El malhumor es contra Mauricio Macri. Así se ve evidenciado tanto en la multitudinaria marcha que va copando de a poco el centro porteño junto al paro docente, como también en la cúpula de los empresarios más significativos del país, quienes ayer se reunieron y lanzaron sus críticas al Gobierno.

En las últimas horas, el termómetro social fue subiendo con los permanentes pedidos de emergencia alimentaria que derivaron en esta medida de fuerza en todo el país, que condensará una gran marcha hacia el Congreso.

El reclamo por la declaración de emergencia fue encarado tanto por movimientos populares, como por intendentes bonaerenses y la Pastoral Social de la Iglesia. Se trata de una exigencia vinculada a la delicada situación que viven merenderos y comedores escolares, que observan un difícil porvenir ante la inflación y la inestabilidad financiera.

Entre las principales corrientes que movilizan hoy se distinguen la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista Combativa (CCC), Somos-Barrios de Pie y el Frente Popular Darío Santillán (FPDS).

Por otra parte, aunque lejos de la movilización callejera, los cruces al macrismo también llegaron desde la cúpula figuras como Alfredo Coto, Pérez Companc y Paolo Rocca, quienes ayer compartieron la jornada de Asociación Empresaria Argentina (AEA)

“Es desmotivación lo que se siente, cuando hay que hacer un presupuesto nos agarramos la cabeza”, aseguró en el escenario Luis Pérez Companc, presidente del Grupo Pérez Companc, durante el evento que tuvo lugar en el Sheraton Hotel. “No veo un país tan desorganizado como el nuestro”, fueron las palabras de Alfredo Coto, mientras que Paolo Rocca, CEO de Techint, advirtió que “en el último tiempo hubo una pérdida importante de confianza y es importante recuperar la confianza”.