Tras la culminación de la sesión en Diputados que logró la media sanción del acuerdo con el FMI, el ala de legisladores referenciados en Máximo Kirchner y el camporismo lanzó un documento donde defiende su voto negativo y redobla la pugna interna en el oficialismo. En una carta divulgada desde el sector de diputados del kirchnerismo duro se refirieron a argumentos como “sesión de soberanía” y “cogobierno con el FMI”.

La carta que tormó trascendencia pública en las últimas horas  sostiene que el acuerdo “resulta completamente desatinado aplicar un plan de ajuste en las actuales circunstancias del país” y que “la aplicación de las políticas del presente acuerdo no sólo no van a solucionar ninguno de los problemas estructurales de la economía bimonetaria argentina, (sino que) los van a agravar”.

Cabe recordar que tanto Máximo Kirchner como su entorno parlamentario decidió mantener absoluto silencio durante el desarrollo de la sesión de ayer y sólo mostró presencia para emitir el voto negativo. De ese modo, el Gobierno obtuvo la media sanción del proyecto con mayor aprobación por parte de la oposición que del oficialismo, un hecho casi sin precedentes en el historial legislativo.

No obstante, desde el camporismo mantienen su postura firme en cuanto a las críticas al acuerdo y, en su comunicado, sostienen que el problema por el proyecto “no es firmar” sino que “el problema es QUÉ se firma”.

Según sus argumentos “el reconocimiento de deuda obliga a abordar el tema más importante: quién va a pagar esta deuda contraída en forma tan irregular cuando, además, buena parte de la misma, fue fugada del país”.

“Para ello el Estado argentino, en sus tres poderes, cuenta con la suficiente información para elaborar alternativas justas y equitativas que impidan descargar sobre las espaldas del pueblo argentino, una vez más, el peso de una deuda que sólo aprovechan ínfimas minorías”, señalan en el documento.

Asimismo, en el texto se refieren a las condiciones del acuerdo como “cesión de soberanía" y de “cogobierno” con el FMI, en referencia a las revisiones trimestrales del organismo y la aplicación de políticas de ajuste, y se agrega que el acuerdo no “asegura la sostenibilidad” del endeudamiento luego de 2025.