La mancha venenosa desatada a partir de la desclasificación del video de la “Gestapo” antisindical amenaza con alcanzar nada menos que a Daniel “El Tano” Angelici, el dirigente radical con mayor peso histórico dentro del entramado judicial y político de Comodoro Py. La piedra libre la cantó nada menos que la propia Cristina Fernández de Kirchner. En el hilo de tuits que publicó inmediatamente después de la circulación de la filmación, la vicepresidenta señaló con nombre y apellido al ex director de Asuntos Jurídicos de la AFI durante el gobierno de Macri, Sebastián De Stéfano, uno de los hombres de mayor confianza del ex presidente de Boca, a quien reporta directamente desde hace más de una década. “El enano”, como lo apodan, aparece escrachado como uno de los protagonistas con mayor locuacidad durante aquél encuentro en la sede porteña del BAPRO que compartieron el ex ministro vidalista Marcelo Villegas y el número dos de la estructura de la extitular de la AFI Silvia Majdalani, Darío Biorci, entre otros, cuya grabación empieza a destapar una olla sin fondo, otra más de las tantas del entramado de espionaje y persecución política durante el gobierno de Mauricio Macri.  

De Stéfano, ya expuesto, fue el encargado de tomar la posta este lunes en el intento de recusación al juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, que está a cargo de la causa que se inició tras la denuncia de presentada antes de fin de año por la actual titular de la AFI, Graciela Caamaño. El propio Alberto Fernández metió presión ayer para que la causa avance y todo indica que así será: el escándalo de la “Gestapo” va para largo y se suma al viejo caso iniciado en Dolores durante el verano de 2019 y que tiene preso a otro espía tristemente célebre, Marcelo D`Alessio, que permanece preso en el penal de Ezeiza. 

“El enano” intentará evitar ese destino a toda costa. No está acostumbrado a pasarla mal: cuando Macri dejó la Rosada y con él lo hicieron sus jefes políticos se quedó sin trabajo, pero Angelici logró ubicarlo enseguida en el directorio de Sbase, la empresa estatal porteña que regula el servicio del subte, donde goza de una silla caliente y un cómodo salario. El cargo lo obtuvo gracias a la venia de Horacio Rodríguez Larreta, a principios de 2020. El Pro tiene un largo historial en el uso del directorio de Sbase para “colocar” allí a personajes nefastos que buscan reciclarse: en 2012, con Macri a cargo de la Ciudad, fue ubicado Federico Young, integrante de la ONG Abogados por la Justicia y la Concordia, famosa por realizar visitas reivindicativas a ex represores de la última dictadura condenados por delitos de Lesa Humanidad, entre ellos Jorge Rafael Videla.

La semana pasada, el bloque en la Legislatura porteña del Frente de Todos le pidió al Jefe de Gobierno que echara a De Stéfano de su cargo, pero Rodríguez Larreta por ahora resiste. El portavoz del reclamo fue Juan Manuel Valdés. “La Ciudad de Buenos Aires se ha convertido en la guarida, o el aguantadero, de los rezagados agentes de seguridad de Mauricio Macri. En la mesa (de la reunión filmada en el BAPRO) estaban Adrián Grassi, que era viceministro de justicia en la Provincia que actualmente es asesor tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, y Juan Bautista Mahíquez, que es el jefe de fiscales de la Ciudad de Buenos Aires”, denunció. 

Mucho antes de saltar a la palestra e incluso de recalar en la dirección de jurídicos de la AFI, De Stéfano formó parte del armado político de Cambiemos en territorio porteño, siempre como hombre radical y de la mano de Angelici. Gozó de una planta permanente en la Legislatura porteña, donde hizo de asesor, y hasta tuvo su cargo en el Consejo de la Magistratura, territorio donde “El Tano” se mueve como en su casa. Allí, De Stéfano operó para su jefe desde la Comisión de Administración y, al parecer, conserva una influencia considerable en el armado político de Juntos por el Cambio, nada menos. Tal es el vínculo entre ambos que Angelici llegó a incluirlo en la lista que compitió en la interna radical del año pasado, aunque luego se arrepintió. “El Enano” es uno de los referentes radicales de la Comuna 2 porteña. 

De la Gestapo sindical al Subte porteño: una historia de “El Enano” De Stéfano, el espía de Angelici

Tanta exposición lo aleja, por ahora, de cualquier intento de reciclarse. "Sebastián De Stefano fue uno de los beneficiados con falta de mérito en el escandaloso fallo sobre el espionaje de la AFI macrista de la Cámara Federal de Comodoro Py, firmado por Bertuzzi y Llorens la semana pasada", lo señaló Cristina en el mismo hilo de la última semana del año pasado. La mención no fue inocente: lo que intentaba remarcar la vice es que detrás de ese fallo estuvo la mano de “El Tano” para proteger no sólo a De Stéfano sino a Majdalani, a Gustavo Arribas y al propio Mauricio Macri. Pero la huella de “El Enano” está en todos lados.

El propio Arribas fue el primero en señalarlo, en 2019, ante la Bicameral de Inteligencia del Congreso, a través de la cual el Frente de Todos buscaba investigar el entramado de espionaje y persecución del PRO. Frente a senadores y diputados, Arribas dijo que “El Enano” fue uno de los dos hombres que en 2018 fueron a “apretar” al juez Luis Carzoglio para que metiera preso al camionero Pablo Moyano en el marco de una causa en que se lo investigaba por “asociación ilícita” con la barrabrava de Independiente. 

Como se ve, De Stéfano le ponía dedicación a la tarea de perseguir sindicalistas. También tenía una idea muy clara de cómo hacerlo. Por lo que se ve y se oye en la grabación de la reunión en el BAPRO de 2017, el espía era quien tenía en la cabeza la película completa de las operaciones políticas, judiciales y mediáticas contra la oposición tan abundantes en aquél entonces. “Generamos la reacción del sindicato, el sindicato va a ir a apretar, va a generar toda esta palabra que el ministro puso y nosotros los vamos a estar grabando”, dice. “Sería bueno poder identificar las obras que podemos parar. Poder marcar cuales son, para que nosotros podamos juntar los elementos, poder armar la operación digamos”, agrega. 

De acuerdo a lo que surge de la causa de Dolores, la dirección de jurídicos de la AFI a cargo de “El Enano” era la encargada de armar “carpetas” y “causas” para el apriete político. La propia Majdalani declaró que esa dirección llegó a tener independencia absoluta y vio engordar sus cargos y puestos laborales como nunca antes. Se la dotó de recursos y cuerpo para operar. “El Enano” controlaba una docena de direcciones conformadas por abogados y espías que también reportaban al abogado Pablo Pinamonti, uno de los contactos de D´Alessio dentro de la AFI. De Stéfano, pese a ser llamado varias veces por la justicia, nunca prestó declaración alguna que ayudara a esclarecer qué hacía su dirección. 

La cosa no termina en los gremios. También llega hasta la propia Corte Suprema. En 2017, el ex presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, Jorge Rizzo, quien además es el abogado del supremo Ricardo Lorenzetti, lo denunció por integrar una banda que lo seguía por toda la Ciudad. Dijo Rizzo en aquel entonces: “hay una banda que está todo el tiempo viendo lo que hacemos o lo que dejamos de hacer y tratando de manchar al Colegio” de abogados porteños.