En un acto más resonante por sus implicancias políticas que, en principio, sus consecuencias prácticas, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y su par de Chubut Ignacio Torres se mostraron juntos este miércoles en Rawson para la firma de un convenio de “colaboración y asistencia mutua”, en lo que busca configurar una señal de “federalismo” y prematuro acercamiento entre dos de los más destacados mandatarios provinciales, que remarcaron: “No importa a qué partidos pertenecemos”.

“El federalismo no es solamente el vínculo con un Estado nacional que hoy no está cumpliendo con sus obligaciones: también es trabajar de forma unida entre todas las provincias que integran nuestro país”, sintetizó el líder bonaerense en su disertación en la capital chubutense, donde se encontró con el resonante dirigente del PRO para sancionar un “convenio de colaboración en materia de asistencia sanitaria” que incluye la entrega de ambulancias en territorio patagónico.

El acto, más allá de sus consecuencias concretas, adquiere al mismo tiempo un profundo significado político al tratarse de una cita interprovincial que pone sobre la mesa una eventual nueva alianza opositora frente al gobierno nacional de Javier Milei. En ese escenario, Kicillof aparece como uno de los principales referentes de Unión por la Patria (UxP), mientras que “Nacho” Torres logró acrecentar su figura de la mano de los fuertes reclamos por la coparticipación realizados ante la Casa Rosada en el verano.

Al respecto, el mandatario peronista consignó: “Si Chubut puede valerse de recursos que la Provincia de Buenos Aires está en condiciones de aportar, entonces no importa a qué partidos políticos pertenecemos sino cómo garantizamos la salud y los derechos de todos los argentinos y las argentinas”. Y blanqueó: “Este es un gesto muy importante ya que estamos demostrando que no todo tiene que ser agresión y ataques por las redes sociales. Podemos trabajar en conjunto y de forma solidaria entre las provincias argentinas”.

Las declaraciones fueron secundadas por Torres, quien hizo hincapié en el “federalismo” como una herramienta para “dar respuestas a las grandes ciudades y a los pueblos chicos por igual”. Luego aseguró: “La Argentina que soñamos es una Argentina integrada, que termine con las asimetrías. Independientemente de los colores políticos de quienes coyunturalmente tenemos la responsabilidad de gobernar. somos las provincias las que nos hacemos cargo y llevamos respuestas a los 45 millones de argentinos. Es central que trabajemos juntos, espalda por espalda, por encima de cualquier diferencia partidaria”.