Cuanto más se lo subestima más crece Cambiemos
Durante ocho años se escucharon de boca de cuanto dirigente kirchnerista frases que subestimaban la gestión y la forma de hacer política de Mauricio Macri
No saben gobernar, nos pintan todo de amarillo, tiran a los alumnos en contenedores, solo inflan globos. Durante ocho años se escucharon de boca de cuanto dirigente kirchnerista esas frases y muchas más, subestimando la gestión y la forma de hacer política de Mauricio Macri, siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de que año a año su mandato se consolidaba y crecía.
Luego asumió como Presidente de los argentinos, y de nuevo la soberbia se apoderó de esas mismas voces y reiteraron el mismo discurso. Son minoría, no van a poder gobernar, la gente se va a cansar, si siguen ajustando les va a explotar todo, no llegan a fin de año. Parece que no se dieron cuenta que ellos eran los que no sabían, los que no escuchaban, los que en definitiva se habían alejado de la gente.
El Gobierno demostró el domingo que dio pequeños pasos decididos y contundentes, desarmando una maquinaria que solo provocó una grieta que aún sigue instalada y que seguramente llevará unos años para lograr que todos podamos sentarnos a conversar civilizadamente en una mesa sin agredirnos.
En las elecciones pasadas mientras unos confirmaban el rumbo mediante el apoyo en las urnas, otros seguían diciendo que la culpa era ajena, que su derrota era por el accionar de las corporaciones, de los medios, pero nunca por errores propios.
2009, 2013, 2015 y 2017 fueron las derrotas que sufrió Cristina Kirchner. Ya son cuatro para seguir pensando que la culpa no es propia y de su entorno. Fue ella quién decidió no participar en las PASO y darle la interna a Florencio Randazzo. Hoy los números finales demuestran que nuevamente se equivocó, pero siempre subestiman y culpan a los otros.
El gobierno dio un enorme paso, consolidó en muy poco tiempo su proyecto político en casi todo el país, esperemos que no crea que tiene todo ganado y que no actúe con la soberbia de los últimos años del kirchnerismo. Si logra eso seguramente los argentinos comiencen a vivir más tranquilos y sabiendo cuál es el futuro que les espera. De lo contrario, volveremos a repetir actitudes que la mayoría no quiere que se repitan.
*Diego Mandelman- Periodista