Mientras el grueso del Frente de Todos discute si CFK está o no proscripta, si tiene que ser candidata o si es posible una PASO que enfrente al Presidente con alguno de sus ministros, los principales movimientos sociales del oficialismo se preparan para otra discusión. El Movimiento Evita y Barrios de Pie lanzarán este viernes La Patria de los Comunes, su propio partido político, con el que pretenderán llevar las agendas de los sectores que representan al centro del debate del FdT, disputar territorios en internas y apostar a una renovación de la dirigencia política que evalúan como necesaria. Habrá una primera presentación en el Torcuato Tasso este viernes, pero la puesta en escena fuerte será el 17 de marzo en un estadio de fútbol a confirmar.

Desde la organización del evento explicaron que “el partido La Patria de los Comunes expresa las ideas e intereses de los y las humildes de la Argentina que sueñan con construir, desde abajo hacia arriba y de la periferia al centro, un país con tierra, techo y trabajo para todxs. Creemos que tiene que haber una expresión política de los movimientos populares en nuestro país. Las organizaciones sociales son es el espejo donde la política no se quiere ver”.

“Existe un enorme vacío de nuestra democracia que está desprestigiada, con una ausencia de representatividad enorme. Tenemos que plantear una propuesta desde los sectores populares para aportar volumen electoral en aquellos lugares donde los sectores tradicionales del Frente de Todos han perdido prestigio, representación y territorialidad” afirmó en ese mismo sentido a Diagonales Gildo Onorato, Secretario Gremial de UTEP en uso de licencia y un importante referente político del Evita.

Esos conceptos de Onorato resumen un planteo que el Movimiento Evita y Barrios de Pie vienen empujando hace tiempo, y que tiene que ver con la concepción de que los sectores populares, la economía popular, tiene que tener sus propias referencias políticas sentadas en la mesa de discusión con el resto de los actores del sistema. Agendas como la reconversión del sistema económico, el impulso y fortalecimiento a la economía popular como un sector específico y necesario, el empoderamiento en el sistema político de sus representantes, son agendas que, entienden en los movimientos sociales, no pueden ser dejadas a la voluntad de la clase política tradicional.

Ese planteo, con miles de episodios de rosca de por medio, fue el que en su momento distanció al Evita de la conducción del kirchnerismo, el que lo hizo recostarse sobre Alberto Fernández en una apuesta jugada, y el que hoy los hace decidirse por buscar un lugar propio en el que dependan lo menos posible de otras estructuras políticas. Allí hay que buscar la razón de ser de La Patria de los Comunes.

ENTRE ALBERTO Y CRISTINA

Hoy el Evita no se para en el albertismo con tanta claridad como hasta hace unos meses. Más bien podría decirse que acompañan el paulatino proceso de quienes abandonan ese barco, al que podría sumarse otro aliado del movimiento como es la CGT. Más allá de que no se muestran alejados de Alberto Fernández, más bien lo contrario, resultan aliados tácticos en su discusión con el kirchnerismo, lo cierto es que, off the record, en el Evita hoy reconocen que no tienen un candidato a Presidente definido. Ante la consulta de este medio sobre si Alberto Fernández debería o no participar de unas PASO, la respuesta de una importante fuente del movimiento social distó de ser taxativa en cuanto a su apoyo al Presidente en la cruzada que hoy mantiene con el kirchnerismo: “está en su derecho, al igual que todos que pueden constitucionalmente hacerlo”.

Parte de la tensión del Evita con el Presidente tiene su sede en el ministerio de Desarrollo Social y la línea que le imprime hoy por hoy una de las principales espadas albertistas, la ministra Victoria Tolosa Paz. A fines del año pasado hubo fuertes cruces por el proceso de auditoría que el Ministerio inició sobre los Potenciar Trabajo, que llevaron incluso a movilizaciones por parte de los movimientos sociales oficialistas. Los recortes de programas efectuados en las últimas semanas, que provocaron el acampe del Polo Obrero en la 9 de Julio, no tocaron directamente al Evita y a Barrios de Pie pero tampoco es algo que reivindiquen. En el Evita, de todas maneras, le bajan la espuma a las tensiones con el Presidente y Tolosa Paz, “está igual que siempre, demasiado fuegos de artificio” plantean.

Con el kirchnerismo la cosa es más clara. Los cruces entre CFK y Emilio Pérsico fueron públicos y levantaron la temperatura del FdT el año pasado como pocos episodios de la interna oficialista. En un momento pareció que la tensión se acomodaba, tras un encuentro entre el líder del Evita y Máximo Kirchner, que luego derivo en una visita a la propia CFK en el Senado. Para el Evita, el respaldo de Máximo es algo determinante en sus aspiraciones en la provincia de Buenos Aires, sobre todo en La Matanza, donde Patricia Cubría, diputada provincial y compañera de Pérsico, pretende competir en internas con Fernando Espinoza.

Sin embargo, con el recalentamiento del clima en el inicio del año electoral, ya hubo señales de que esa tregua entre el Movimiento Evita y el kirchnerismo es bastante frágil. Fernando “el Chino” Navarro, uno de los principales referentes del Evita, fue uno de quienes más virulentamente le bajó el precio al operativo clamor por la candidatura de CFK en la mesa política del frente el jueves pasado. “Para llegar aquí caminé 50 cuadras, y en la calle nadie me preguntó por Cristina, lo que les preocupaba era la inflación” es el textual de Navarro que Horacio Verbitsky publicó tras la reunión.

El propio Emilio Pérsico se sumó ayer la polémica en una entrevista en Radio con Vos, en la que opinó sobre la discusión alrededor de la proscripción o no de CFK. “Cristina está perseguida. Hay una política de persecución, y también, de exagerar todas las cosas que tiene que ver con su persecución. Hoy es muy difícil que Cristina pueda ser candidata” expresó Pérsico en una particular elección de sus palabras, que podría resumirse como perseguida sí, proscripta no. Además, Pérsico afirmó que “le gustaría” que la Vicepresidenta sea candidata, pero que duda “que pueda llegar al 40%”. Otra importante fuente del movimiento confirmó a Diagonales esa mirada en torno al debate todista sobre la proscripción: “puede ser candidata, es más, si se conformó una comisión para pedírselo...”.

EL MAPA DEL EVITA EN LA PROVINCIA Y EL PAÍS

En ese contexto, el movimiento social que maneja unos 120.000 programas Potenciar Trabajo está decidido a presentar candidatos en casi una veintena de municipios bonaerenses, oficialistas y opositores, y también en algunas provincias. Para ello es que se lanza La Patria de los Comunes, aunque una vez oficializado el partido vendrá lo más complejo, la discusión interna con los distintos actores del FdT sobre las listas en cada territorio.

En suelo bonaerense, el Evita se considera en posibilidad de presentar una lista propia en 17 distritos, de los cuáles 10 están hoy gobernados por expresiones del FdT y 7 por Juntos. El ejemplo más resonante es el ya mencionado de La Matanza, donde Patricia Cubría viene buscando articular sectores para enfrentarse a Espinoza, algo que el Evita no pudo hacer en el 2021 luego de que la justicia electoral le bajara su lista. “Con nuestro partido tenemos el objetivo de unificar e institucionalizar los procesos de populares de participación social y política, en un aporte a la democracia por parte de sectores que tenemos una representación importante” expresó Cubría a Diagonales.

La diputada bonaerense se refirió también a las expectativas del Evita en La Matanza: “estamos muy contentos, la instalación sigue fuertísima, el eco de vecinos y vecinas es impresionante, hay ganas de renovar y estamos cada vez más convencidos de una victoria en agosto”. En el PJ matancero, por su parte, restan crédito a la posibilidad de que Máximo Kirchner vaya a sostener una interna en un distrito de semejante envergadura. Para argumentarlo, recurren a una idea fuerza: “después de lo que fue el 2015, nadie quiere una interna en el PJ provincial”.

Otro de los puntos fuertes del Evita en la PBA es San Martín. Allí, la que se viene construyendo es la candidatura a intendente del diputado nacional Leonardo Grosso, a través del espacio Futuro San Martín, que replica la experiencia matancera de agrupar a sectores vecinales, estudiantiles, universitarios, etc. bajo la propuesta de presentarse en una PASO contra el PJ de Fernando Moreira y Gabriel Katopodis. Allí, el hecho de que el actual ministro de Obras Públicas haya declarado que no piensa volver al distrito, es un punto a favor de la aspiración del Evita.

Todavía dentro de los distritos oficialistas, el Evita también pretende disputar territorios cuyas conducciones se muestran más alineadas con Alberto Fernández. Es el caso del Ituzaingó de Alberto Descalzo, donde el movimiento social impulsa a Natalia Peluso, o el Berazategui de Juan José Mussi, donde Matías Aguirre es el nombre que el Evita quiere llevar a la lista.

Daniel Yuse en Navarro, Naco Medina en Marcos Paz, Federico Ugo en Tigre, Ariel Giménez en Presidente Perón y Martín Pustis en La Costa completan la nómina de candidatos que hoy tiene el Evita para ir a internas en distritos del FdT. Por supuesto, hay que sumar allí también a la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, que ganó el distrito en 2019 y buscará una reelección que hoy por hoy nadie cuestiona, a partir de su gestión y el lugar que ocupa en el PJ bonaerense, con aceitada relación tanto con Máximo Kirchner como con el Gobernador Kicillof.

En los municipios que hoy están en manos de Juntos, destacan las aspiraciones del Evita en Lanús, donde Agustín Balladares intentará aprovechar la posible salida de Néstor Grindetti enfrentándose a Diego Kravetz; la de Nicolás Carrillo en Tandil, Joaquín Noya en Vicente López, José Echeverry en Suipacha, Milagros Moya en Lobos, Ricky Biri en Rojas y Paola Enrrico en San Nicolás.

También hay que agregar a ese listado la intención del principal referente de Barrios de Pie, Daniel “Chucky” Menéndez, de disputarle a Diego Valenzuela la intendencia de Tres de Febrero, donde por ahora la cara del FdT viene siendo el camporista Juan Debandi. Así, entre propios y extraños, La Patria de los Comunes como partido podría presentar listas propias en 18 municipios de la provincia, una marca para nada despreciable.

A su vez, en el Evita también destacan las experiencias provinciales, que poco a poco van creciendo. Hoy por hoy, el proyecto más fuerte del movimiento social en el interior del país es la candidatura del actual diputado nacional, Eduardo Toniolli, a gobernador de Santa Fe. Toniolli ya expresó su voluntad, y en una provincia donde el oficialismo de Omar Perotti está en el centro de la discusión pública, es difícil anticipar que vayan a cerrarle la puerta muy fácil. Como dato de color, basta destacar que Toniolli viajó a la Antártida junto a Alberto Fernández, justo unas semanas después de los cruces públicos entre el Gobernador santafecino y el Gobierno nacional por la situación de Rosario.

Al caso de Santa Fe, se le suman el de otras dos provincias donde no gobierna el FdT pero sí aliados tácticos del oficialismo. Se trata de Río Negro, donde Silvia Horne enfrenta el desafío de unificar al FdT para disputar con Alberto Weretilneck, que vuelve a la provincia tras su paso por el Senado nacional; y Misiones, donde recientemente el dirigente del partido Tierra, Techo y Trabajo, Martín Sereno, se abrió del FdT provincial e inscribió un espacio propio pensando en las elecciones del 7 de mayo. El diputado provincial encabezará la propuesta del Frente Amplio en busca de la gobernación que hoy detenta Oscar Herrera Ahuad.