Por último, para darle un sustento argumentativo a su postura señaló que "las últimas encuestas que hizo Isonomía arrojan que el 60% de los argentinos prefiere las políticas de prevención e incluso la adopción antes que el aborto".