El ex presidente Fernando De la Rúa analizó luego de 15 años el lamentable final de su mandato en 2001 y señaló que se debió a "un golpe del peronismo" encabezado por el ex gobernador y presidente, Eduardo Duhalde. "Lo digo sin rencores, para que tomemos lección de la experiencia", dijo.

De la Rúa criticó a aquellos que salieron a pedr su renuncia, en referencia a Duhalde, Mario Caffiero en el Congreso, y la CGT. "Se creo un efecto no esperado, no previsto", dijo el ex Presidente, y agregó que "en vez de decir 'cuidemos al Gobierno' para que se asegure el orden institucional salieron a fajar al Gobierno a ver si caía".

Además, criticó a la Unión Cívica Radical (UCR) que era liderado por el ex presidente Raúl Alfonsín, y sostuvo que "no tenía apoyo del partido".

Sobre los cacerolazos de diciembre de 2001 tras anunciar el estado de sitio, De la Rúa dijo que "fueron alentados desde un cierto sector" y recordó que hasta ese momento no había protestas en la Ciudad de Buenos Aires.

Al hacer referencia a los asesinatos tras los cacerolazos, se desligó de responsabilidad y señaló que "no está claro cómo ni quién tiene la responsabilidad. El Gobierno ordenó no reprimir; yo me entero de que hay fallecidos después de haber renunciado".

Finalmente, a una entravista a Infobae, el ex Presidente demostró poca autocrítica y dijo que hubo dos "errores tácticos" en aquellos días convulsionados para la historia argentina. En primer lugar nombró a declarar el estado de sitio, que no hizo más que alentar a la gente a salir a manifestarse por los problemás económicos y por utilizar el helicóptero para retirarse de la presidencia, algo que tuvo un cargado simbolismo. "Hubo un fuerte intercambio de ideas con el jefe de la Casa Militar. Cometo el error de aceptarlo pero no lo hice escapando de nada", dijo sobre esa situación que quedó guardada en la memoria de los argentinos.