Luego de varias negociaciones, ideas y vueltas, finalmente la Cámara de Diputados debatió el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal de alimentos en el marco de la primera sesión con presencialidad plena desde que comenzó la pandemia. La normativa fue aprobada con 200 votos a favor, 22 negativos y 16 abstenciones. 

Se trató de una sesión maratónica en la que se trataron más de 20 iniciativas. Sin embargo, el protagonismo lo tuvo el proyecto presentado por el presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, destinado a advertir a los consumidores sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares en los productos alimenticios con el fin de ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos.

A pesar de que finalmente oficialismo y oposición llegaron a un acuerdo para que la iniciativa sea aprobada, lo cierto es que le sesión comenzó casi cuatro horas más tarde debido a que varios legisladores, en su mayoría de Juntos por el Cambio, presentaron pedidos de apartamiento de reglamento para incluir otros temas, aunque los mismos fueron rechazados y se mantuvo el temario acordado inicialmente entre los bloques políticos.

“Hay una evidente voluntad de Juntos por el Cambio de hacer un show electoral de esta sesión y no concentrarnos realmente en los temas que está esperando la gente”, se quejó el diputado del Frente de Todos, Rodolfo Tailhade, en declaraciones que brindó más temprano en el Salón de los Pasos Perdidos.

De todas maneras, pasado el mediodía comenzó la sesión con asistencia perfecta en el recinto. Al abrir el tratamiento del proyecto, la presidenta de la comisión de Legislación General, Cecilia Moreau, afirmó que "el Estado argentino no va a mirar para otro lado" en un contexto de "enfermedades crónicas no transmisibles".

"El 66% de la población argentina tiene exceso de peso, el 32% tiene obesidad, el 40% padece presión arterial elevada, el 30% tiene colesterol elevado y el 41% de los niños y adolescentes tienen exceso de peso", señaló la diputada.

Moreau explicó que la ley de etiquetado busca "la prevención" en términos de salud y "la garantía de los derechos de todos los argentinos" a acceder a ella con información clara.

La diputada del FDT, Liliana Schwindt, ponderó la ley como un "hito para consumidores y usuarios", pero también "para la producción alimentaria argentina". "Esta ley es poner en lo más alto a los consumidores, que hace años reclaman información clara, precisa y veraz", consideró. 

Por otro lado, la diputada de Juntos por el Cambio Brenda Austin también celebró el tratamiento de esta ley aunque su espacio no dio el quórum necesario para tratarla en la oportunidad anterior. Austin opinó que la legislación "derriba mitos" y que logró no "haber caído en la grieta", sino que se ponderó la "defensa del derecho a la salud".

"Esta ley es necesaria porque estamos frente a una gran epidemia: la del sobrepeso", dijo y agradeció a organizaciones de la sociedad civil, que "ayudaron a respaldar con evidencia, información y acciones que derribaron mitos".