El camino de Rocca: La firma de Caputo desvinculó a más de 700 trabajadores
Por el aislamiento obligatorio, la firma Mirgor no quiere renovar contratos en una planta en Tierra del Fuego
En medio de la crisis por la pandemia y a pesar de la advertencia del presidente, Alberto Fernández, hay empresarios que eligen seguir el camino del Grupo Techint. En este caso, el Grupo Mirgor, propiedad de Nicolás Caputo, amigo del ex presidente Mauricio Macri, dispuso más de 700 desvinculaciones en su planta de Río Grande, Tierra del Fuego.
Desoyendo lo expresado por el mandatario argentino sobre los despidos en medio de la pandemia por el COVID-19, la firma de Caputo decidió finalizar el vínculo laboral de 525 trabajadores contratados a plazo fijo y de otros 220 empleados contratados bajo la modalidad de PPD (Planta de Personal Discontinuos), entre operarios y supervisores.
Los contratos de los trabajadores finalizaban el 31 de enero, en línea con la primera fecha dispuesta para el fin de la cuarentena obligatoria. Sin embargo, desde ASIMRA aseguran que se habían comprometido a extenderlos antes del brote y de las posteriores medidas tomadas a nivel nacional para evitar la propagación del virus. "Repudiamos a las empresas por la situación crítica en la que nos encontramos", señaló a medios locales el Secretario General del sindicato, Javier Escobar.
El grupo empresario de Caputo, que nuclea actividades en el sector automotor, electrónico y telefonía móvil, confirmó también a los trabajadores que la medida se había tomado por la abrupta caída en las ventas. "Los trabajadores tienen contrato en Mirgor hasta el 31 de marzo, y no se les renovaría el contrato debido a la situación de la cuarentena", resaltó Escobar.
El gremialista explicó que desde la empresa prometieron reincorporar a ese mismo personal una vez que se supere la situación pero “no hay nada confirmado ni firmado” que garantice que eso suceda.
"Evidentemente hay una muy mala intención por parte de Mirgor y las empresas integrantes de la Cámara AFARTE, porque se pusieron todas de acuerdo en pagar los salarios el último día que corresponde por ley, es decir, el cuarto día hábil del mes, cuando toda la vida pagaron el último día del mes en curso, o el primer día del mes siguiente, todo esto con la excusa de la situación de emergencia, y lo hacen solo con el objetivo de estirar las fechas de desembolso de dinero", expresó el sindicalista.
Y concluyó: "Desde ASIMRA consideramos un acto mal intencionado, porque obviamente los trabajadores vienen haciendo un esfuerzo desde hace mucho tiempo, soportando aumentos no remunerativos, donde ya las empresas no viene haciendo los aportes, de manera que ni siquiera ante una situación de una pandemia mundial como la del coronavirus, hacen el esfuerzo de pagar como corresponde estos 14 días, sino que sigue ajustando al trabajador, por lo que repudiamos a las empresas por la situación crítica en la que nos encontramos; ya lo dijo el Presidente, que hagan un esfuerzo y que gane menos".