Un fuerte revuelo se desató en las últimas horas en torno a la divulgación de una carta enviada por el Gobierno hacia Rusia en reclamo de mayores provisiones de vacunas Sputnik V. El comunicado que lleva la firma de la asesora presidencial Cecilia Nicolini fue cuestionado por dejar expuestas las complicaciones entre ambos países para completar el envío de inoculantes.

El texto en cuestión es un mail que el 7 de julio Nicolini le envió al director del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), Anatoly Braverman, reclamándole al menos un millón de dosis 2 para completar la vacunación de adultos mayores. La carta tomó trascendencia nacional y generó el descontento de la oposición, que comenzó a exigir explicaciones sobre el manejo de los cargamentos de vacunas rusas.

Entre otros puntos, Nicolini expresó en la carta a los rusos que desde el gobierno argentino se hizo “todo lo posible para que Sputnik V sea un gran éxito”, pero aclara: “Nos están dejando muy pocas opciones para seguir luchando por ustedes y por este proyecto”.

La carta enviada por Nicolini fue interpretada tanto como un gesto de “apriete” del Gobierno, como también una presunta evidencia de las complicaciones para continuar con el cronograma de vacunación. Asimismo, sectores de la oposición se refirieron a supuestos intereses geopolíticos entre ambas naciones, detrás del documento.

“La carta del Gobierno a los rusos es prueba contundente de la decisión política que nos dejó sin millones de vacunas, con miles de muertos, sin economía y sin educación. Fernández, González García y Vizzotti tienen que explicar esta catástrofe sanitaria, educativa y económica”, fueron las palabras de la ex ministra de Seguridad dela Nación, Patricia Bullrich, quien cruzó al oficialismo por el contenido del comunicado.

En esa misma línea, referentes y legisladores de la oposición comenzaron a pedir respuestas oficiales sobre el estado real de situación de las vacunas. “Vamos a reclamar desde la Comisión de Salud de Juntos por el Cambio un pedido de informes. Y en el marco de los encuentros pendientes con los laboratorios tienen que venir los funcionarios del Gobierno y los representantes de Gamaleya a la brevedad. Es imprescindible aclarar esta situación porque el texto de esa carta es de una gravedad inusitada”, manifestó la diputada Graciela Ocaña.

Por su parte, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, ya salió a dar declaraciones sobre el tema e intentó enviar un mensaje de calma y alivio frente a la situación, a la que calificó como un accionar “normal” ante este tipo de contextos.

Es una práctica muy común enviar cartas a los proveedores para discutir los contratos y entre comillas presionar para que se cumplan; todos los países del mundo necesitan lo mismo al mismo tiempo”, dijo la ministra de Salud, en diálogo con El Destape.

Ante una situación de dificultad en la producción de todos los laboratorios, estas negociaciones son muy habituales... si no lo hacemos nosotros, lo hacen otros; esto no es una guerra, pero sí una pelea grande para conseguir vacunas”, agregó.