Hace unos diez días, en el acto por los 100 años de YPF, Cristina Kirchner volvió a meter la cuña en la polémica por los dólares de las reservas del BCRA. Ya lo había hecho en su alocución en Chaco, cuando expresó que el modelo económico argentino estaba generando un piso muy bajo para los salarios, sin la contrapartida de poder acumular reservas a pesar de la estrada récord de divisas por la buena cosecha y los precios internacionales. En el acto de YPF siguió el hilo de la idea, planteando que el Estado no podía darle 200 millones de dólares a Techint para que la empresa se pagara a sí misma en su planta brasileña por la importación de chapas para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. En síntesis, la idea de fondo del planteo de CFK podría resumirse en que la extraordinaria entrada de dólares de los últimos años al país, en vez de reforzar las reservas, se fue por la vía empresaria de pago de deudas o un “festival de importaciones”.

Esa discusión, que el kirchnerismo viene sosteniendo con el equipo económico del Gobierno, apuntó siempre a Martín Guzmán como cabeza del mismo y ya se cobró el puesto de Matías Kulfas, otro de los “responsables” de la salida de dólares hacia las empresas, más allá del detonante final del off de record del ex ministro que detonó la situación. Pero hay otro actor central en esa novela, el Banco Central de la República Argentina, quien mediante sus regulaciones juega un papel fundamental en la administración de las divisas. Esta tarde el BCRA emitió un comunicado en el que informó los resultados de su política de cepo al dólar empresarial, contestando de alguna manera a los planteos del kirchnerismo.

El Banco Central respondió la crítica de CFK sobre los dólares a las empresas

Según el BCRA, “bajo las regulaciones cambiarias vigentes desde el año 2020 se evitaron pagos de deuda con impacto en el mercado cambiario por USD 26.635 millones”, lo cual equivale a decir que en lo que va de la gestión se ahorraron más de 26 mil millones de dólares que podrían haber sido utilizados por las empresas de no existir esas regulaciones. “De un total de obligaciones exigibles en el período por USD 32.000 millones se pagaron USD 5.367 millones, 17% del total” informó la entidad que conduce Miguel Ángel Pesce.

El informe comienza con una explicación del punto de partida del actual Gobierno y la gestión del BCRA. “La cancelación de deuda externa del sector privado del período 2020-22 es fundamentalmente la contracara del ciclo de endeudamiento en moneda extranjera abierto en los últimos años de la década pasada. Aunque el foco de atención suele posarse sobre la deuda externa pública y su posterior crisis, el programa económico de apertura y desregulación financiera significó también un fuerte impulso al endeudamiento en moneda extranjera del sector privado, en detrimento del desarrollo del mercado de capitales local” afirmaron.

En concreto, por las políticas de desregulación y de elevadas tasas de interés internas, entre 2015 y 2019 las empresas incrementaron su endeudamiento financiero externo en más de 20 mil millones de dólares, alcanzando el volumen total de USD 45.045 millones. Esto obligó a la administración del BCRA a implementar regulaciones para limitar el acceso al mercado de cambios para evitar una sangría de divisas que se podía tornar incontrolable.

El Banco Central respondió la crítica de CFK sobre los dólares a las empresas

Algunas de esas regulaciones consistieron en lo siguiente:

- Una empresa no puede pagar deuda a otra vinculada dentro un mismo grupo con el financiamiento del BCRA.

- Las empresas están obligadas a usar sus dólares propios (activos líquidos depositados en el exterior) antes de poder comprar divisas para pagar deudas financieras o comerciales (por importaciones).

- Solo pueden acceder al mercado para pagar deuda que está declarada y documentada y, a partir de 2020, que fue liquidada en el mercado de cambios.

- Las empresas están obligadas a refinanciar al menos el 60% de sus deudas a un plazo mínimo de 2 años, por lo que sólo pueden comprar divisas para cancelar el 40% (excepto un régimen especial para PyMES con deudas inferiores a USD 2 millones)

Luego, el BCRA explicó el desglose del ítem de egresos por “Préstamos financieros, títulos de deuda y líneas de crédito”, que es la partida donde se registran salidas de divisas. El total del balance cambiario reflejó entre enero de 2020 y abril de 2022 egresos netos por un total de USD 14.405 millones, cifra que a priori sería la apuntada por la crítica del kirchnerismo. Sin embargo, el comunicado explicó que ese ítem incluye conceptos que aunque se registran en el balance cambiario no impactan en las reservas. Es decir, operaciones que se autorizan en dólares pero que, por la forma en que realizan, no implican una caída en las reservas del BCRA.

El Banco Central respondió la crítica de CFK sobre los dólares a las empresas

Esos conceptos son los pagos de préstamos por la utilización de tarjetas de crédito en el exterior y los créditos en moneda extranjera de bancos locales que se liquidan en pesos. Ambos significaron, entre enero del 2020 y abril del 2022, USD 3.393 millones y USD 4.833 millones respectivamente. A su vez, dentro del mismo ítem de “Préstamos financieros, títulos de deuda y líneas de crédito”, también se computaron USD 812 millones por pagos de deudas de obligaciones de los estados provinciales y otros organismos públicos en el período enero 2020 – abril 2022.

Con estos números el BCRA intenta explicar que el flujo de dólares a las empresas para la cancelación de la enorme deuda privada contraída durante el macrismo no constituye el motivo central de la flaqueza en las reservas. De hecho, en el mismo informe explicitan que gracias a las regulaciones antes mencionas, se logró un ahorro de USD 26.635 millones que efectivamente podrían haber ido al pago de esas deudas empresarias. Unos USD 12.756 millones se ahorraron en pagos de deudas con empresas vinculadas, donde podría caber, por ejemplo, el caso de una multinacional como Techint pagándose a sí misma en una sede en el extranjero. Y otros USD 13.889 se ahorraron en deudas con empresas no relacionadas.

Más allá de lo técnico de la discusión, la Argentina tiene un enorme problema de fondo que es correctamente apuntado por el kirchnerismo y que el actual equipo económico no logra resolver. Sea en pagos menores a los que podrían ser, sea en adelanto de importaciones que se podrían retrasar pero que a la vez empujan el crecimiento y la actividad económica, sea en la importación de energía necesaria para el funcionamiento de la economía, los dólares salen así como entran, y el favorable contexto de comercio exterior no se traduce en un fortalecimiento de reservas, de lo cual depende toda la política económica de un país. Terminando el trimestre de mayor liquidación de las cosechas y con las revisiones de las metas del FMI por delante en los meses más duros del año en cuanto a balance cambiario, este es un problema que cobrará importancia en el corto plazo. Mucho más si la política, en lugar de encontrar puntos de acuerdo para alinear expectativas, sigue echándole leña al fuego de la interna.