Lo que desde la delegación argentina soñaban como una jornada de ensueño, en la que finalmente Javier Milei y Donald Trump se verían las caras y, mano a mano, le mostrarían a la prensa mundial que la sociedad entre ambos mandatarios se traduciría en anuncios concretos sobre cómo sería la ayuda norteamericana, se convirtió en un martes de nubarrones negros.

De poco y nada sirvieron las reuniones previas de parte de los funcionarios del área económica, con el ministro Luis Caputo a la cabeza, por casi una semana en tierras estadounidenses, ni las tratativas que el asesor sin cargo Santiago Caputo entabló con el delegado Barry Bennet en nuestro país.

Nada se sabe de los plazos, términos y condiciones del tan esperado swap de Estados Unidos por 20 mil millones de dólares. Y encima Donald Trump agregó una preocupación extra.

Santiago Caputo y una misión “paralela” en Estados Unidos.
Santiago Caputo y una misión “paralela” en Estados Unidos.

El titular de la Casa Blanca expresó claro y fuerte, tras cancelar el encuentro en el Salón Oval, y llevar a Milei y a sus funcionarios a un almuerzo en el que quedaron en un segundo plano total: “no pierdan contra la izquierda”, el 26 de octubre en la elección de medio término. "Si Milei pierde las elecciones, no seremos generosos con Argentina", enfatizó.

Con su aclaración de que se refería a la elección legislativa y no a las presidenciales de 2027, en el Gobierno tambalearon en su intento de patear la pelota a la tribuna.

Ni las maniobras en vano de Luis Caputo, Patricia Bullrich, Manuel Adorni y Santiago Caputo ni de las milicias digitales libertarias que le responden a este último fueron efectivas. Ahí también comenzaron las acusaciones cruzadas entre referentes “libertarios”, que provenían principalmente del asesor estrella de Milei.

El Gobierno había entrado en crisis cuando a la salida de la reunión con Trump, volvieron a prender sus teléfonos celulares y vieron los efectos de las declaraciones del líder republicano, con un desplome de hasta el 11 por ciento en los bonos y acciones argentinas.

Lo que se avizoraba como tranquilidad en los mercados para la recta final de la campaña, a siete ruedas cambiarias del objetivo de mantenerse competitivos electoralmente, se volvió otra vez una quimera.

Efecto Trump: Del optimismo a la preocupación por cómo se llega a la elección

“Nosotros salimos fortalecidos de la visita del Presidente. Fue algo excelente que Trump haya brindado su apoyo”, plantearon a Diagonales desde la Casa Rosada. Pero inmediatamente, sostuvieron que “con los mercados uno nunca sabe lo que puede pasar”.

Tras la advertencia de la administración norteamericana y viendo las complicaciones en el terreno financiero, comenzó el operativo “convencer a los mercados”.

Llamados de funcionarios a última hora del martes, con contactos directos con algunos de los principales agentes de la plaza financiera para convencer de que la palabra de Trump iba en otro sentido, fueron las escenas que pudo reconstruir este medio.

Algo de este accionar hizo que no se repitiera la tendencia de caída bursátil del día anterior: con bonos soberanos en dólares y ADRs que moderan fuertes subas iniciales que tuvieron en el arranque del miércoles, operando con fuerte volatilidad. Mucha menos suerte tuvo el Gobierno con el dólar que avanzó un 2,2 % y llegó hasta los $1.415.

La pregunta de la periodista de TN, Nieves Zuberbühler, durante el encuentro entre los funcionarios de ambos países por el eventual apoyo de Trump a Milei, con la condición de un triunfo electoral, ya había prendido la mecha. Nuevo motivo de confrontación entre Milei y Héctor Magnetto con una dura puñalada.