A partir de cuatro resoluciones de la Secretaría de Energía, el Gobierno nacional fijó los nuevos valores mayoristas para el gas y la electricidad con impactos de alrededor del 100% en las tarifas de ambos servicios y redujo los topes máximos de consumos subsidiados para los hogares de ingresos bajos y medios (N2 y N3). 

Estas subas implican aumentos de alrededor del 100% en las tarifas para los usuarios N2 y N3 en la época invernal.  

De esta manera, el Ejecutivo inauguró el llamado período de transición, que comienza este junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, para eliminar progresivamente el régimen de subsidios actual y reemplazarlo por uno “focalizado en quienes lo requieren”.

El nuevo esquema elaborada por la Secretaría de Energía establece que “el costo del kilovatio por hora de energía eléctrica y metro cúbico de gas natural es idéntico para todos, y la asistencia que le brinda el Estado a los usuarios según su capacidad de pago y que alcanza hasta un límite de consumo mediante el reconocimiento de un pago menor (bonificación)”.

Los consumos que superen ese límite en cualquier categoría, deberán pagar al costo “real” del servicio que en el caso del gas, Energía fijó el preci en el punto de ingreso al sistema (PIST) a US$3,30, por millón de BTU, un 20% más que el valor actual. 

A su vez, aplicó un alza del 28% sobre el precio mayorista de la energía eléctrica (PEST) hasta el 31 de julio, que pasa a $59.298 por Mwh (en el verano estaba en $46.018).

El impacto final de la medida entonces dependerá de la categoría, el nivel de consumo y la zona de cada usuario pero los cálculos hablan de incrementos de entre el 100 y 150 por ciento en las facturas de usuarios con ingresos bajos y medios. 

Estas subas se verán reflejadas en las boletas que lleguen a finales de julio y se sumarán a las ya cobradas que rondan aproximadamente el 500%.  

Por otro lado, cabe señalar que el Gobierno los aumentos en los ítems de transporte y distribución tanto de gas como de electricidad. Estas alzas inicialmente iban a implementarse en mayo, pero fueron suspendidas por el ministro de Economía, Luis Caputo, para lograr que la inflación descendiera a un dígito.