En medio de la batalla diplomática que intenta dar el gobierno de Alberto Fernández por la deuda externa, los bonistas internacionales vuelven a condicionar a la Argentina. En un comunicado enviado al ministro de Economía, Martín Guzmán, los acreedores rechazan las ofertas vigentes y piden seguir con las negociaciones.

“El Comité de Acreedores de Argentina, junto con otros, ha participado en discusiones de buena fe con la República Argentina con el objetivo de lograr una reestructuración consensuada de la deuda externa de la República”, expresaron a través de una carta enviada ayer, donde instan al Gobierno a continuar con las negociaciones hasta una semana antes de la fecha límite de acuerdo.

Tras el rechazo de Casa Rosada a cualquier otro tipo de condicionamiento que proviniera del sector internacional, los bonistas presionan una vez más y le recordaron al ministro Guzmán cuál es el estado de situación de apoyo y rechazo a la propuesta argentina dentro del escenario de acreedores.

“Las personas y entidades enumeradas a continuación son titulares o inversores de Bonos de Cambio Argentinos o Bonos Globales, cada uno de los cuales promete apoyo a la propuesta conjunta. Colectivamente, los titulares de apoyo tienen el 32% de los pendientes Bonos de cambio y 36% de los Bonos globales en circulación”, manifestaron en el texto en referencia al listado de entidades financieras que ahora negocian con Argentina.

Los titulares de respaldo incluyen algunos de los mayores inversores en la Argentina, que tienen comprometidas inversiones directas muy significativas en el país”, definieron desde el sector, en tono de presión.

Cabe recordar que la semana pasada el propio Guzmán rechazó una contraoferta realizada por un grupo de tres bonistas y se mostró decidido a sostener las condiciones donde prevalezca la prioridad de la economía argentina. “Vemos en ese grupo de acreedores una falta de entendimiento sobre las restricciones que enfrenta Argentina”, dijo el Ministro en ese momento. Asimismo, el propio Axel Kicillof hizo referencia a la situación del país frente a la deuda y dijo que “hay una deuda que se decide en Wall Street y otra con los vecinos. Esa última es la prioritaria”.