En el marco de medidas económicas del Gobierno para paliar el delicado panorama actual, este lunes fue oficializado un financiamiento de 40 millones de dólares de parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), orientado a respaldar de manera parcial a productores vitivinícolas. La medida, alineada a lo que ya han empezado a definir como “dólar malbec”, está enmarcada en el Programa de Apoyo para Pequeños Productores Vitivinícolas de Argentina II (Proviar II), cuyo nuevo desembolso fue publicado hoy en el Boletín Oficial.

A través del decreto 108/2023, Casa Rosada estableció la medida que había sido anticipada este fin de semana por el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa. 

“El decreto que el lunes va a estar publicado, que ya está firmado, habilita el préstamo de 40 millones de dólares, con un aporte del Estado nacional de 10 millones, para la puesta en marcha del Proviar II, que es una enorme tarea para seguir multiplicando el trabajo del Estado y de los productores juntos”, señaló el ministro, al participar en Mendoza de un desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia.

La oficialización de este nuevo fondo se da en simultáneo con el anticipo de lo que ya han empezado a llamar dólar malbec: un nuevo tipo de cambio dirigido a las economías regionales, en este caso de la producción de vino, tal como fue planteado con el mentado “dólar soja” para el ámbito de los productores agropecuarios. 

“El año pasado, en la decisión de recuperar mercados y consolidar reservas, intentamos poner en marcha para un sector un programa de fortalecimiento exportador (dólar soja). A partir del 1 de abril vamos a implementarlo en todas las economías regionales, arrancando por la vitivinicultura, para que puedan recuperar mercados y tengan oportunidad de recuperarse frente a la pérdida que representó el granizo y la helada”, señaló Massa.

En tanto, el Proviar II buscará dar apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas del ámbito vitivinícola lideradas por jóvenes y mujeres, con asistencia técnica, infraestructura y capacidad operativa para el fortalecimiento del arraigo rural.