En medio de una coyuntura de definiciones de cara a 2023, el kirchnerismo duro se planta y redobla la apuesta sobre la figura de Cristina Fernández de Kirchner, no solo de cara a una posible candidatura, sino incluso prescindiendo, llegado el caso, de acuerdos frentistas donde deba relegar el protagonismo. Así lo definió el funcionario bonaerense y referente de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, quien volvió a meterse de lleno en la discusión y dijo que con CFK “alcanza y sobra” para dar la batalla en las urnas.

Es que los debates de los últimos meses -al igual que en las elecciones de 2017 y 2019- se centró en cómo posicionar Cristina Kirchner en el mapa electoral, de manera tal que contenga sus votos propios, al mismo tiempo que canalice al total del arco peronista. En contraposición con las miradas frentistas y de consenso, desde el camporismo duro ahora se plantan y sugieren que la actual Vicepresidenta podría subirse a la contienda electoral ella sola.

“El ‘Cristina no alcanza pero sin Cristina no se puede’ es parte de una trampa. Con Cristina sobra”, fue la definición de Larroque, quizás la más contundente, en diálogo esta mañana con Futurock. El titular de Desarrollo Comunitario bonaerense sostuvo además que la Vicepresidenta es un “fenómeno emocional que no se puede medir en encuestas” y que “no tiene techo electoral”.

“Yo voy a trabajar para generar las condiciones para que Cristina sea la candidata. Cristina es la única posibilidad de que salgamos adelante”, dijo el dirigente camporista, quien volvió a apuntar contra los sectores políticos-judiciales que, según su visión, “la quieren proscribir”.

En este caso, Larroque vuelve a arremeter en la plana del oficialismo, luego de las reciente declaraciones que dejó esta semana en conversación con Carlos Pagni, donde volvió a levantar la figura de CFK y apuntó contra Casa Rosada, al calificar la gestión de Alberto Fernández como un “desperdicio de poder”.

En tanto, si bien en su última aparición pública la semana pasada CFK no lanzó definiciones electorales ni de candidaturas, la presión aumenta desde la bases del kirchnerismo duro, donde cada vez dejan más en claro que la única alternativa electoral viable sería la propia vicejefa de Estado.